Sentarse en una reposera en la playa para sentir los agradables rayos del sol en la cara es parte de los pasatiempos favoritos de los turistas en verano. No cabe dudas que muchas personas ven el sol como amigo. Su existencia ayuda al crecimiento de las plantas, brinda calor y permite que haya vida en nuestro planeta.

Las radiaciones UV del sol, en pequeñas dosis, poseen valiosos efectos para la salud humana: estimulan la producción de vitamina D; beneficia patologías de la piel como soriasis, dermatitis, entre otros.

Sin embargo, iniciando las vacaciones, no se deben olvidar las medidas de autocuidado para evitar los daños que puede causar la exposición al sol en el cuerpo.

¿Qué efectos tienen los rayos UV en el organismo? De acuerdo a la académica de Enfermería de la Universidad Andrés Bello, Milena Castillo, la radiación UV afecta los ojos. Los efectos agudos de la exposición a estos rayos incluyen reacciones inflamatorias que pueden ser muy dolorosas, pero reversibles, y no provocan ningún daño a largo plazo en el ojo o la visión. No obstante, la exposición a los rayos UVB es un factor de riesgo importante para el desarrollo de cataratas.

Además, la exposición excesiva a los rayos UV produce el enrojecimiento de la piel denominado quemadura solar. La exposición crónica a los rayos ultravioleta también provoca cambios degenerativos en las células y los vasos sanguíneos de la piel, estos incluyen la aparición de pecas, lunares y manchas. Se acelera de paso el envejecimiento de la piel y la pérdida gradual de la elasticidad.

Varias investigaciones han demostrado que la exposición a niveles ambientales de radiación UV altera la actividad y distribución de algunas de las células responsables de desencadenar respuestas inmunitarias en humanos.

Las medidas de prevención son no exponerse al sol en las horas de mayor radiación; usar protector solar de amplio espectro, incluso en días nublados; evitar el solárium; uso de gorro; lentes de sol con protección UV; vigilar los lunares y consultar al médico si se pesquisa cambio de color, tamaño, sensación o presencia de sangramiento.

¿Ya pasó otro año?, ¿cómo?, ¿cuándo?... Para qué estamos con cuentos, cada año es lo mismo y esta celebración no pasa de ser un trámite, la última comilona del ajetreado mes de diciembre, excusa para incursionar en el mundo gourmet y amontonarse frente a torres y cerros, contaminar con papel picado y saltar como si tuviesen los pies quemados. La idea es parecerse lo más posible a la publicidad feliz y gastar lo que no se ha ganado. Y por supuesto, el Año Nuevo desde Australia a las Galápagos, pretexto de la televisión para llenar sus noticieros… ¿Y?

Y aquí estamos, acabamos de celebrar el último día del año de nuestro occidental calendario y el pueblo de Ucrania sigue sufriendo la guerra; aún no se guardan corbatas y carteras y los inmigrantes ilegales siguen entrando por nuestra frontera; aún no nos reponemos de tanto trasnoche y las actuales autoridades siguen prometiendo leseras….

¿Feliz Año Nuevo? Y en menos que canta un gallo ya nos estamos agarrando de las mechas, traficando drogas, planeando algún acto de terror... Tantos abrazos y antes de contar tres los políticos ya están indultando a terroristas y acomodando leyes a su conveniencia... Mucho espumante, mucha besuqueo y antes del primer pestañeo ya hay alguien tratando de pasar gato por liebre, adelantando en línea continua o incumpliendo alguna regla...

No es por avinagrarle el día, pero sin duda celebrar un nuevo año no pasa de ser un acto social donde las lágrimas se confunden con las burbujas y los deseos se enredan entre lentejuelas y sedas.

¿Usted dejó de fumar, empezó la dieta?. Se da cuenta, si nuestros propios pequeños sueños se esfuman con el último brindis, ¿qué podemos esperar de los deseos de los demás?. En fin, como uno no es quién para andar cambiando el mundo y ya que se lanzaron tantos deseos al aire como si realmente quisieran que se cumplan, aquí va uno:

Que esa nueva tendencia progresista con sus ideologías viejas, esos devotos de "San Populismo y Santa Demagogia" tengan la oportunidad de cumplir sus sueños, que vivan felices en esos países que lo practican. Por supuesto, es una estupidez, un imposible, pero es un nuevo año y en pedir no hay engaño. ¡Salud!

Vivian Arend