El gran valor de la PGU
Nuestro sistema de pensiones tiene tres grandes hitos en su historia. El primero, de hacer propietarios a los trabajadores de sus cotizaciones previsionales, bajo capitalización individual. El segundo hito, es el fortalecimiento del pilar solidario en el año 2008, que creó las pensiones solidarias y los aportes previsionales solidarios; y por último, la universalización del pilar solidario con la pensión garantizada universal -PGU-, la cual llega al 90% de los pensionados del país, incluyendo a la gran clase media siempre postergada.
A la fecha, pocos han dado el real crédito que ha significado en miles de pensionados la entrada de PGU, la cual por ejemplo mejoró en 37% las pensiones de quienes tenían una pensión contributiva cercana a $500.000, la cual pasó a $685.000.
La PGU cambió la discusión previsional, pues logró aumentos importantes de las tasas de reemplazo, algo que no logra la reforma previsional del Gobierno, la cual se centra más en eliminar las AFPs, que de mejorar técnicamente nuestro sistema previsional, tal como lo han hecho los Gobiernos anteriores.
Eduardo Jerez Sanhueza
Elijo crecer
El nuevo proceso constitucional no partirá de una "hoja en blanco", sino de 12 principios o bases institucionales, tales como: Chile es sola nación; un congreso bicameral; un Banco Central autónomo; un solo Poder Judicial, el principio de responsabilidad fiscal y la iniciativa exclusiva del gasto público por parte del Poder Ejecutivo; y el derecho a la vida; la igualdad ante la ley; el derecho de propiedad en sus diversas manifestaciones; la libertad de conciencia y de culto; la libertad de enseñanza y el deber preferente de las familias de escoger la educación de sus hijos; entre otros. Lo anterior, siendo reflejo de las grandes preocupaciones representadas tanto en las iniciativas ciudadanas ingresadas ante la Convención Constitucional, como en las razones para no aprobar el texto propuesto por la misma.
En ese orden de ideas, ante esta segunda oportunidad, y parafraseando a nuestros vecinos trasandinos durante el mundial de Qatar 2022: "elijo creer".
Javier Labrín Jofré abogado
¡Salió humo blanco!
"Acuerdo por Chile" se llama. No sé ustedes pero siempre me quedo con la impresión que la casta política parasitaria que está enquistada en los pasillos del poder tiene una gastronómica inclinación por denominar cada uno de sus acuerdo con nombres que bien podrían estar en una carta de menú en cualquier restorante de Provi hacia el oriente. ¿Será porque éstos se cocinan con la misma fruición que invierte algún cocinero en sus platos más icónicos? Con el perdón de todos los genuinos creadores gastronómicos, los "cocineros" de la fronda política criolla están a años luz del más modesto chef que aspira a que alguna de sus preparaciones sea saboreada y validada por sus eventuales comensales. La "cocinería" del poder, en cambio, se preocupa poco de que sus guisos sean del gusto masivo de la población, basta que los incumbentes en la receta consideren que tiene sal suficiente. Lo demás se resuelve con un empaque bonito, un buen marketing del producto y sobre todo una contundente y continua propaganda de los beneficios que reportará beberse el caldo proveniente de la marmita de turno. Y más encima, los comensales pagarán por beberse la sopa, cuya indigestión posterior no estará cubierta por ninguna ley del consumidor.
¿Qué le lleva este plato?. 12 ingredientes obligatorios, donde destacan que Chile es un Estado Social y Democrático de Derecho, pero que la promoción de los derechos sociales estará sujeta al principio de responsabilidad fiscal y a través de instituciones estatales y privadas; o la protección con rango constitucional de derechos y libertades como el de propiedad en sus diversas manifestaciones o el derecho a la libertad de enseñanza y el deber preferente de las familias a escoger la educación de sus hijos. O que uno de los poderes del Estado de Chile es el poder legislativo compuesto por un senado y una cámara de diputados. Saque sus propias conclusiones respecto del sabor de estos condimentos.
Condimentos más injundiosos y picantes como derecho a educación gratuita y de calidad o derecho a la salud o pensiones dignas o protección y resguardo de los derechos humanos de los futuros comensales, por mencionar sólo algunos, brillan por su ausencia.
Junto con esos ingredientes obligatorios, se establece el personal que cocinará el plato final, conformado por 3 grupos de personas, que totalizarán al menos 88 almas, de las cuales 38 (43% del total) son designadas por el Poder Legislativo, o sea uno de los cocineros incumbentes en la calidad del plato final. El personal de esta cocina entonces estará compuesto por "Cocineros expertos", todas designadas por el Parlamento, quienes deberán cocinar el plato. El plato será saboreado por el "Consejo Constitucional" conformado por 50 espíritus de papilas gustativas despiertas y olfatos entrenados, todos propuestos por partidos políticos malos para la gestión gastronómica y que deberán ser electos por la ciudadanía, bajo el lema "tómelo o déjelo, es lo que tenemos pa' ofertar". Si a este "Consejo Constitucional" le dan arcadas la sopa propuesta por los cocineros expertos, entra en escena el "Comité Técnico de Cocineros de Admisibilidad", conformado por 14 profesionales gastronómicos de alta jerarquía (todos designados por el actual circo parlamentario), quienes tendrán la responsabilidad de dirimir las controversias sobre los diferentes gustos al interior de la cocina.
Marcelo Saavedra
Iniciativa exclusiva
En virtud de lo establecido en el artículo 65 de la Constitución Política de la República, un proyecto de ley de reforma constitucional para realizar un nuevo proceso constituyente es de iniciativa exclusiva del Presidente de la República, porque tiene relación con la administración financiera del Estado, ya que ocasionaría muchos gastos, los que podrían haberse evitado si el Congreso Nacional hubiese ejercido su potestad constituyente.
Adolfo Paúl Latorre
Instituciones
No deja de llamar la atención la insistencia del gobierno y su sector por el asunto constitucional, aun cuando no son capaces de dar respeto y hacer operar las instituciones vigentes.
Lo que estamos viendo no es más que la vieja política separada de la realidad del ciudadano promedio. Al Chileno no le sirve de nada tener una nueva constitución si sus derechos fundamentales cómo la vida o la propiedad siguen siendo vulnerados a las entradas de sus casas.
M. Nicolás Homo