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Desde el repiqueteo de las máquinas de escribir al teletrabajo on line

40 AÑOS. La labor del equipo de redacción del diario El Austral de Osorno se ha adaptado a las nuevas tecnologías con el paso del tiempo, aunque se mantiene intacta la esencia periodística y de servicio a la comunidad que ha movido a este medio de carácter provincial y regional.
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Manuel Cifuentes Salinas

El Austral de Osorno cumple hoy nada menos que 40 años de vida. Y entre los múltiples aspectos que han marcado su incansable labor periodística está el cambio y adaptación a las nuevas tecnologías.

En efecto, cuando este medio nació el 7 de noviembre de 1982, como parte de la cadena de medios regionales de El Mercurio, las notas informativas, reportajes y entrevistas se redactaban con máquinas de escribir, lo que marcó toda una época romántica para el periodismo nacional y del mundo.

Algunos detalles de aquel inicio quedaron plasmados en las páginas de este mismo medio: "a fines de octubre y principios de noviembre de 1982 comenzó en un edificio de la plazuela Yungay un ruido muy particular: eran las reglas de las máquinas de escribir, pero no como en cualquier oficina… se estaban escribiendo noticias, reportajes, crónicas especiales a la espera de la gran fecha. Más de 25 personas se transformaban en los actores principales de aquel proyecto. Y el día llegó: el 7 de noviembre de 1982 el 'bebé' dio sus primeros pasos. Y en cosa de minutos ya circulaba por todas las calles de Osorno".

La crónica acerca de los inicios agrega que "el equipo de periodistas salía a las calles en busca de la noticia, pero no fríamente, sin cálculos, sino buscando a la persona, tratando de interpretar sus sentimientos, conocer sus problemas e identificar sus anhelos. Este no es un producto como cualquiera, es raro, por un lado perece cada anochecer, pero por otro, es un documento de la historia, que nace con el día al calor de la rotativa y la tinta. Todo estaba sucediendo en nuestra antigua casa periodística, siempre recordada, allí, en la Plazuela Yungay, uno de los centros neurálgicos de la ciudad. Bajo el alero del número 581 se comenzó a escribir el acontecer diario de Osorno. Quedaron en ese acogedor lugar muchos amigos, siempre recordados".

Llegan los computadores

El traslado de local, desde la Plazuela Yungay hacia el actual edificio de calle O'Higgins, se registró en 1988, el mismo año en que se inició un cambio tecnológico radical en la forma de trabajar tanto del equipo periodístico, como de los demás departamentos: los computadores reemplazaron a las tradicionales máquinas de escribir.

"No sólo se quería casa propia, además había que caminar con la tecnología, siempre vertiginosa. Este nuevo sueño se llamaba computación. Hace ya dos semanas que todo el material local se envía por el nuevo sistema, protegido por el sacrificio, el esfuerzo y el temor a poder vencer lo que parecía tan complicado por parte de los periodistas. Atrás quedó una historia del periodismo nacional. Se fueron las linotipias. Prensas planas y rotativas en caliente dieron paso al off-set, relegando a la trastienda el olor a tinta, las líneas de metal que caían una a una para desafiar la lectura al revés, las calandrias y la siempre eficiente fresadora, que guiada con mano experta, limpiaba la cara de cada futura página de la historia de siempre. Todo se fue", reseñó una crónica de este medio.

La llegada de los computadores supuso un giro modernizador no sólo para el diario mismo, sino para los redactores, aunque no fue fácil, especialmente para aquellos de la llamada "vieja guardia", nacidos en la profesión con el papel y la tinta de las máquinas.

"Muchos reporteros formados en la escuela de las carillas de papel pensaron que jamás serían capaces de resistir el cambio al nuevo sistemas computacional. Pero a poco andar se dieron cuenta que el proceso de dar a luz un diario es el mismo, aún sobre el silencioso teclado de los computadores", consignó una nota sobre aquel difícil trance.

"Las máquinas de escribir fueron poderosas para resistir, lucharon bravamente, pero debieron rendirse ante el enemigo tecnológico. Su ruido tan especial, producido a dos dedos con la velocidad de muchos, se esparció en el horizonte del pasado. Atrás quedó el característico ruido de las 'Underwood', que llenaron con su música las salas de redacción de todos los diarios del mundo. Se fue una época romántica del periodismo. La nueva y amplia sala de redacción del diario ya no vibró con el repiqueteo de las noticias escritas en carillas después de haber sido recogidas por los reporteros en los diferentes frentes noticiosos. Sin embargo, los corazones reporteriles han seguido vibrando en el teclado de las silenciosas computadoras Acer 710, que entre otras, tienen la virtud de 'mandar' nuestras noticias a 2.400 bad rate a Temuco, donde están nuestros talleres. Las noticias redactadas chocan con el PC5 del Jefe de Informaciones, quien las selecciona y luego del trabajo de edición, titulación y diagramación, las despacha al taller, que está ubicado a más de 300 kilómetros. Milagros de la tecnología".

El uso de computadores y aparatos tecnológicos se intensificó con el paso de los años (fax, scanner, entre otros) y también alcanzó al área de fotografía, que dejó atrás las antiguas cámaras con rollos y el laboratorio de revelado, para dar paso a las cámaras réflex digitales, que agilizaron el proceso y mejoraron las opciones para lograr el tan ansiado "acierto fotográfico" y la imagen de la portada.

A fines de los años '90 partió la página web del diario (actualizada sólo con noticias del papel) y en 2009 se incluyeron en el flujo notas reporteadas al instante. Dos años más tarde, en 2011, vino el rediseño, cambio de imagen y la división de formatos vigente hasta hoy.

El papel digital quedó en la dirección www.australosorno.cl (se puede leer el diario en smartphones, computadores y tablet desde cualquier parte del mundo) y el sitio web se concentró en www.soyosorno.cl, donde hay noticias de último minuto de toda la provincia.

El teletrabajo

Los tiempos cambian y El Austral de Osorno se adapta también a las nuevas formas de trabajar, aunque sin perder en lo más mínimo la esencia. Fue así como producto de la pandemia del covid-19, que comenzó en marzo de 2020, los equipos de redacción y comercial comenzaron ese mismo mes con el teletrabajo, al igual que decenas de empresas y entidades públicas del país, labor que se perfeccionó a medida que pasaron los meses y proseguían las cuarentenas y el confinamiento.

La pauta de temas, que por décadas fue un ritual matutino presencial del equipo periodístico, marcado siempre por el debate de ideas y noticias a desarrollar durante la jornada, con un café en mano, comenzó a realizarse de forma virtual, aprovechando las facilidades que ofrece la tecnología actual.

Lo mismo ocurrió con el reporteo en terreno, que por obligación debió efectuarse por teléfono, WhatsApp o correo electrónico, a causa del virus que puso al mundo de rodillas. Así transcurrió 2020, 2021 y parte de este año, cuando se retomó el formato mixto (con presencia parcial del equipo y atención de público) debido precisamente a los buenos resultados logrados en el teletrabajo, sistema que llegó para quedarse en un gran número de empresas nacionales.

Así como la tecnología permitió en 1988 agilizar los procesos para despachar de forma instantánea los contenidos a los talleres en Temuco, también ha posibilitado el funcionamiento de una "sala de redacción remota" en estos últimos 3 años, donde los periodistas, el editor y el director están conectados al sistema Milenium, tal como si estuvieran físicamente en el edificio.

Los tiempos cambian, pero la misión del diario se mantiene igual que en sus inicios el 7 de noviembre de 1982.