Una tarde llena de entretención vivieron cientos de niños que llegaron hasta la casona de Ovejería Alto para disfrutar de la celebración de Halloween. La añosa estructura de madera, que antaño fue una vivienda rural, fue decorada tenebrosamente con fantasmas, espantapájaros, telas de araña iluminadas y la caracterización de distintos personajes, transformándose en una escena salida de una película de terror y suspenso...

En la actividad se entregaron más de 300 bolsas de golosinas donadas por la comunidad del sector, para apoyar a dirigentes vecinales, el Club Deportivo Ovejería y al Consejo de las Culturas de Ovejería, que fueron los encargados de la organización del evento que estuvo "de miedo".