Reciclaje de artículos electrónicos
Un estudio realizado en Europa da cuenta de una enorme cantidad de teléfonos celulares que dejarán de usarse este año. Solo una mínima parte de ellos es reciclada. Si bien la indagatoria fue desarrollada en Europa, se trata de una realidad que también se vive a nivel local, donde los artículos electrónicos son altamente demandados por los consumidores.
Un dato preocupante salió a la luz tras un estudio que buscaba averiguar por qué los hogares y las empresas no reciclan ni reparan los aparatos electrónicos y eléctricos en desuso (RAEE), realizado por el WEEE Forum, consorcio que agrupa a las empresas que gestionan su reciclaje, y cuyos resultados fueron respaldados por el Instituto de Naciones Unidas para la Formación y la Investigación (Unitar).
Según la encuesta, unos 5.300 millones de teléfonos celulares y "smartphones" dejarán de usarse este año y, pese a estar fabricados con materiales altamente valiosos, como oro, cobre, plata, paladio y otros componentes, solo una mínima parte de ellos será reciclada. El resto acabará en contenedores, incinerado con la basura, o perdido en un cajón, siendo los teléfonos móviles los más acaparados por los consumidores. Qué quiere decir esto, que cuando una persona cambia su teléfono celular, ese aparato que ya no usará no es reciclado ni reutilizado, sino que queda abandonado en algún rincón del hogar.
Si bien el estudio fue realizado entre junio y septiembre de 2022 en 8.775 hogares de la Unión Europea, esto es Portugal, Países Bajos, Italia, Rumania y Eslovenia, además de Reino Unido, entrega indicios de lo que pueda estar ocurriendo en nuestro país, donde los artículos electrónicos y eléctricos se han convertido en elementos indispensables de la vida diaria de las personas.
Por ello, se hace necesario realizar indagatorias de este tipo a nivel local y a la vez incentivar la reutilización de los aparatos eléctricos y electrónicos que puedan ser refaccionados y tener una extensión de su vida útil. Esto, además de fomentar el reciclaje de este tipo de productos que -como se sabe- generan una alta contaminación al medio ambiente si no cuentan con una correcta disposición final, también ayudará en la economía familiar al bajar los altos niveles de consumo de estos utensilios.