Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv

(viene de la página anterior)

E-mail Compartir

llevo años pagando arriendo sagradamente porque es el hogar de mis hijos. Cuando busqué la última vez me encontré con que piden una cantidad de requisitos que sorprenden, no tener hijos, mascotas, acreditar ingresos y miles de cosas para firmar contrato que incluso te obligan a inventarte un perfil perfecto para no sentirte tan marginada. Ahora donde arriendo el dueño es un siete y muy consciente, pero creo que las personas estamos siendo muy poco solidarios entre nosotros, porque exigir tanto para una casa que no es una mansión de lujo y gente trabajadora es un abuso entre los mismos de la clase obrera", enfatizó Arriagada.

Independiente

Pilar (35 años) ha pasado tan malos momentos en su búsqueda por arrendar que prefiere no dar su apellido para sentir una mayor libertad en su relato. La joven parvularia es madre de dos niños de 7 y 4 años, trabaja de forma independiente desde hace 5 años asociado a un emprendimiento que nada tiene que ver con su profesión. Sin embargo, esto no ha sido suficiente para poder arrendar una casa como ella quiere para sus hijos.

"Me encontré con la sorpresa que las exigencias cada día son más y en algunos casos ridículamente desproporcionadas. Tengo ingresos mensuales que me permiten pensar en una casa de tres dormitorios y en un sector que me agrade, pero resulta que los propietarios no me han dado la opción porque no tengo contrato, no estoy casada y tengo niños chicos. Una ridiculez porque no tengo antecedentes comerciales, no tengo antecedentes penales y no soy una estafadora, soy una mujer, madre y trabajadora, independiente. Eso de poder poner tantas condiciones creo debería ser regulado, porque es verdad, hay gente que no paga y se queda en las casas durante años, pero es cosa de criterio del propietario y no tratar a todos como delincuentes de entrada", expuso la madre.

Agregó que muchas de las respuestas al momento de realizar las visitas a las propiedades fueron "no me da garantías de pago que no tengas contrato", "tienes niños pequeños y recién pinté la casa", "prefiero arrendarle a una pareja", "necesito referencias de al menos 3 arrendadores previos para llamarlos y ver si es verdad que pagas", y otros frases por el estilo.

"La gente cuando se enfrenta a una crisis colectiva como la actual, quieren salvarse a costa de otros, sin importar los discursos sociales que ellos mismos dicen. Es terrible porque la verdad llega a dar pena hacer un listado de lo que debes tener para arrendar una casa y ver que cumples con todo, pero que no tienes cómo acreditarlo y ya no basta con tu palabra o la firma de contrato. Ese es otro tema, me tocó una señora que quería por contrato visitar y recorrer la casa cada tres meses para verificar el estado y que mis hijos no hubieran dañado algo, me pareció ofensivo porque para eso es el mes de garantía, además es una invasión a la privacidad legalizada. Yo no firmé nada porque no son condiciones asociadas a un arriendo del inmueble es casi una sentencia", comentó molesta la parvularia.

Un círculo vicioso

Solange Aguilar, vocera de la Unión Comunal de Comités de Allegados, precisó que la realidad que actualmente enfrentan las familias es un círculo vicioso porque obtener la casa propia es una lucha de años y arrendar es un trámite que se ha vuelto para muchos indigno.

"Como va a ser posible que por una vivienda que antes salía $150 mil el arriendo en un lugar muy lejos del centro ahora están cobrando el doble y con una cantidad de papeles que ni siquiera el Estado te pide tanto para tramitar subsidios. La gente abusa de los precios y las expectativas de la clase trabajadora y lo más triste es que muchas de esas cosas que arriendan a precio de oro son las que el mismo Estado les dio como parte de un subsidio sin deuda", precisó la dirigente.

Agregó que durante los últimos tres años, muchos de los miembros de los comités han intentado optar por ejemplo al subsidio de arriendo, sin poder encontrar una vivienda que se ajuste al presupuesto o cuyos propietarios quieran alquilarla bajo esa modalidad.

"El sueño de la casa propia es cada día más complicado, por la demora y burocracia del Estado para construir proyectos, pero también pensando en arrendar porque están tan caros que un sueldo promedio no alcanza y terminamos en lo mismo dando vueltas en los deseos de mejorar la calidad de vida versus una realidad que nos pone trabas muy injustas, porque los sobreprecios y las exigencias que van en aumento son justificadas sólo para quienes tienen fama de ser un arrendador mal pagador e incumplidor pero no para todos", enfatizó la dirigente.