El comercio es uno de los sectores más atacados por la delincuencia y junto con afectar a los comerciantes en su patrimonio y seguridad, también desalienta la inversión en la ampliación de establecimientos y en la iniciación de nuevos emprendimientos. Y con ello también se limita el crecimiento de las fuentes de empleo, con lo cual el daño tiene una notoria derivación social.

La encuesta de victimización elaborada por el Departamento de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile (CNC) ha revelado que, durante el primer semestre de este año, un 58,6% de los locales en el país fueron víctima de algún delito, lo que representa un alza significativa si se considera que en el segundo semestre del año pasado la tasa de victimización fue de 47,9%.

El sondeo se realizó en 1.214 establecimientos de Iquique, Antofagasta, Viña del Mar-Valparaíso, Gran Santiago, Concepción-Talcahuano, Temuco y Puerto Montt. Tanto a nivel nacional como en cada una de las ciudades consideradas en el estudio hubo incrementos de los delitos. En la capital regional la victimización pasó de 35,7% a 60,9%, por ejemplo.

Este aumento de la delincuencia ha llevado a los comerciantes a reforzar sus medidas de seguridad, como la instalación de más cámaras de seguridad, alarmas, rejas y contratación de guardias. En la encuesta, un 65,2% dijo tener gastos fijos mensuales en seguridad, con una mediana mensual que difiere según tamaño de empresa, fluctuando desde un millón y medio de pesos en las grandes hasta 300 mil en las microempresas.

La delincuencia es un tema que preocupa a los ciudadanos en general, y al comercio en particular, porque ven que, más allá del Gobierno de turno, esta no cede, por lo cual desde diversos sectores se hacen frecuentes llamados a las autoridades para que lo aborden de forma constante y persistente y no solo en algunas épocas del año. Es evidente que se requiere de forma urgente una solución a nivel país, impulsada desde el poder central.

Desde 2019 hemos impulsado junto a los diputados Harry Jürgensen, Miguel Mellado, Fernando Meza, Mario Venegas, Gastón Von Mühlenbrock y el actual senador Iván Flores, un proyecto de ley para modificar el Código Sanitario, para definir el concepto de carne y prohibir dar esa denominación a productos que no tengan origen animal.

La idea es que se pueda incorporar al Código Sanitario la definición de carne comprendida en el Reglamento Sanitario de los Alimentos del Ministerio de Salud, que le identifica como "la parte comestible de los músculos de los animales de abasto como bovinos, ovinos, porcinos, equinos, caprinos, camélidos y de otras especies aptas para el consumo humano"; se busca establecer de esta forma la prohibición de denominar como carne a cualquier otro producto que no cumpla los requisitos establecidos en la ley, o que sencillamente no sea de origen animal.

De este modo, se evitaría la confusión de los consumidores, ante la gran cantidad de productos que son ofertados como carne en locales comerciales y que en realidad corresponden a productos de origen vegetal.

El apoyo transversal obtenido hace algunos días en la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados nos permite proyectar que en la Sala se obtenga un resultado similar. Por eso, agradecemos el voto favorable de diputados de distintos sectores políticos, como René Alinco y Emilia Nuyado, quienes se dieron cuenta de la importancia de transparentar al mercado, en favor de los consumidores y ganaderos.

Quedó claro que existe respaldo al trabajo de la agricultura y la ganadería, que se desarrolla en todo el país, porque se separa a la carne de otros productos que apelan comercialmente a captar compradores en base a la sensación de las personas de estar consumiendo un producto que siempre ha sido de carne, como las hamburguesas, las salchichas o los embutidos; cuando en realidad están adquiriendo un producto de origen vegetal o sintético.

No nos oponemos a la existencia de productos de origen vegetal. No son ni mejores ni peores que los que producimos, sino que tienen características propias y distintas. Lo que pedimos, es que se aclare el origen de cada uno, de manera de no confundir al consumidor, tal como se ha desarrollado en países como Holanda, Francia, el Reino Unido y recientemente Brasil.

Sergio Willer Daniel, presidente de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (Sago)