Enfoque

Ya no queda espacio
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En el centro ya no hay espacio para estacionar. Las calles aledañas a la plaza, y en general de todo el radio céntrico, están atestadas de vehículos. Todos apretujados en los pocos lugares disponibles y rogando a Dios para salir sin rayas o topones en la carrocería. Por ello, la idea de estacionamientos subterráneos surge como opción viable.