Recibe los votos... ¿los votos de quién?. Como se sabe, el 4 de septiembre, casi 8 millones de chilenos: mapuches, aimaras, huilliches y mestizos (blancos, negros, inmigrantes, colonos, alemanes, árabes, italianos, etc.), los de izquierda y de derecha dijimos no al proceso de nueva constitución que era más mala que pegarle a la mamá. No a la extrema izquierda improductiva y sus ideas recalcitrantes, ni a una derecha acomodaticia y pusilánime; no a este gobierno patético ni a un presidente saltarín e inmaduro; no a novatos firmando decretos y a ministros y subsecretarios que se lo pasan en "reunión de curso"; no a autoridades corruptas, a seguir gastando en procesos inoperantes y a nuestras leyes en manos de ignorantes. No a un parlamento que se sale de la Constitución cuando quiere, a políticos sobornables y jueces permisivos. No a mutilar nuestro territorio, no a los terroristas y al narcotráfico. No a la mala atención en hospitales, a la pésima calidad de los profesores y a la demagogia en la sala de clases. No más "alumnos" expertos en molotov, delincuentes lanzando bombas, asesinos sueltos y ciudadanos encerrados. No al terror de salir de nuestras casas, no más a bailar al ritmo que los extremos quieren que bailemos. No más a la falta de amor a la patria y el temor a Dios.
Dijeron no, los ciudadanos que llevan años arando la tierra, produciendo y pagando impuestos, ciudadanos que saben que el gobierno no es un hada madrina y que lo gratis cuesta caro.
Fuerte y claro, se dijo no más criminales en las calles ni más ex terroristas en el Congreso. No más un gobierno mediocre, una democracia farandulizada, manipulada por algunos medios de comunicación y dividida por politiqueros con corbatas nuevas e ideas viejas.
No más un país donde nuestro campo de flores este bordado de delincuentes llenos de garantías y de chilenos desamparados. No más en esta generosa tierra, sufrir dolor e incertidumbre. No más a esta locura a la que nos tienen sometidos.
¿Y? Y aquí estamos, en esta dulce patria, en un ambiente raro, los unos y los otros, unidos luchando por Chile y diciendo algo que muchos jamás creímos decir: "Un pueblo unido nunca es vencido".
Vivian Arend