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Carbón nativo: la centenaria tradición sacada de los bosques directo al asado

Por generaciones, familias de la provincia se han dedicado a la elaboración artesanal de este producto, en un largo y arduo proceso. Es un oficio muy popular en comunas como San Juan de la Costa. Su comercialización también está marcada por personas que por décadas lo venden a sus clientes, que utilizan el combustible para asados al palo, parrilladas y carnes al disco. Los chef consideran que el carbón es parte del secreto para lograr un buen asado.
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La llegada de Fiestas Patrias es sinónimo de tradiciones y festejos, donde un buen asado es parte de la celebración, siendo el carbón vegetal una pieza vital para preparar los asados, parrilladas o discos. La mayoría de las personas considera al carbón como un insumo más, pasando por alto la centenaria tradición que esconde cada saco. Las familias que se dedican por generaciones a la elaboración extraen la leña del bosque nativo, para llevarla directo a los hogares convertida en carbón que se usará para asar carnes, vegetales, embutidos, entre otros.

En la zona, el ciclo productivo del carbón nativo parte en sectores rurales de comunas como San Juan de la Costa, Puyehue y San Pablo, donde por décadas familias se han dedicado a recolectar madera para transformarla en carbón mediante un complejo y largo proceso de cocción en hornos de barro o ladrillo. Luego el producto es puesto en sacos y entregado a quienes venden en las grandes urbes. La tradición se sigue manteniendo en los vendedores de carbón, quienes durante décadas lo han comercializado no sólo para las parrilladas y asados, como en la actualidad, sino también para calentar los hogares mediante braseros, cocinar y hacer pan, tal como fue hasta los años '80.

El carbón vegetal es el residuo sólido que queda cuando se carboniza la madera en condiciones controladas y en un espacio cerrado (hornos de tierra, ladrillo, etcétera). Durante el proceso de producción se controla la entrada del aire para que la madera no se queme, como sucede en un fuego convencional, sino que se descompone químicamente. Esta alternativa puede ser usada para residuos forestales. Es un producto sólido, frágil y poroso, con un alto contenido de carbono (del orden del 80 %). Se produce por el calentamiento de la madera en ausencia de aire (hasta temperaturas de 400