Tradicionalmente en septiembre aumenta el endeudamiento de las familias que buscan recursos para financiar las celebraciones del "18", compras especiales de electrodomésticos, línea blanca y vestuario, así como los viajes para aprovechar los días festivos. Es una sociedad donde los estímulos para consumir o viajar siempre están presentes. En septiembre también es posible ver una mayor afluencia de personas que acuden a solicitar créditos a las financieras, a las cajas de compensación, o que operan los avances en dinero en las multitiendas. Por eso es necesario que las familias se pregunten si es necesaria la compra que se quiere hacer por la vía del endeudamiento y si tienen la liquidez para pagar por varios meses las cuotas que demandarán esas operaciones.

También las tarjetas de crédito ofrecen un amplio sistema de cuotas para la compra de bienes, pero los intereses terminan asfixiando a muchas familias. El acceso al financiamiento ha permitido que las personas aumenten sus niveles de consumo y mejoren sus condiciones de vida en todo el territorio, pero a la vez ha repercutido también en un incremento del endeudamiento.

Es muy difícil que las personas abandonen el sistema de compra por medio de las deudas, pero es necesario hacerlo en forma responsable. Una recomendación es fijar un monto para los gastos e intentar respetarlos, considerando en este presupuesto los gastos e ingresos extras, como el aguinaldo. Y si se usa parte del sueldo, se sugiere que no supere el 10% de los ingresos. Asimismo, si de todas formas las familias pretenden acceder a un crédito, hay que cotizar en varias entidades para comparar las tasas de interés que cobran y los costos asociados a los seguros. Se recomienda también estudiar el presupuesto del hogar y ver hasta dónde es factible endeudarse para no poner en riesgo la estabilidad financiera.

No obstante las ofertas que suelen lanzarse en septiembre, incluso más allá del "18", es importante considerar que la mayoría de ellas se aplican a pagos al contado. Mesura, ante todo, en esta época para evitar que las familias incrementen su carga financiera y al final terminen aún más asfixiadas

de lo que pueden estar ahora.

Ha pasado una semana desde que los chilenos sacaron la voz a través de su votación en el plebiscito, rechazando una propuesta de nueva Constitución que no era buena ni para el presente, ni menos para el futuro del país y sus habitantes.

Dicho texto había dejado de lado los temas rurales. Lo que escribieron los constituyentes era un portazo en la cara para el 72% de las familias que trabajan en los campos, que pertenecen a la agricultura familiar campesina y que iban a terminar siendo los principales perjudicados.

La agricultura, la ganadería y otros sectores productivos clave para la economía, el trabajo y la vida de muchos chilenos, fueron excluidos de la construcción de la propuesta. Y la escasa mirada rural que tenía el texto, fue desarrollada por personas que no vivían en el campo, ni sabían de los temas agrícolas.

Tampoco se consideraron los temas de seguridad pública, que hoy son primordiales para quienes vivimos al sur de La Araucanía. Y ad portas de una crisis mundial por el conflicto ruso en Ucrania y los problemas derivados de la pandemia, menos dejaron espacio para el desarrollo económico del país, del que somos parte como productores de alimentos para la mesa de los chilenos.

Por eso, el gran desafío para quienes tomen la posta de construir la nueva Carta Magna, será incluir esta vez a todos los sectores y miradas del país, de manera que se elabore un texto con visión de futuro, que refleje la realidad y apunte a los temas que interesan a todos y no solo a una parte.

Creemos que las cifras de participación, y de los resultados del plebiscito, deben ser leídas con calma y cuidado. La gente hizo con su voto un llamado a la prudencia, por lo que esperamos que las cosas se empiecen a tranquilizar y no haya espacios para hechos de violencia como los que vimos esta semana en Santiago.

Vemos con expectación el inicio de este nuevo ciclo. Pero, Chile no puede caer ahora en los cálculos pequeños y mezquinos. Esperamos sinceramente que al presidente Boric y a su Gobierno le vaya bien, porque si eso ocurre, a todos los chilenos les irá bien. También anhelamos que los ajustes en su gabinete hayan sido los mejores y que ese equipo trabaje ahora por mejorar la vida y atender las preocupaciones urgentes de los habitantes de Chile.

Sergio Willer Daniel, presidente del Directorio Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (Sago)