Debido a los últimos episodios de violencia en la Macrozona Sur, tiene lógica que desde la Asociación de Contratistas Forestales se plantee que más allá de las pérdidas económicas, la preocupación de fondo se sitúe en la ubicación de los ataques, que fueron cercanos a plantas industriales, y al hecho de que se trata de situaciones que se siguen repitiendo, pese a la vigilancia de las rutas establecida por el Estado de Excepción y a la continuidad de la medida por más de 90 días. Uno de los principales voceros sostuvo que "creo que ya está bueno, hay que detener a alguien y las instituciones tienen que procurar hacerlo o de lo contrario esto va a continuar".

Esta misma semana, las autoridades han dicho que las estadísticas indican que existe una disminución del 40% en los hechos de violencia en general en las provincias donde está en vigencia.

Desde el Gobierno también se abordaron las acciones realizadas en torno al Plan Buen Vivir, que cumple la misma cantidad de tiempo que el Estado de Excepción, ya que fue anunciado en paralelo, y que actualmente ha desarrollado avances en el trabajo realizado con las distintas comunidades y con proyectos de inversión social y conectividad.

Pese a que la evaluación realizada incluyó también a las policías y a parlamentarios del sur, llamó la atención la ausencia de representantes del Ministerio Público, que tienen a cargo la indagación de estos delitos.

Los hechos de violencia ocurridos en la semana y la positiva evaluación del Estado de Excepción pudieran parecer contradictorios, ya que lo sucedido en las últimas semanas en la Macrozona Sur no refleja lo informado por las autoridades en torno a los resultados de la medida. La coordinación de todas las instituciones involucradas en las iniciativas definidas por el Gobierno en las provincias afectadas por la violencia, así como también la voluntad de realizar investigaciones de los ilícitos que dañan a ambos territorios a fondo, son acciones básicas para enfrentar la situación que, más allá de los resultados estadísticos o las definiciones estratégicas, siguen afectando a habitantes del país, a sus familias y a su calidad de vida.

Ala viga en el propio, hay un mundo de expertos demócratas. Como se sabe, desde que "volvió la democracia", Chile nunca más fue el mismo. En menos que canta un gallo, se convirtió en una especie de país lleno de expertos en mejorar la salud, la calidad de la educación, la economía, combatir la delincuencia, descentralizar el territorio, modernizar la conectividad, preocuparse del medio ambiente, aumentar pensiones, fiscalizar la honestidad de las autoridades, del sistema judicial, la corrupción, de apoyar a la clase media y pymes, atacar la burocracia, incentivar igualdad salarial para la mujer, protección de los derechos infantiles y bla bla bla…

¿Lo ha oído?, ¿le suena?, ¿lo han logrado?...

Para que nos hacemos los lesos, sobran ejemplos que demuestran cómo cada gobierno entra a la Moneda ofreciendo el oro y el moro, y salen dejando al país cada vez más endeudado y corrupto.

¿Por qué?, ¿qué le pasa a esta oleada de novatos que ya antes de posarse en sus nuevos cargos, miran directamente la paja del ojo de sus antecesores para ningunearlos, desautorizarlos, por lo que vamos deshaciendo, desarmando, reemplazando, cometiendo borrón y cuenta nueva, con toda la carga y costo para los ciudadanos?… ¿Y?

Y aquí estamos. Y reconociendo que si bien algunos gobiernos lograron capitalizar sobre la base que dejó el gobierno militar y hemos tenido mejores días en estos cuarenta años, hoy estamos peor que en 1973 y ad portas de elegir una nueva Constitución que obviamente no nació en un ambiente de amor y que además fue escrita, dicen, por expertos. Como se ha visto, algunos expertos en farándula, otros en mentir, otros en chamullar y en general la mayoría eran expertos en "inexperiencia en leyes" y tal vez sin herramientas apropiadas para elaborar la carta fundamental de un país.

¿Cómo llegamos a esto?, ¿es el Chile que queremos? ¿Queremos depender de novatos, cual monos con navaja que hacen y deshacen, que dicen una cosa para hacer lo contrario? ¿Estar en manos de esta generación de cristal que no sólo no le enseñaron a respetar la experiencia ajena, sino tampoco aprendieron a mirar la viga en el ojo propio?… ¿O es muy tonto lo que estoy diciendo?.

Vivian Arend