Vicente Pereira
Cuatro días después de que se realice el plebiscito de salida de la propuesta de nueva Constitución (4 de septiembre), elaborada por la Convención Constitucional, tendrá lugar en Puerto Varas el congreso "Desafíos de la educación particular en el nuevo escenario social y político", que organiza la Federación de Instituciones de Educación Privada (Fide).
Será el primer evento de este tipo, de manera presencial, en el marco de la pandemia del covid-19.
Pedro Díaz, presidente de esta entidad a nivel nacional, explica algunos puntos que le preocupan respecto al contenido de lo que se propone en la nueva carta fundamental.
Además, explica que entre otras materias que serán objeto de análisis en dicho encuentro, que se extenderá por dos días, se encuentran los desafíos futuros de la educación, como la innovación.
-¿La fecha tiene relación con el plebiscito?
-Exactamente. El tema central trata sobre los desafíos de la educación en el nuevo escenario social y político del país. Es así como, en caso de ganar el Apruebo, hay elementos que a nosotros nos preocupan y que están referidos a la libertad de enseñanza, de los padres para elegir el proyecto educativo de sus hijos y al financiamiento. Pero si triunfa el Rechazo, tendremos que interactuar de nuevo con lo que ocurra en el país, como la creación de una nueva asamblea o grupo de expertos.
-¿Cuál es el análisis que realiza del escenario para la educación privada y subvencionada en la propuesta constitucional?
-Nosotros, como Fide, valoramos ciertos elementos de la propuesta, como lo que tiene que ver con los derechos; pero hay aspectos que nos preocupan y que no estaban presentes en la propuesta original, ya que fueron cambiados en el pleno (de la Convención), como el que no quede garantizado que se puedan abrir nuevos colegios privados, como sí lo establece la actual Carta Magna, cuando define qué se entiende por libertad de enseñanza y concede a privados la posibilidad de abrir un colegio. Se habla de colegios creados y reconocidos por el Estado. Lo mismo sucede con el financiamiento, por cuanto se menciona un basal para los colegios públicos.
-La preocupación está puesta solo en la educación pública.
-Hay que potenciar la educación pública, pero no puede ser en contra de la privada. Hay que elevar su nivel, pero sin afectar la subvencionada. Nos preocupa un artículo que se refiere a la participación vinculante de las familias, lo que significa que podrán decidir sobre el proyecto educativo del colegio, lo que es una temática complicada, porque hoy los padres opinan, pero con esta propuesta podría darse, por ejemplo, que en un colegio católico, en cinco años más se reúna la asamblea de los padres y defina que "no queremos más que sea católico (...). No queremos misas, ni confirmaciones, ni primeras comuniones (...)" y como la Constitución les dará el carácter de vinculante, el colegio tendría que hacerles caso… Ahora, no estamos en contra de la participación, al contrario, pero hay que tener un límite. Otro punto que inquieta es la libertad de cátedra de los profesores sin importar nivel. Es decir, desde los párvulos hasta cuatro medio podrán enseñar lo que estimen, pasando incluso por encima del proyecto educativo del colegio, de los modelos que pudiesen tener.
-Se podrían presentar distintas visiones frente a un suceso determinado...
-Pudiera suceder que en sexto básico, por ejemplo, cuyo contenido contempla el 11 de septiembre de 1973 (golpe de Estado), el profesor del Sexto A podría decir que un "Mesías salvó al país...", pero en el B, el docente podría decir que hubo "un genocidio". Por ello la libertad de cátedra tiene que limitarse a lo que dice el proyecto educativo.
-¿Sienten que un grupo minoritario trató de instalar sus ideas en materia de educación?
-Exactamente, eso es lo que creemos que ocurrió, que un grupo maximalista terminó haciendo una Constitución un poco ambigua, que deja espacio para interpretar mil cosas. Hemos tenido muchos conversatorios con ex constituyentes de todos los sectores y pones a dos juntos y parece que escribieron dos constituciones completamente distintas. Es impresionante. Frente a estas preocupaciones, queremos tener certezas, más claridad. Si se aprueba la nueva Carta Magna vendrá una gran cantidad de leyes que el Congreso tendrá que sacar adelante y el rol nuestro, como representante de los colegios particulares y particulares subvencionados, será estar muy presentes para hacer respetar nuestros valores. Y si triunfa el Rechazo, veremos qué es lo que pasa para seguir defendiendo estos mismos valores.
-¿Creen que la educación subvencionada pudiese estar en peligro?
-No. Nosotros hemos tenido mucho diálogo con el ministro de Educación, Marco Ávila, así como con ex constitucionalistas y no vemos por dónde pudiese estar en peligro la educación subvencionada. Ello sería ser alarmista. Hoy la educación subvencionada es el 54% de la matrícula del país, entonces quién se podría hacer cargo de esta educación. De hecho, en el sistema de admisión 2022, el 70% de las familias postuló a colegios subvencionados.
Sistema escolar
-¿Qué evaluación realiza del sistema de postulación?
-El sistema de admisión vino a solucionar un problema que existía en el país, el de la discriminación, así como la segregación existente y el terminar con ciertos espacios para el lucro. Como Fide no estamos en contra de eso, pero sí hay que ver algunos detalles, como que los colegios no tengan participación, de manera que las familias tengan claro que si van a optar a un colegio católico, sepan que es católico.
-¿Falta debate sobre el plan educacional, sobre todo en el marco de la pandemia?
-Tenemos reuniones periódicas con el ministro de Educación y se encuentra en la agenda de este Gobierno revisar el currículum escolar. El ministro ha planteado que quiere modificar la Jornada Escolar Completa, que vuelva a lo que le dio origen, que sea un espacio de desarrollo integral, centrada en los deportes, en las artes y que no sean más horas de Lenguaje, Matemáticas o Historia, más si se considera que a pesar de ello, no se terminó la brecha entre los distintos colegios. Sí cumplió un rol relevante desde el punto social. El ministro ha dicho que nos invitará a ver cómo darle un nuevo enfoque a la jornada escolar completa
-¿Cómo evalúa el retorno a clases, sobre desde el punto de vista de la convivencia?
-Creo que ha sido compleja la vuelta a reencontrarse después de dos años. Y por eso nosotros hemos invitado mucho a los colegios a fortalecer lo que se denomina "la revinculación". Hemos sugerido que dediquen tiempo al diálogo, al volver a compartir, el respeto a los profesores. Situaciones como la de los padres exigentes, que tuvieron la clase en su casa y que, en muchos casos, incluso la interrumpían, debemos analizar, porque no puede ocurrir que nos olvidemos de la pandemia sin aprender nada. El tema es cómo todo esto nos sirve para mejorar la convivencia, los aprendizajes y qué es lo que priorizamos de currículum extenso. No sacamos nada con tener chicos brillantes, si no saben convivir con otros.
"Hoy los padres opinan, pero con esta propuesta (de Constitución) podría darse, por ejemplo, que en un colegio católico, en cinco años más se reúna la asamblea de los padres y defina que 'no queremos más que sea católico'".