El eterno problema de los microbasurales en los barrios de Osorno
En la década del '80 había focos incluso en plazas y calles céntricas.
Texto y fotos: archivo diario El Austral de Osorno
El problema de los microbasurales en Osorno es simplemente histórico. No se trata de un fenómeno reciente, generado tal vez por la mayor cantidad de basura, plásticos ni por la abundancia de electrodomésticos, que duran como máximo 5 años y luego son desechados por inescrupulosos en cualquiera parte. Los registros indican que los microbasurales han sido un problema eterno en las calles y barrios de Osorno, incluso en la zona centro. Es un mal que ha traspasado generaciones y que, por desgracia, se mantiene tan vigente como antaño. Hay esfuerzos que ayudan a mitigar el problema, como la campaña municipal "Patio Limpio", aunque claramente es insuficiente.
Una serie de notas publicadas por este medio entre 1983 y 1987 dan cuenta de numerosos focos con desperdicios en lugares públicos y, por supuesto, en las tan castigadas riberas de los ríos Damas y Rahue.
"En un foco de infección y contaminación se ha transformado la ribera del río Damas, en el sector de las calles Matta y Baquedano, a raíz de la proliferación de desperdicios que desconocidos arrojan amparados en la oscuridad de la noche e infligiendo las disposiciones municipales. Gran cantidad de envoltorios, zapatos, cajas y desechos en general cubren un amplio sector y se deslizan hasta el afluente del río Rahue, contaminando sus aguas y perjudicando la estética de uno de los sectores con mayor atractivo en la ciudad", informó este medio en 1984.
La situación, que en ese momento afectaba a calle Matta con Baquedano, era una muestra de lo que sucedía en diversos puntos de la ciudad, ante lo cual el alcalde de la época, Luis Urzúa Romero, manifestó que "es un problema que no parece tener solución, ya que desconocidos insisten en arrojar basura en lugares públicos".
El municipio intentó adoptar medidas drásticas, como la aplicación de multas de 10 mil pesos, según la ordenanza sobre la limpieza, pero fueron en vano, porque los microbasurales reaparecieron una y otra vez. Según los vecinos de Matta con Baquedano, las personas iban de noche a botar la basura, "amparados por la oscuridad".
"Los basurales no sólo constituyen focos de infección por la descomposición de restos de alimentos, con el consiguiente peligro sanitario para la población, sino también dan un aspecto de desaseo a la ciudad", precisó la nota.
En la plaza Suiza y Amador Barrientos
En otro punto de Osorno, en la plaza Suiza, ubicada en Zenteno con Rodríguez, lugar de esparcimiento de niños y adultos, también se formaron en aquellos años microbasurales.
"En un botadero de basura se ha transformado el sector de la plaza Suiza, adyacente a las calles Covadonga y Rodríguez, hasta donde llegan vecinos del mismo barrio a arrojar desperdicios, sin que con ello se logre terminar con el antiestético cúmulo, donde se observan restos de verduras y desechos en general. La situación fue lamentada por personas que pasean habitualmente en la plaza, que no conciben tal irresponsabilidad de quienes insisten en arrojar desperdicios en la vía pública. Algunos culpan a las autoridades de no preocuparse de esta situación, mientras que otros señalan que el problema está en los propios pobladores", señaló la nota de El Austral.
La situación era más grave en la calle Amador Barrientos en 1984. Las dueñas de casa y vecinos del barrio denunciaron que llegaban inescrupulosos, a cualquier hora del día, a botar basura en un terreno que había justo en la intersección, incluso en carretillas. En ese momento ya estaban resignados a ver el sitio convertido en un basural urbano, además de "dormitorio" de ebrios y vagos.
"Si bien confesaron que en un principio intentaron evitar que se constituyera en un foco de infección, de insectos y roedores, incluso concurriendo a la Municipalidad, después de 3 años comprobaron que no sacaron nada en limpio y la gente siguió arrojando desperdicios en ese lugar, sin considerar las molestias que ello significa para los vecinos del sector".
El sitio en cuestión estaba convertido en un potrero, a la espera, en ese entonces, de concretarse la extensión de la calle César Ercilla, que pasó por el lugar.
"Todo el día y a cualquier hora llega la gente en carretillas y vehículos a botar desperdicios. Estamos realmente aburridos", indicó a este medio la vecina Amelia Montes.
El camión municipal de la basura concurría cada 15 días a retirar los desechos acumulados por los maleducados de siempre. "Dejan limpio, pero al poco rato empiezan de nuevo… si hasta se enojan y responden de mala forma cuando les decimos que no lo hagan", recalcó la vecina de calle Amador Barrientos.
Ante esta ola de microbasurales esparcidos también en Rahue, Francke y Ovejería, el alcalde Luis Urzúa recalcó en 1984 que "seremos implacables con los transgresores, ya que el municipio está empeñado en que la ciudad recupera su prestigio de ciudad limpia".
1. En la foto principal se observa el basural instalado en calle Matta con Baquedano, en plena ribera del río Damas.
2 y 3. El problema de los microbasurales también afectó a la emblemática plaza Suiza de Osorno, en Zenteno con Rodríguez. Hoy es inimaginable que en aquel agradable paseo público existan focos de basura y desperdicios, que ese entonces eran arrojados por los mismos vecinos del sector.
4. En calle Amador Barrientos con César Ercilla existía un gran sitio baldío que se transformó en un basural. Fue un dolor de cabeza para los vecinos de la época. Hoy pasa la calle por ahí.
5. El municipio emprendió una intensa campaña para terminar con los basurales, con inspecciones y fuertes multas.