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en un local grande, de 50 metros cuadrados y le damos trabajo a una persona. Nos cambió la vida", detalló.

Este cambio total los tiene encantados con la zona y se proyectan seguir aquí.

"La vida nos cambió para bien; donde vivimos, los paisajes hacen que uno nunca se aburra, el aire, porque nosotros venimos de una zona súper contaminada por la minería. En cambio acá en el campo hay aire puro, es vivir en un paraíso y ojalá nunca nos tengamos que ir. Ya nos cuesta ir a la ciudad", reveló.

Aburridos del peligro

Rodrigo Mera (40) es un osornino que se fue a Santiago para estudiar Relaciones Públicas y desarrollarse profesionalmente, ciudad donde se casó con la sicóloga Dominique Ampuero (33). Allí estuvo por 19 años, 11 de los cuales trabajó en la Municipalidad de San Bernardo, desempeñándose en varias oficinas: fue jefe de gabinete, encargado del Departamento de Comunicaciones hasta llegar a ser coordinador e la oficina de Seguridad Pública.

"En la oficina de Seguridad Pública fue donde quedó la escoba. Cuando ocurrió el estallido social, intentaron entrar innumerables veces a la Municipalidad de San Bernardo, tuvimos que presenciar enfrentamientos con carabineros, personas que querían desmantelar el edificio, fue un tiempo bien complejo. Vimos proyectos emblemáticos que se habían postulado desde la oficina de Seguridad Pública, como por ejemplo semáforos, cámaras y luminarias, los cuales se venían al suelo", relató.

Para Cristian ese fue un periodo muy complejo, ya que incluso los funcionarios municipales recibían amenazas, generando un gran estrés en toda la comuna.

Fue así que en diciembre de 2019, junto a su esposa, decidieron venir por una nueva vida a la provincia.

"Mi señora es de La Florida, ella es sicóloga y tomamos la decisión de venirnos a buscar suerte. Acá nos recibió mi familia por dos meses hasta encontrar trabajo y casa. Hoy estamos viviendo en el campo, en el kilómetro 4 del camino a Trumao, en una cabaña muy bonita", explicó.

El cambio fue radical: Dominique trabaja atendiendo pacientes de forma remota y Rodrigo en varios proyectos, pero también durante la pandemia armaron un emprendimiento llamado "Emporio Galpón.

En dicho emprendimiento trabajan de manera colaborativa con varios artesanos de la zona, comercializando productos tejidos con fibras naturales, como canastos de mimbre, pantallas de lámparas, individuales, presentando estos productos todos los sábados en la Feria Puerto Varas Rural, de la comuna del mismo nombre.

Rodrigo además trabaja para la Corporación de Desarrollo Turístico de Puerto Octay, es director ejecutivo de la Corporación Plan Octay y también en el museo.

Las labores que actualmente están desarrollando no se comparan en lo más mínimo a la vorágine capitalina, donde ahora pueden disfrutar de un cielo donde en la noche se pueden ver las estrellas y tomar agua de pozo, dice Rodrigo.

"Nuestra idea es quedarnos en el sur. Nuestro centro de operaciones es acá en el campo. Rescato mucho mi paso por la Municipalidad de San Bernardo, porque allí aprendí mucho", remarcó este osornino que decidió volver a su tierra junto a su esposa.

"La vida nos cambió para bien, donde vivimos, los paisaje hacen que uno nunca se aburra"

Cristian Pérez, Copiapino que llegó a Puyehue