Inmigración local: chilenos que dejan la gran ciudad en búsqueda de tranquilidad
El estallido social y la pandemia trajeron muchos cambios que ahora debe enfrentar la sociedad, acentuados en las grandes urbes, como la delincuencia, falta de trabajo o estrés, por lo que muchas personas decidieron dar un giro en sus vidas para encontrar una mejor calidad de vida que muchos de ellos visualizaron en la provincia de Osorno.
Sin duda Chile ya no es el mismo país desde hace cinco años atrás. Ahora es una tierra en constante movimiento de personas, muchos migrantes extranjeros en todas las regiones, pero también hay otros tipos de aventureros que por ser chilenos, quizás pasan más desapercibidos. Ellos decidieron dejar el agitado ritmo de las grandes ciudades para establecerse en lugares tranquilos, y la provincia parece estar siendo un lugar propicio para encontrar esa paz.
Los cambios son radicales: probablemente implican dejar atrás amigos, familia, costumbres, pero la ganancia es una vida más cercana a la naturaleza y a la simpleza de las cosas, a la vida de pueblo, donde todos se conocen y acogen a los recién llegados que también vienen a aportar, a cambio de una mejor calidad de vida.
Democratizando platos
Alan Araneda (39), llegó junto a su familia desde la Región Metropolitana a Purranque, donde se instalaron para concretar un cambio radical en sus vidas, que lo tiene al mando de un innovador proyecto gastronómico que busca "democratizar" platos que no siempre están al alcance de todos.
"Soy nacido en Concepción y a los 20 años emigré a Santiago por razones de trabajo. Ahí conocí a mi pareja, con quien tenemos tres hijos y no