Correo
Déficit de viviendas
El Plan de Emergencia Habitacional anunciado recientemente por el ministro de Vivienda Carlos Montes, acompañado del presidente Gabriel Boric, fue recibido como una buena noticia.
El déficit de viviendas -que se expresa dramáticamente en los centenares de carpas y rucos que hoy vemos en bandejones de avenidas, caleteras de autopistas, parques y rincones oscuros en varias comunas de Santiago y de Chile-, alcanza un número enorme: 640 mil. El plan anunciado aspira a generar 260 mil viviendas, no necesariamente nuevas, ya que se abre a la idea del arriendo y otras soluciones.
Lo que nos alegra a nosotros, como Hogar de Cristo, es saber que en el gobierno existe conciencia de reforzar el programa Vivienda Primero para personas en situación de calle. La cifra oficial habla de casi 20 mil, las que, sin duda, se han incrementado a causa de la pandemia, la masiva migración y el alza del costo de la vida, particularmente de los arriendos. El costo de alquilar una pieza ha empujado a muchos a vivir de allegados, en campamentos y, lo más precario de lo precario, a la intemperie.
Hoy existe un subsidio al arriendo para adultos mayores en pobreza y vulnerabilidad, que debería ampliarse a las personas con discapacidad y a las que viven en situación de calle. El carácter de emergencia de este plan habitacional, que organizaciones como Techo han dicho que debería aspirar a ser una política permanente, en el caso de quienes pernoctan en la calle sí se convertiría en una solución estructural y definitiva. No sólo porque otorga un techo a los más pobres, sino porque la evidencia internacional ha demostrado que la solución de largo plazo a la realidad de los homeless es Houssing First. Y lo escribo en inglés porque el programa fue creado en Estados Unidos, donde logró en los años '90 resolver la precaria realidad de los veteranos de guerra que vivían en las calles en varias ciudades de ese país. Ese caso y varios otros de éxito en el mundo, demuestran que la solución real para los más pobres que viven a la intemperie es Vivienda Primero, porque para recuperar el control de la propia vida, la base es contar con un lugar propio y seguro donde rearmarse. En este caso, el plan de emergencia podría ser una solución definitiva.
Andrés Millar, jefe técnico nacional del Hogar de Cristo
Incertezas de la Constitución
La constitución de las incertezas o intenciones no claras podríamos nominar al actual borrador constitucional que como ciudadanos nos convocamos a discutir durante estos meses. Pues, a medida que avanzamos en su páginas nos encontramos con grandilocuentes principios que abarcan mucho y dicen nada. Un catálogo amplio de derechos sociales que parecen bajar del cielo a solucionar la calidad de nuestras vidas, pero de la forma, sabemos poco o nada, solo que tendremos al Estado y a sus burócratas más presentes.
Podrían desaparecer las AFP, porque un principio como la solidaridad de las pensiones en el texto las haría inconstitucionales, en consecuencia, ¿qué es lo que pasaría con nuestros ahorros? No hay manera de saberlo. Un Congreso con facultades desbordantes de los demás órganos del Estado, sin frenos ni contrapesos. ¿Qué democracia es la que vendrá a parar? Una justicia escalofriante, que divide y pone a unos sobre otros. ¿Qué horrores resultarán de una justicia politizada e indigenista?.
Las incertidumbres siguen a lo largo del texto, que se asemeja más a una mala ley que a la Constitución de un país que aspira al desarrollo. Empero, el problema es de nosotros; los ciudadanos a pie, quienes debemos vivir con la incerteza de que las futuras leyes enmienden en algún sentido este experimento constitucional en caso de aprobarse. Por que ellos, los del poder, tienen la certidumbre de que el borrador les favorece y acomoda porque les representa mayor potestad para ellos y sus colegas.
Matías Padilla Fundación para el Progreso
Universidad y diversidad
¿Qué es la diversidad y cómo entenderla en la universidad?. Ciertamente una pregunta bastante compleja y amplia de responder, no teniendo la pretensión de hacerlo en este texto, abordaré algunos aspectos a modo de reflexión personal. Muy compleja en su diagnóstico, análisis y argumentos asertivos.
Todos sabemos alguna cosa de la diversidad, por cierto, no obstante, toda universidad es una compleja red de acciones, programas en desarrollo, cursos, cátedras, diplomas, magister, doctorados, etcétera. Junto a otras funciones de naturaleza administrativa que dan una vida relevante como comunidad, considerando que toda la sociedad nos mira, nos valora e incluso nos critica.
Como docente de violín, Luthier y gestor cultural puedo decir al respecto lo siguiente: cada instrumento musical es también una compleja arquitectura de formas y modelos que llevan a un todo, primero por separados y luego juntos como ocurre en una orquesta sinfónica, por ejemplo, o en otra conformación instrumental o vocal. Es esta dualidad interesante desde la concepción filosófica de la cosa.
Como docentes ponemos todo lo mejor de nuestros conocimientos al logro de todos los objetivos que nos exige nuestra labor, ponemos las virtudes, anhelos e incluso sueños en pro de ser mejores cada día.
La universidad en su diversidad nos ofrece ser mejores cada día, a través de la formación profesional y humana, de esta forma aportar al bien común. La naturaleza nos muestra esta diversidad a simple vista y nos hace ver cuán necesaria es para la convivencia. Nuestro logo institucional dice: "Conocimiento y Naturaleza "o conocimiento y diversidad.
Por otro lado, estamos enfrentados a un proceso de discusión muy relevante para el futuro de nuestra república, en una comprensión común a pesar de nuestras diferencias, debemos reconocernos en la diversidad y en todo medio donde compartimos fraternalmente, incluso aquellos con calidad virtual.
Unos más y otros menos, la diversidad nos pone a prueba en muchas cosas. Sabemos que llegamos desde afuera con formas y disposiciones que son propias de las herencias que nos formaron y que no siempre manifiestan aspectos benéficos para una convivencia armónica o para resolver los problemas a través de la razón, la justicia o el diálogo.
La universidad y su diversidad nos invita a ser hombres nuevos, producir cambios en nosotros mismos, por medio del trabajo, el cultivo de las virtudes, el conocimiento y la búsqueda de la verdad.
René Santibáñez, docente Casa de las Artes de la Dirección de Vinculación con el Medio, Universidad Austral de Chile Sede Puerto Montt