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frente a la plaza de Armas desde 1949, aunque había sido reconstruida después del terremoto de 1960.

Los trabajos para lograr su reconstrucción motivaron a todos los purranquinos, así como a cientos de personas de otras comunas, regiones e incluso países, quienes participaron activamente en las campañas que se han realizado para lograr los fondos necesarios para levantar nuevamente el siniestrado templo, trabajo iniciado en julio de 2017.

"El trabajo comenzó en un momento de suma tristeza al ver la parroquia destruida por el incendio, pero rápidamente encontramos consuelo y fuerza en nuestro Señor para levantar de nuevo el templo. La comunidad ha sido un pilar fundamental, así como toda la ayuda y colaboración recibida. Hoy que estamos muy próximos de concluir las obras de reconstrucción, podemos ver los frutos de este trabajo colectivo de tantas personas", señaló el párroco Jorge Gómez.

La estructura, construida en madera de alerce, mañío, entre otras nativas, también cuenta con algunos detalles que fueron salvados o recuperados del voraz incendio. Actualmente la obra registra más de 80% de avance, dejando en evidencia la belleza de su diseño realizado por el arquitecto Edward Rojas, Premio Nacional de Arquitectura 2016.

El edificio consta de 4 espacios en uno: el museo junto con una fachada que recuperará el atrio y campanario del templo anterior, más la estructura de la primera capilla de Purranque que data de 1922 aproximadamente.

En el proceso han sido fundamentales todos los aportes realizados, tanto individuales logrados a través de campañas como "Purranque Repatrimonial", de contribuciones gestionadas por el Comité de Reconstrucción, recursos entregados por la Fundación de Beneficencia San Sebastián y la Fundación Chile + Hoy. Ello, además del aporte y ayuda entregada por el municipio purranquino y el propia Iglesia Católica.

"Esperamos inaugurarla en diciembre como un regalo para nuestra comunidad. Estamos realmente agradecidos con Dios, porque es una hermosa parroquia la que se ha levantado con el esfuerzo de todos. Cada uno de los aportes es importante y fundamental para que este trabajo, después de seis años, esté tan avanzado. La comunidad ya aprecia la parroquia desde su exterior", indicó el sacerdote.

San Conrado de Trumao

A 18 kilómetros de la comuna de San Pablo está emplazada la capilla San Conrado, en el poblado rural de Trumao, a orillas del río Bueno. El templo fue levantado por iniciativa de Dolores de Bouzout en la década de 1920, siendo construida con tejuelas de madera nativa en la altura de un cerro, desde donde en esos años tenía una vista panorámica de todo el movimiento fluvial, comercial y ferroviario que se realizó exitosamente en el sector hasta 1960.

En enero del 2020, para su centenario, la estructura fue destruida por la caída de un enorme pino emplazado en un pequeño bosque que la rodea; además, un movimiento de tierras arrastró una pared, ingresando el agua y barro a gran parte de la capilla. Vecinos y fieles del sector rural trataron de remover los escombros, pero les fue imposible, dada la magnitud del daño y peligro que revertía.

Carmen Valdeavellano Cortés, nacida y criada en Trumao, organizó un trabajo colectivo para recuperar y reconstruir la estructura, cuyo eje central y cúpula había cedido por el golpe del árbol.

"Lo primero fue comenzar a buscar aportes económicos o de mano de obra para sacar ese tremendo tronco que estaba atravesado en la estructura y las toneladas de tierra, ramas y barro que se desplazaron en el terreno y arrastraron la pared. La verdad, nunca dudé en tomar este desafío como propio, por el amor que le tengo a este sector donde llegaron mis padres hace ya más de un siglo. Así fue como se sumaron muchos amigos, conocidos y fieles. Llegaron a ser 48 personas que ya en septiembre de 2020 estaban totalmente comprometidas con esta causa", relató la adulta mayor.

Se contrataron maestros que lograron rearmar la estructura con las mismas características arquitectónicas y de materiales (maderas nativas), incluyendo su cúpula de más de 4 metros de alto a partir del entretecho.

"El trabajo es de todos, que es lo importante. Muchas personas colaboraron dentro de sus posibilidades económicas o de mano de obra. La capilla es un regalo para todos y esta hermosa labor de coordinar la ayuda y dirigir la construcción en terreno fue una terapia para no caer en una profunda depresión, ya que la soledad en los tiempos de pandemia fue muy difícil. Esperamos inaugurarla dentro de los próximos meses, ya que están trabajando en obras menores. Lo que más enriquece el alma es que esta hermosa capilla fue reconstruida no sólo por quienes profesan la fe católica, sino que por muchas personas que ven en ella un símbolo patrimonial y arquitectónico para Trumao, San Pablo y la provincia", explicó Valdeavellano.

Santa Teresa de Tacamó

La capilla Santa Teresa de Los Andes, ubicada desde 1991 en el sector rural de Tacamó, en la comuna de Osorno, fue destruida por un incendio ocurrido en octubre de 2018. Desde entonces la comunidad del sector comenzó a trabajar para volver a levantar el templo construido en madera, creando los primeros meses de 2019 el "Comité pro construcción de nuestra capilla".

Gracias al trabajo colaborativo lograron reunir recursos para reparar un pequeño salón emplazado a un costado de la capilla, el cual tuvo daños menores durante el incendio. Desde ahí reactivaron la realización de misas e iniciaron mediante el voluntariado la remoción de escombros y la reconstrucción de la capilla.

"Esta capilla fue reconstruida íntegramente por el trabajo de voluntarios, quienes dedicaron parte de su tiempo y esfuerzo a la obra, mientras que muchas otras personas aportaron con dinero, materiales de construcción y con todo lo que se va necesitando. Esto es un testimonio de fe que nos dan las comunidades a los sacerdotes y a la ciudadanía. Esto es por amor a Dios y a Santa Teresa. Es un instrumento de unión y encuentro entre las personas que trabajan para reconstruir este templo de Dios", explicó el sacerdote Patricio Sánchez.

La capilla fue inaugurada en octubre del año pasado, para alegría de los fieles que domingo a domingo van a celebrar la misa y reencontrarse con su espiritualidad, aunque se mantienen distintos trabajos menores que continúan realizando voluntarios gracias a donaciones.

"Se reúnen para avanzar en las obras, en lo que llaman 'minga de trabajo', donde algunos llevan almuerzo mientras el resto trabaja en la estructura, que mantuvo su estilo y forma original, aunque no los materiales de construcción, que eran de maderas nativas y de un valor mucho más alto. Lo importante es la esencia que mueve a la comunidad para tener una casa de Dios hermosa y que sienten como su propio hogar. Es un ejemplo de unidad que debemos seguir en muchas otras áreas de la vida, ya que siempre se lograrán más objetivos unidos en el amor y la fe que resaltando diferencias que nos pueden separar", comentó el sacerdote.

Capilla Espíritu Santo

Durante más de 14 años, la comunidad vinculada a la parroquia Espíritu Santo, ubicada en la población Quinto Centenario de Rahue Alto, se esforzó y trabajó para contar con un templo que reemplazara la pequeña e improvisada estructura que los albergó desde 2007, cuando fue creada la sede parroquial.

En 2010 la Municipalidad de Osorno entregó en comodato el terreno, ubicado en las intersecciones de las calles 12 de

"Los templos son signos de unidad y espiritualidad, que es el factor común que moviliza a las personas".

Jorge Concha obispo de la diócesis de Osorno