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ENTREVISTA. Harry JüRgensen, ex intendente y actual convencional del Distrito 25:

"Hay que hacer una nueva Constitución, pero distinta a la que está en el borrador"

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María Consuelo Ulloa

Asegura que él no va a decirle a la gente, mientras se convencional, "si rechazar o no rechazar", pero a la vez desliza que el actual borrador es malo, lleno de temáticas que no le gustan: ideologías -como la paridad de género o el feminismo, asegura-, que no se reconoce la fe cristiana, que se atenta contra el mundo privado, entre otras.

Esa es la mirada de Harry Jürgensen Caesar (RN), ex intendente de la Región de Los Lagos en el último período de Sebastián Piñera y actual convencionalista por el Distrito 25.

Durante los últimos días hizo especial noticia por no aparecer en el trabajo convencional en Antofagasta, a lo que responde que no quería ir solo a hacer turismo porque ya no se puede cambiar nada relevante.

-¿Por qué motivo no viajó a Antofagasta?

-Nos parecía absolutamente improcedente hacer el viaje a Antofagasta, puesto que ya estaba escrita la Constitución y ya no se podía hacer ningún tipo de participación efectiva. Eran paseos en lancha, paseos a lugares turísticos, a Chuquicamata, paseos a oficinas salitreras y otros lugares de interés turísticos. Yo me di cuenta que yo no podía hacer ningún aporte a esa visita.

-¿No era necesario hacerlo allá?

-Se podría haber hecho perfectamente bien en Santiago, con mucho menos gastos.

-¿No le parece que es una oportunidad para promover la descentralización?

-No tiene nada que promover la Convención Constitucional, cuando ya el borrador está completamente escrito. Un viaje a Antofagasta no mejora ni empeora lo que ya está escrito y tampoco se va a mejorar a través de la Comisión Transitoria ni la Comisión de Armonización, porque no puede cambiar los contenidos.

-¿Tiene fe en las comisiones? ¿Integra alguna?

-Yo no integro ninguna, estoy de suplente de la Comisión Transitoria. No podemos estar todos, pueden participar, solamente, la mitad de los convencionales.

- ¿Confía en el trabajo de las comisiones?

- Aquí actúa siempre la mayoría. La fe la perdí yo en el minuto que la mayoría no le da ninguna posibilidad a una minoría a expresarse.

-¿Cuál es el balance que hace del trabajo realizado?

-Uno se siente bastante frustrado, por cuanto las posiciones nuestras, las ideas de uno... yo presenté personalmente más de 120 propuestas, y una sola permaneció y está escrita en la Constitución que se refiere al maritorio.

Todo lo que huele a privado, a participación ciudadana, a iniciativa privada, a usar la inteligencia de las personas y el conocimiento de las personas, no está en la Constitución. Hay demasiada mano del Estado, no veo a las personas en el centro.

-¿Cuáles son las temáticas que faltan en este borrador?

-Podríamos decir que lo que son derechos sociales o fundamentales, se consagran, no hay duda, pero hay mucha incertidumbre de la forma de aplicarse.

El tema que más me preocupa es que hayan distintos sistema de justicia. Gran gravedad también es generarle derechos a la naturaleza y los animales y, no al ser por nacer.

También el que se limite toda la acción privada que siempre tiene que haber un control absoluto del Estado. Este estatismo tan fuerte, genera límites enormes en la capacidad de gestión y emprendimiento de las personas.

El derecho a la propiedad está consagrado, pero no está consagrado cuándo es expropiable la propiedad y si lo es cuál es el precio.

Si uno empieza a escarbar, también va a encontrar cosas positivas, por supuesto que las tiene, el ser chileno, qué se yo, pero es negativo que desaparezca el Senado.

-¿Con qué sensación se empieza a quedar de todo el proceso?

-De la misión cumplida desde mi parte, habiendo intervenido mucho en la defensa de nuestras ideas. Pero al final no se hace un reconocimiento de la Patria, no se hace un reconocimiento de la fe cristiana, porque es laico y la presencia de Dios no existe y eso, en mi opinión, no es dejarle libertad a las personas. Me siento frustrado de haber incidido muy poco al final de la Constitución.

-¿Cómo definiría la calidad del borrador?

-Muy mala, en general predominan algunos fanatismos ecológicos, algunos fanatismos del feminismo, del indigenismo, y esos fanatismos provienen de la ultraizquierda que son muy radicales y que se cierran a cualquier otra posición (...) poner como principios universales temas absolutamente ideológicos, porque el feminismo o la paridad de género no es un principio universal, sí es una ideología.

-¿Va a aprobar o rechazar?

-La Constitución actual establece que se hace un plebiscito el 4 de septiembre en que las dos opciones son aprobar o rechazar, la tercera vía no existe en estricto rigor. Lo que sí tenemos que tener claro es que la ciudadanía ya se expresó sobre esta actual Constitución de 1980. Eso está claro y hay que asumirlo, no la quieren los chilenos.

El rechazo tiene que obligar a que exista un proceso constituyente de nuevo, el rechazo significa que esta Convención Constitucional fracasó, pero no puede significar que no se reinicie un nuevo proceso de cambio constitucional. En mi opinión hay que hacer una nueva constitución, pero distinta a la que está en este borrador.

-¿Entonces rechaza?

-Yo no voy a decirle a la gente rechace o no rechace mientras sea convencional constituyente, hasta el 4 de julio.

"Uno se siente bastante frustrado, por cuanto las posiciones nuestras, las ideas de uno... yo presenté personalmente más de 120 propuestas, y una sola está escrita en la Constitución"