Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv
  • Espectáculos

(viene de la página anterior)

E-mail Compartir

huerta de hortalizas, además de frutales.

"Tenemos la huerta de frutales y la de hortalizas; esta última la retomé con la pandemia, porque me entusiasmé con una casa colaborativa que funciona en Valdivia y se llama Cisne Negro, donde hacen talleres y uno de ellos era de huerta. Las clases fueron online, en plena pandemia, y ese taller luego se transformó en un club de huerta al que pertenezco. Nos juntábamos todos los sábados virtualmente y cuando la pandemia empezó a bajar nos juntamos físicamente y recorrimos todas nuestras huertas, que son de todo tipo", detalló.

Karin agregó que el sentido que tiene su grupo de huerteros no es solamente el de hacer un peregrinaje conociendo cada lugar donde cultivan sus vegetales, sino que es el de colaborarse intercambiando distintas semillas, sobre todo con el fin de preservar las especies que son antiguas y que estaban olvidadas, pero que hoy resurgieron en restaurantes dentro de los platos gourmet. Entre ellas se encuentran la mizuna verde, roja o morada, las hojas de mostaza, la rúcula y las distintas variedades de tomate.

"Dentro del grupo hemos logrado tener semillas de unos 30 tomates distintos, que van desde el azul intenso, pasando por el rojo, naranjo y amarillo, además de todos los tamaños", explicó.

Según dijo, siempre le ha gustado el tema de la huerta y cuando vivía en otras casas tenía plantas más pequeñas en maceteros, con especies aromáticas para las comidas.

"En el campo de mi papá siempre hubo huerta y aun cuando no era tan apreciada por mí, creo que me quedó un poco en la retina. Una de las ideas de vivir en una parcela era tener nuestros propios frutales y árboles nativos, además de la huerta", manifestó.

Es así como todos los integrantes de su familia cumplen con una función específica, donde Karin se encarga de la huerta hortalicera, su marido ve los frutales, los árboles nativos y la poda, mientras que su hija estudiante de Medicina y su hijo que cursa tercero medio se ocupan de la parte ornamental y la mano de obra de las estructuras y del trabajo de la tierra.

Con este método han logrado un excelente rendimiento que les permite el autoabastecimiento.

"Cuando uno empieza a hacer esto se da cuenta que puede llevar a su mesa una ensalada mucho mejor que en un restaurante, llena de colores y sabores. Nosotros estamos sobre abastecidos, pero una de las gracias de tener huerta es el compartir; además ver crecer y luego cosechar tu comida tiene otro valor", reconoció Karin Berner.

Hortalizas que sanan

Otra riqueza que se encuentra en un huerto es su poder terapéutico, por lo que en el Centro Comunitario de Salud Familiar, Cosam Oriente, ya tienen incorporada la práctica. Así lo destacó el director de esa unidad, Pedro Fritz, quien explicó que en el marco de los talleres de los procesos clínicos de los usuarios hay varios talleres para la recuperación a través de la socialización y la ocupación del tiempo libre, y una de las ideas que surgió fue crear un huerto.

"Este taller integra a los usuarios con vecinos que quieren acercarse a participar. Esto se enmarca dentro de lo que uno podría llamar la terapia no hablada, porque uno tiene asimilado que la terapia es entrar a un box, hablar con un siquiatra y contarle lo que a uno le pasa. No obstante también están estos procesos clínicos que no tienen que ver con lo hablado y está el simbolismo, el hecho de ver que uno plantó algo, germinó y luego se pudo cosechar. Hay una serie de elementos que al usuario le van haciendo sentido y forman parte de la recuperación", explicó el médico.

El profesional aseguró que los pacientes están muy orgullosos presentando sus verduras a la comunidad, por lo que el invernadero ha ido creciendo y ya se están haciendo plantaciones a su alrededor. Pero como se trata de un proyecto, la construcción del invernadero estuvo apoyada por una ONG llamada Vertientes y un agrónomo les dio las orientaciones sobre qué plantar primero para que crezca más rápido y así disminuir la frustración de los pacientes.

El valor del huerto también está en su sentido de apresto laboral. Los usuarios aprenden el manejo del dinero y genera integración e inclusión a través de la interacción que implica una venta y lo que se recauda con ello se utiliza para comprar más semillas y así se da el retorno.

En otros casos las hortalizas son utilizadas en los hogares de los usuarios para su propio con sumo. Lo que sobra se va depositando en composteras para formar tierra a partir de los vegetales en descomposición.

"Hay procesos clínicos que no tienen que ver con lo hablado y está el simbolismo, el hecho de ver que uno plantó algo y eso germinó y luego se pudo cosechar"

Pedro Fritz, Director Cosam Oriente