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El fútbol llora a Leonel Sánchez, ídolo de la U y goleador del Mundial

LEYENDA. El zurdo del "Justicia divina", que llevó a la Roja al tercer lugar en Chile 1962 y fue protagonista de seis títulos del Ballet Azul, murió a los 85 años.
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Redacción

Dos zurdazos en blanco y negro de Leonel Sánchez son probablemente las imágenes más recordadas de las participaciones de Chile en los Mundiales de fútbol. Con apenas ocho días entre uno y otro durante la Copa de 1962, el ídolo del fútbol nacional fallecido ayer a los 85 años, dejó dos postales que no han sido superadas pese a que ya están a punto de cumplirse 60 años de aquel torneo.

La primera curiosamente no fue con el pie: fue el puñetazo con el que noqueó al defensor italiano Mario David el 2 de junio en el triunfo 2-0 sobre Italia en la fase de grupos, en la llamada "Batalla de Santiago". Él lo recordaba contando que en la disputa por el balón "caí sentado y quedé con la pelota entre las piernas. Entonces, él empezó a pegarme patadas y yo me paré y le di un combo".

La segunda fue el golazo de tiro libre que le marcó el 10 de junio al entonces mejor arquero del mundo, Lev Yashin, conocido como "La araña negra", en el partido de cuartos de final contra la Unión Soviética jugado en Arica.

Fue la apertura del marcador del 2-1 que dejó a la Roja en semifinales y el tanto dio pie al mítico relato de Julio Martínez, que lo calificó como "justicia divina", porque la falta había sido dentro del área, pero el árbitro la marcó fuera, al costado izquierdo del ataque nacional. Leonel le pidió a Jorge Toro patearlo, porque tenía una corazonada y dio un zurdazo imposible que llevó a Chile a semifinales.

"Si hubiera sido un arquero chileno quizás lo hubiera atajado, porque conocían a Leonel. Pero Yashin jamás pensó que iba a patear así: era una locura imposible", recordó años más tarde Julio Martínez.

Azul de corazón

La muerte de "El gran Leonel" como quedó bautizado tras ese Mundial, golpeó duro a los hinchas de Universidad de Chile, club con el que estuvo identificado durante toda su vida tras ser parte del Ballet Azul que entre 1959 y 1969 obtuvo seis títulos nacionales, que en 1962 le ganó 4-3 al Santos de Pelé para quitarle un invicto de más de un año, que ese mismo año consiguió la goleada más amplia de la historia: 9-1 a Magallanes.

No debe haber hijo o nieto de hinchas de la U de esos años que no les haya escuchado a sus mayores la frase "centro de Leonel y cabezazo de Campos". Era la fórmula del gol de los azules y siempre funcionaba, y apenas dos años después de la partida del "Tanque", se fue su amigo a seguir tirándole centros para la eternidad.

Él se reconocía sentimental y no temía que le cayeran lágrimas en público: "Si gana la U y voy al camarín, voy a llorar. Siempre me emociono mucho con la U". Era el amor de su vida, tanto, que la leyenda cuenta que pese a tener ofertas del Real Madrid, el Inter de Milán y el Benfica que era dirigido por su mentor Fernando Riera, prefirió mantenerse con el chuncho, equipo al que había llegado para debutar en 1953 de la mano de su padre Juan, boxeador que alcanzó un título sudamericano.

Ídolo transversal

El deceso de Leonel se produjo el día en que se jugaba un clásico universitario, que cuando él era parte del plantel de la U era el gran clásico del fútbol chileno, con previa de carros alegóricos y números artísticos. En los años 60 la dupla campeón-subcampeón se la repartieron cinco veces las dos universidades.

Aunque la identificación azul es indesmentible y él jamás dejó espacio a la duda, sus actuaciones con la Selección chilena lo hicieron querido por hinchas de todos los equipos: es el único jugador nacional que fue goleador de un Mundial con sus cuatro tantos en 1962.

A esa transversalidad ayudó también que una vez que fue despedido de la U a fines de 1969 por el presidente Héctor Pilassi, se fuera a Colo Colo, club con el que salió campeón en 1970. En 1971 jugó en Palestino y sus últimas dos temporadas las disputó con la camiseta de Ferroviarios, para retirarse en 1973.

Todo esto lo convirtió en el penúltimo ídolo querido por fanáticos de todos los clubes, porque estaba más arriba de cualquier disputa, solo comparable en los últimos años a Elías Figueroa, quien le rindió un homenaje en "Twitter": "Eres una leyenda del fútbol. Tu legado permanecerá vivo".

"Leyenda", "símbolo", "referente", "un grande": solo hay cariño para el zurdo

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Desde el Presidente Gabriel Boric hasta la FIFA, todos quisieron despedir con cariño a Leonel Sánchez, quien siempre se mostró humilde frente al triunfo y se ganó el respeto del mundo futbolero.

El mandatario, fanático de Universidad Católica, expresó en Twitter: "Quiero entregar mis más sinceras condolencias a la familia de Leonel Sánchez, referente de la Selección chilena e ídolo de la U. Los colores nos separan a través de una sana rivalidad, pero el respeto a la trayectoria y profesionalismo siempre se mantendrá".

Marcelo Salas, quizás la otra gran leyenda de la U, publicó un mensaje en Instagram: "Hasta siempre, gran Leonel. Gracias por todo".

El presidente del Sifup, Gamadiel García, ex jugador azul, dijo en Cooperativa que para dimensionar su importancia basta escuchar que "su nombre está en las canciones de la barra".

Alberto Quintano, quien alcanzó a jugar con Leonel en la U, afirmó que "es un símbolo de Universidad de Chile" y Héctor Hoffens, otro ex jugador azul, afirmó "es uno de los más grandes del fútbol chileno junto con Elías Figueroa y no se me ocurre otro".

La FIFA publicó en Twitter un video con los cuatro goles de Leonel en Chile 1962 con el mensaje: "Se fue un ídolo y leyenda del fútbol chileno. Descanse en paz, Leonel Sánchez".