El 4 de marzo fue conmemorado el Día Mundial contra la Obesidad, fecha instaurada desde 2020 por la OMS (Organización Mundial de la Salud) para hacer conciencia sobre el aumento de la malnutrición por exceso que afecta a más de dos mil millones de personas a nivel internacional y que, en Chile, enfrenta casi el 40 por ciento de los habitantes, dejando al país en el segundo lugar entre los miembros de la OCDE.

Las cifras han aumentado en pandemia. Cuarentenas, teletrabajo, clases virtuales y ansiedad se conjugaron para que esta enfermedad no transmisible creciera y proyectara consecuencias para la salud pública muy severas, pues los más jóvenes que tienen hoy sobrepeso, obesidad y obesidad mórbida registran amplias posibilidades de sufrir a futuro diabetes, hipertensión, daño a la salud mental y otras complicaciones difíciles de manejar.

Por estas razones es que se ha planteado como una responsabilidad colectiva. El lema 2022 propuesto por la OMS es "Todos debemos actuar" y, en Chile, el año pasado el ex diputado Gonzalo Fuenzalida dejó presentado ante el Congreso un proyecto de ley para que la obesidad sea considerada como enfermedad crónica y tenga cobertura Ges, además para crear una Política Nacional de Alimentación Saludable.

Este tema fue analizado por Massiel Salazar Garrido, directora de la carrera de Nutrición de la UST Valdivia, en una entrevista con www.soyvaldivia.cl , en la cual pidió a las familias ser activas en la prevención y también el tratamiento, sobre todo eligiendo alimentos menos procesados, cocinar, además de hacer actividad física diaria. También dio dos consejos que son el paso uno para enfrentar este problema: jamás saltarse el desayuno y comer juntos, pues el vínculo es protector tanto frente a esta situación, como ante los trastornos alimentarios que también rondan (sobre todo) a las jóvenes chilenas y que crecieron en un 30% durante la crisis sanitaria. Y respecto a las colaciones de los niños la recomendación es escoger entre frutas, palitos de verduras, frutos secos sin sal, leche o yogur. Además, se sugiere complementar con agua en lugar de jugos y bebidas y variar la composición de la colación diariamente.

Al tenor del alto nivel de endeudamiento que mantiene una parte importante de la población chilena, pareciera que las personas no supieran que el hecho de sobre endeudarse aumenta el riesgo de sufrir infartos, obesidad y cuadros depresivos.

La salud emocional y física de las personas termina pagando un elevado precio por las numerosas preocupaciones que recaen sobre los hombros de la gente por causa de las deudas y compromisos financieros excesivos.

Diversos estudios internacionales demuestran que la condición de sobre endeudamiento representa la primera preocupación de muchas familias, y que esta situación -que a menudo se vuelve inmanejable- trae consigo insomnio, ansiedad, jaquecas, dolores de cabeza, hipertensión y problemas de carácter cardíaco.

Numerosos expertos en el tema, así como psicólogos y psiquiatras, han constatado que el sobre endeudarse representa un factor que está en grado de generar diversos trastornos del ánimo, donde el estrés, la angustia y la ansiedad provocada por el "no saber qué hacer" -por causa de las deudas acumuladas-, conduce a las personas a un estado de constante nerviosismo, presencia de tensión física y psíquica, temor, incertidumbre, irritabilidad y trastornos gastrointestinales, todo lo cual, puede desembocar, finalmente, en úlceras estomacales, depresión y riesgo de infarto.

En muchos casos, esto se ve agravado a raíz de que como "fórmula de escape" para cubrir los pagos pendientes, la persona se embarca en nuevas deudas para poder pagar las más antiguas, lo cual enfrenta al sujeto a una suerte de círculo vicioso.

Dominique Keim, investigadora del Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica, dio a conocer que alrededor del 30% de los chilenos realiza la mala práctica de la "bicicleta financiera", la que consiste en pagar deudas a través de contraer más deudas, fórmula que ha ido aumentando con el paso de los años.

Señalemos finalmente, que un estudio publicado en la revista British Journal of Psychology sacó a la luz que el alto nivel de deudas se asocia, asimismo, con un incremento en la tendencia a beber, fumar y a sufrir obesidad, como consecuencia del alto grado de ansiedad que afecta al sujeto.

Dr. Franco Lotito, profesor del MBA de la UACh