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Trayectos de más de una hora enfrentan osorninos por tacos

TRÁNSITO. La gran presencia de vehículos en horas punta genera atochamientos desde las 7 de la mañana en distintos puntos de la ciudad, por lo que trabajadores y estudiantes deben salir más temprano para llegar a la hora. Esta congestión también complica la frecuencia de la locomoción colectiva, por lo que para muchos tomar una micro o colectivo es una odisea.
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Paola Rojas Mendoza

La vuelta a una normalidad similar a la que conocíamos antes de la pandemia, trajo de regreso uno de los grandes problemas que afecta a la ciudad: la congestión vial en horas punta, principalmente en las mañanas cuando alumnos y la ciudadanía en general quiere llegar a sus centros de estudio y trabajo. No obstante ahora la situación es mucho más compleja que hace tres años, ya que se aprecia un aumento de vehículos en las calles, lo que retrasa los desplazamientos.

La situación actual es tan compleja en sectores como Rahue, Francke y Ovejería, que incluso ya está sonando con cada vez mayor fuerza la posibilidad de una restricción vehicular, ya que los tiempos de trayectos de estudiantes y trabajadores es de al menos una hora desde sus hogares hasta sus puntos de destino, lo que se hace más complejo para quienes deben tomar el transporte público, donde micros y colectivos van con su capacidad completa.

Una odisea

"Veinte para las siete (6.40 horas) ya se están armando tacos. Demoramos más de una hora en llegar al trabajo y eso que andamos en auto, porque la locomoción es muy mala, incluso cuando me vengo en las mañanas veo algunos paraderos llenos de colegiales y las micros no les paran".

El anterior relato corresponde a Pablo Arriagada, quien trabaja como guardia de seguridad en un condominio del sector oriente de la ciudad y por ello todos los días debe salir junto a su hijo desde la población Quinto Centenario -en Rahue Alto norte- a las 6.40 de la mañana.

"Uno de alguna manera es privilegiado de andar en auto, pero aún así llego tarde, como a las 7.50 a mi trabajo, porque los tacos son demasiado grandes. Por ejemplo en la avenida República, a las 7.20 de la mañana ya es un caos para avanzar", añadió.

Una experiencia similar es la que se vive en Francke Margoth Ruiz. Debe salir a las 6.40 de la mañana junto a su esposo, pues ella trabaja en el sector de Pilauco y él en el Parque Industrial.

"Nosotros no tomamos locomoción colectiva porque tenemos auto, pero a veces cuando yo salgo después de las 7 de la mañana tomo micro para ir a mi trabajo y ahí lego llego como a las 8 y media o 9 de la mañana", comentó Ruiz.

Lo que relata Margoth es la experiencia que todas las mañanas viven miles de osorninos que toman microbuses de la locomoción colectiva, donde el trayecto es bastante más largo dadas las dificultades que hay para encontrar un vehículo de transporte y que además tenga espacio para más pasajeros.

La trabajadora señaló que en su sector los problemas de congestión vial son bastante serios y se arrastran por años. Dicha tendencia, admitió, se agravó con la instalación del puente Chauracahuín, que deja libre el paso a vecinos que vienen en sus vehículos de Rahue, ocupando la única salida que tienen los habitantes de Francke.

Desde Francke también, Isabel Cerón debe salir en micro hasta el hospital para llegar a su trabajo en Las Quemas.

"Yo vivo en Francke y la verdad es que en las mañanas es terrible tomar locomoción, porque hay muchos tacos. Las micros pasan repletas, tanto aquellas que se dirigen a la Maximiliano Kolbe como el hospital. Ayer salí más temprano y tuve que caminar hasta el final, casi hasta donde salen las micros, pero igual iban repletas, porque la gente sabe que vienen llenas, entonces me vuelvo a preguntar ¿a qué hora hay que salir entonces?", manifestó Isabel.