Con motivo del inicio de las clases, el Ministerio de Transportes y Carabineros han trabajado en la revisión de documentos de conductores, y de autorización de funcionamiento y equipamiento de los vehículos de traslado de escolares. En estos operativos se ha controlado que los furgones cuenten con la inscripción para su funcionamiento, así como los nombres de sus conductores y de los auxiliares, en el caso de llevar a más de cinco niños menores de seis años.

Estos vehículos deben estar inscritos en un registro nacional del ministerio y contar con un certificado. Deben tener la revisión técnica al día, cinturones de seguridad, una tarjeta visible con la identificación del conductor, una luz en el techo, entre otras exigencias, mientras el conductor debe portar una tarjeta con su identificación y tener licencia A-1 o A-3.

Las autoridades han señalado que, en general, ha habido buena disposición de los dueños de los vehículos a ser fiscalizados, ya que, finalmente, es un beneficio para ellos. Se les informan los problemas que puedan tener y si los subsanan se le da seguridad a todos los niños y a sus padres. Asimismo, han llamado a los apoderados a que antes de contratar un vehículo de traslado para sus hijos, ingresen al sitio web y chequeen con la patente del furgón si éste está debidamente autorizado para funcionar, pero a la vez, si los transportistas escolares cumplen con los requisitos para trasladar estudiantes y que estén libres de cualquier situación de abuso a los niños.

En Chile hay más de 26 mil furgones autorizados. La mayor parte de las infracciones que se cursan cada año tienen que ver con vehículos no acreditados para prestar ese servicio.

Se debe intervenir para que se difundan en las escuelas nociones de instrucción vial y de tránsito, con el fin de que los niños asuman la importancia de usar los elementos de seguridad, porque no se saca nada con tener transportes escolares más seguros si los estudiantes no usan el cinturón o tienen un comportamiento riesgoso durante el trayecto, como sacar los brazos, la cabeza o parte del cuerpo por las ventanas, como es frecuente observar en las calles.

Sin duda, hoy es difícil ser mujer. Ya no es cosa de desvelarse, cambiar pañales, enseñar a caminar y a rezar. Hoy, además, hay que estar preocupada de compatibilizar el trabajo fuera de casa con la hora del dentista de los niños, dominar la tecnología, correr al supermercado y estar al día con lo que está pasando en el mundo y en la propia familia. Y como si fuera poco, hay que verse regia y joven (no sea que la flaca de enfrente deje a los hijos huérfanos de padre).

¿El Día de la Mujer en este Chile? ¿Aquí donde todo es derechos, violencia y locura?. Hay parlamentarias delirantes, constituyentes al borde de la esquizofrenia, algunas mujeres están que arden, dando espectáculos que nada dejan a la imaginación y poco tienen que ver con mejorar leyes y la calidad de vida.

En Osorno, en cambio, gracias a la Cámara de Comercio, ese día tuvo otra cara, otro cuerpo y otro andar: Carmen Bolados (nuestra Panky), Martita Hernández, Margot Stuckrath, Gladys Fuentealba y Miriam Santibáñez, en una emotiva ceremonia, fueron portavoces de las mujeres osorninas. Nunca mejor representadas. Estas bellezas fueron premiadas por su valioso aporte a la comunidad. Frente a tamaño poderío, a uno no le queda más que preguntar: ¿Qué las hace diferentes?, ¿talento? Por supuesto, pero toda mujer tiene alguno. ¿Capacidad de dar? También, pero de la más conspicua a la más sencilla, todas poseen esa capacidad. Entonces, ¿qué?

Bueno, y sin ánimo de cachiporreo, en la guerra o en la paz, estas mujeres tienen un poder que cualquier autoridad quisiera, la cordura que los políticos necesitan y la fortaleza que todo guerrero envidiaría.

Efectivamente, por fuera se ven como usted o yo, pero basta escarbar en ese "prontuario" que poseen para darse cuenta que son distintas. Distintas en la adversidad. Nunca las veremos tocando puertas para pedir para ellas. Aún más, jamás un gobierno les ha pagado una cuenta ni regalado algo. Ni se desnudarán ni gritarán como animal salvaje para ser escuchadas. Todo lo que son y lo que tienen, se lo han ganado contra viento y marea, a punta de sacrificio, tesón y dignidad. Y más encima, todo lo han dejado en esta ciudad. ¡Salud por ellas!

Vivian Arend