Covid y Auge
La discapacidad es una condición asociada a la pérdida de alguna función motora, cognitiva, emocional o social, e implica una serie de circunstancias que alteran el desempeño de las ocupaciones de una persona, llegando a perder los roles que los hacen partícipe de la sociedad.
En Chile, alrededor de un 17% de la población sufre algún grado de discapacidad, lo que ha ido en aumento por las secuelas de la pandemia. El Síndrome Post Covid-19 es una manifestación de estas secuelas y está asociada a las alteraciones del funcionamiento cognitivo, acompañándose por alteraciones emocionales como la depresión, lo que genera la pérdida de independencia de la persona.
Como rehabilitador he visto como se pierde la participación en sociedad producto de las secuelas del covid-19. Aquí es importante contar con un proceso de rehabilitación que permita recuperar las funciones alteradas y lograr la mayor independencia, mediante estrategias directas sobre el usuario, su familia y el ambiente.
Toda iniciativa que permita acceder a programas de rehabilitación son vitales para mantener a estas personas activas en la sociedad. El costo de estas presentaciones es alto y es por lo mismo es necesaria la creación de programas que minoricen estos costos y permitirán que más personas puedan acceder a rehabilitación.Juan Luis Lara, docente Terapia Ocupacional, Universidad de los Andes
Mujeres líderes
Según el último estudio de AICPA, Instituto Americano de Contables Públicos Certificados, a nivel latinoamericano en 2014, la brecha entre socios masculinos y femeninos en compañías de contadores públicos se redujo levemente y las mujeres continuaban representando menos de una cuarta parte de sociedades; esto, a pesar de que la mitad de la inscripción en programas académicos de contabilidad ha sido durante décadas constituida por participación femenina, un escenario que también ocurre en la entrada de empresas contables.
La historia, con seguridad, se repite en otras áreas relacionadas a números, comercio y tecnología. En Chile, los directorios de las grandes empresas son liderados principalmente por hombres, habiendo al menos un cambio positivo el último tiempo; de acuerdo a datos del Ministerio de la Mujer y Fundación ChileMujeres, la participación femenina en directorios subió de 10,5% a 12,7% en 2020, mientras que en las gerencias de primera línea se mantuvo en 21%.
Las mujeres que lideramos empresas ya sabemos qué hacer para contribuir al éxito femenino y a la equidad de género: transmitir seguridad, profesionalismo y exponer las experiencias son, por ejemplo, acciones clave en el desarrollo de las actuales o futuras profesionales. Al menos en la auditoría externa, la confianza en el trabajo realizado es un factor muy importante, bien puede determinar el porvenir o fracaso de una empresa.
En fin, equiparar la cancha en cuanto a género en las altas esferas es un deber compartido. Sin embargo no basta hacerlo casi al final de la historia; para ello es necesario inculcar políticas educativas que enseñen desde la primera infancia el valor y el reconocimiento de los talentos femeninos.
Angélica León
Discriminación escolar Después de dos años de clases virtuales nuestros hijos han vuelto al colegio. Muchos pensamos que la pandemia nos habría dejado lecciones y crecimiento, y que nada volvería a ser como antes, sin embargo, algunos colegios no avanzaron, pues continúan estrictos frente a requerimientos relativos al uniforme y aspecto personal.
Desde nuestra vereda podemos aportar que segregar a estudiantes por el largo de su pelo o por el uso o no de buzo institucional, pantalón gris o falda es discriminatorio, ya que igualmente estas prendas forman parte del uniforme y desconocemos la realidad socioeconómica de la familia, pues si un joven cursa cuarto medio resulta inoficioso invertir en ellas.
Para los efectos de la Ley 20.609 que establece medidas contra esto, se entiende por discriminación arbitraria toda distinción, exclusión o restricción que carezca de justificación razonable, efectuada por agentes del Estado o particulares, y que cause privación, perturbación o amenaza en el ejercicio legítimo de los derechos fundamentales establecidos en la Constitución Política de la República o en los tratados internacionales sobre Derechos Humanos ratificados por Chile que se encuentren vigentes.
Por su parte, la Ley 20.845 sobre Inclusión Escolar y Financiamiento indica que el sistema educativo deberá promover la integración e inclusión, propendiendo a eliminar todas las formas de discriminación arbitraria que impidan el aprendizaje y la participación de los estudiantes. Asimismo, se propiciará que los establecimientos educativos sean un lugar de encuentro entre los estudiantes de distintas condiciones socioeconómicas, culturales, étnicas, de género, nacionalidad o religión, debiendo fortalecer el respeto, protección y promoción de los Derechos Humanos y las libertades fundamentales consagradas en la Constitución Política de la República, así como en los tratados internacionales ratificados por nuestro país.
Así las cosas, podemos apreciar que no se trata sólo de sentido común, toda vez que existe normativa legal vigente que podría exponer a multas a establecimientos educacionales que discriminen a niños y adolescentes por su corte de pelo o aspecto personal.
Carolina Araya, directora carrera de Derecho U. de Las Américas en Concepción
Violencia en el pololeoComo Fundación Suredes estaremos conmemorando todo marzo como el mes de la mujer, y es por eso que recuerdo uno de los talleres realizados con apoyo del Injuv de la Región de Los Lagos, donde pudimos conversar con jóvenes sobre cómo prevenir la violencia en el pololeo. En esta experiencia nos dimos cuenta de un secreto a voces: nadie conoce los canales correctos para pedir ayuda y el tabú que existe sobre este tema en nuestros círculos íntimos.
Es por esto que como fundación nos hemos enfocado en visibilizar esta problemática, dictando talleres, estableciendo redes y levantando el tema. No estamos solos.
Jaime Ruiz, coordinador de la Fundación Suredes
Reciclaje en Osorno Reciclar envases de plástico, vidrio o cartones ya se ha transformado en un hábito en muchas familias de Osorno. No obstante, el problema está en la carencia de empresas y entidades estatales que se dediquen a ello. Mientras eso no se mejore, el reciclaje que hacemos día a día será en vano. Al menos una industria láctea ya abrió un espacio en Osorno para reciclar cajas de leche y envases de yogurt. Esperamos, también, que el municipio reponga de alguna forma los puntos que serán retirados por mal uso de los vecinos.
Miguel Bernales