Este martes se conmemoró el Día Internacional de la Mujer y se llevaron a cabo en todo el país múltiples actividades para que la fecha marque hito: premios, revisiones históricas, manifestaciones y otros ya frecuentes en cada 8 de marzo.

La celebración mundial tiene más de un siglo de historia y en Chile fue reconocida oficialmente en 1975, desde el primer año en que la ONU la institucionalizó. En 1976 fue abierta la Secretaría de la Mujer; pero desde el regreso a la democracia, en 1990, el Estado comenzó a generar espacios para dedicarse a este tema través de la promoción de políticas públicas vinculadas a él: la creación del Servicio Nacional de la Mujer, en enero de 1991 y la instauración del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género en 2016; el cual ahora (2022) integrará el Comité Político; el círculo más cercano a las decisiones presidenciales.

La línea de tiempo ha avanzado lentamente; pero es justo reconocer que ese paso inicial dado hace 30 años con el Sernam no solamente fue una formalidad estatal, sino que sentó las bases para la apertura de conversaciones sobre demandas ampliamente postergadas; para instalar un andamiaje que construiría nuevas estructuras sociales de igualdad de oportunidades entre todas las personas. De hecho el primer lema en esa tarea fue "Hagamos un nuevo trato", que apuntaba a reconocer la existencia de inequidades y la búsqueda de alternativas para enfrentarlas. Además, mucho esfuerzo se centró en visibilizar situaciones como la violencia intrafamiliar, logrando -en 1994- que se le tipificara como delito. Es decir, como un hecho público e ilegal; un avance para una época en que se hablaba de "agresiones domésticas" y se llamaba "crimen pasional" a lo que hoy denominamos femicidio.

También se comenzó entonces sembrar en el vocabulario y conciencia colectiva el concepto de género y la difusión pública de ideas como compartir tareas, revisar estereotipos de la enseñanza tradicional y comprender que los roles asociados a los hombres y las mujeres son acuerdos sociales que se pueden cambiar. Que nada es obligatorio por el simple hecho de nacer con un determinado sexo biológico.

En una nueva conmemoración del Día Internacional de la Mujer, nuestro país inicia un nuevo gobierno que se ha definido feminista y, en recientes declaraciones, el Presidente electo pide a los hombres tomárselo en serio. La propuesta incorpora la perspectiva de género de manera transversal en su gestión, relevando la importancia del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género sumándolo al comité político, y una de las primeras acciones fue la designación de un equipo con presencia de 14 ministras. Sin duda, el feminismo no es solo la suma de nombramientos en cargos políticos, se define como el principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre, esa igualdad que no solo se aspira en términos de géneros, también de trato justo y acceso a servicios sin ningún tipo de discriminación en todo ámbito a cualquier persona.

¿Qué significa un gobierno feminista?, para el gobierno entrante las acciones que ha propuesto en esta área buscan el reconocimiento de identidades diversas en las políticas públicas, impulsar una ley integral de violencia de género con un enfoque de seguridad preventivo, comunitario, con perspectiva de género y de derechos humanos, como también, avanzar en la corresponsabilidad en el trabajo doméstico y el cuidado no remunerado, entre otras propuestas, garantizando la igualdad de género desde una perspectiva de derechos sociales.

Un gobierno feminista reconoce que deben generarse acciones que permitan el desarrollo equitativo de las personas sin discriminaciones, donde deben articularse políticas transversales que garanticen que ello suceda y que puedan favorecer al género femenino o de identidades diversas.

Como institución de educación superior estamos conscientes de las brechas de género existentes, y hemos desarrollado y promovido políticas y acciones tendientes a disminuir esas brechas en un contexto de demandas sociales.

Desde el 2018 se ha avanzado en acciones específicas para contar con una política de igualdad de género, la creación de una Dirección de Igualdad de Género, el establecimiento de una política para la prevención, erradicación y protección de la violencia sexual, la aceptación del nombre social de personas transgénero y la incorporación de temas de género en el currículo, en concordancia con la ley 21.369 que se promulgó el 30 de agosto de 2021 que regula el acoso sexual, la violencia y la discriminación de género en el ámbito de la educación superior.

Óscar Garrido, rector Universidad de Los Lagos