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Escasa oferta y altos precios en arriendos complican a estudiantes de la educación superior

FENÓMENO. Con el retorno a la presencialidad se ha hecho casi imposible encontrar opciones de pensión o piezas, mientras que los valores de cabañas son elevadísimos. Seremi de Economía reconoce que el rubro, que es más bien informal, tuvo una considerable disminución a causa de los dos años sin clases, los resguardos de la pandemia y desfase de la temporada de turistas.
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Verónica Salgado

Durante la pandemia los efectos económicos han sido diversos para gran parte de la población. Realidad que ahora están enfrentando los estudiantes de la Educación Superior, que después de dos años, el próximo lunes 14 retomarán las clases presenciales en los distintos centros de estudio presentes en la comuna.

Desde principios de año que decenas de estudiantes provenientes de otras comunas y regiones del país han iniciado la búsqueda de un lugar donde establecerse durante su año académico, sin que muchos hasta la fecha puedan concretarlo. A través de redes sociales, viajes a la comuna y por medio de amigos cada día se incrementan los interesados, pero la oferta sigue siendo precaria. El fenómeno que no sólo se vive en Osorno, también se replica en ciudades definidas como "universitarias" como Valdivia, Puerto Montt, Temuco y Concepción, donde la frágil economía del estudiante y sus familias se topa con precios elevados en arriendos y muy poca oferta.

En la región son 42 mil estudiantes de educación superior: 30% de ellos pertenecen a alguna carrera impartida en las sedes Osorno de la Universidad de Los Lagos, Universidad Austral de Chile, Santo Tomás, Inacap, AIEP, entre otros. Entre los factores que han influido para la disminución de la oferta de residencias para estudiantes está la pandemia y todos sus efectos sanitarios; la reconversión a otros rubros debido a la suspensión de 2 años de clases presenciales; la incertidumbre frente al retorno decretado por el Ministerio de Educación liderado por el gobierno que finaliza el 11 de marzo; como también el alza en el costo de los insumos como internet, alimentos, agua, luz, gas, entre otros factores que deben entregarle a los estudiantes-clientes.

Sorpresa en la búsqueda

María Ignacia González tiene 19 años y relató que desde principios de enero que anda buscando pensión en la comuna, donde cursará primer año de Ingeniera en Administración de Empresas en Inacap.

"Soy de Victoria. Inicialmente me venía a Osorno con mi familia, pero no se concretó el traslado así que vengo sola y hemos buscado por redes sociales, datos e incluso viajado dos veces, pero fue una sorpresa lo difícil. Pensiones casi no hay y los arriendos de cabañas o departamentos son una locura. Si parece que la gente quiere recuperar a costa de otros lo perdido en la pandemia, pero no es justo, porque significa perjudicarnos entre nosotros mismos", reconoció la joven.

Joaquín Peña (18 años) ingresará a estudiar con gratuidad a la Universidad de Los Lagos, pero aún no logra encontrar un lugar para vivir acorde a su situación económica. "No vengo de tan lejos, mi familia vive en Loncoche y no contamos con los recursos para pagar $200 mil por un lugar donde vivir. Lo que desaparece es el término medio, porque esos valores no son para estudiantes, es como arrendar una casa porque te piden mes de garantía y un montón de cosas y yo estudio con gratuidad. Me parece un lamentable abuso de las personas", comentó.

Rosalinda Maldonado junto a su hija Leonor (21 años) llevan muchas semanas buscando sin éxito una pensión para la joven estudiante de Inacap. "Antes habían avisos en los negocios y en las misma universidades, pero ahora nada, y cuando te dan un dato las personas ya no están dando pensión. Una cabaña es carísima y (su hija) no conoce aún a nadie porque vienen a primer año. Estas son las externalidades de dejar las clases suspendidas dos años y ahora estos costos pueden incluso dejar a jóvenes sin opciones de estudiar

"Soy paciente crónica y la verdad me da miedo meter a jóvenes a mi casa. Ellos andan por todos lados, no estás seguro de sus autocuidados y muchos ni siquiera están vacunados. Para evitar riesgos mejor no dará pensión ni pieza"

Margarita Gallardo, Dejó de arrendar