Escolares y la vacunación
Para el retorno a la presencialidad, es fundamental el proceso de inoculación contra el covid en la población escolar. Además de la vacunación, por cierto, el protocolo sanitario considera una serie de medidas en los colegios para evitar los contagios.
Cuando faltan pocos días para el regreso a clases de los escolares, ya hay detalles del nuevo protocolo sanitario que regirá este año 2022, con el que se espera reactivar la presencialidad tan necesaria para los procesos de aprendizaje. En noviembre del año pasado, según cifras del Ministerio de Educación, el 98% de los establecimientos escolares del país se encontraba con clases presenciales, luego de realizar un proceso de retorno gradual y con clases híbridas. En esa fecha, desde la cartera se aseguró que debido a lo fundamental que son las clases presenciales en el desarrollo académico y socioemocional, se definió retomar a partir de marzo la asistencia presencial obligatoria.
Algunos de los puntos relevantes de esta estrategia sanitaria, basada en el trabajado durante 2021, contempla la eliminación de la restricción de aforos en todos los espacios dentro de los establecimientos, así como también la obligatoriedad en la asistencia, independiente de la fase del plan Paso a Paso de la comuna donde se ubique la institución. Asimismo, sostiene que los recintos deben tener ventilación permanente en salas de clases y espacios comunes, con una ventana o puerta abierta siempre, y que se debe mantener el uso de mascarilla en todo momento por parte de estudiantes y profesores, a excepción de los menores de 5 años.
Considerando estas medidas, hay que tener presente también el avance en la vacunación de los menores de 18 años, que desde mediados del año pasado a esta fecha se han ido incorporando al proceso de inoculación de forma escalonada. Considerando la cercanía del retorno a clases, las autoridades sanitarias han reiterado el llamado a los padres a completar los esquemas de vacunación de los menores, así como también los propios, y así poder fortalecer el sistema inmune y evitar enfermar de gravedad ante un eventual contagio por coronavirus.
Quienes se mantienen rezagados son personas susceptibles de enfermar, lo que puede generar más casos y causar brotes de contagios en una situación sanitaria nacional y local que está en un peak complejo y que requiere responsabilidad.