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ENTREVISTA. HARRY JÜRGENSEN, convencional constituyente por el Distrito 25 y el comienzo de la votación en general:

"Hemos perdido mucho tiempo en discusiones que no sirven para nada"

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Erwin Schnaidt

Con las propuestas que despachó la Comisión de Sistemas de Justicia, la Convención Constitucional inauguró ayer el quórum de dos tercios (103) para la votación en general de sus primeras normas constitucionales.

Se trata de una instancia relevante, admitió el convencional por el Distrito 25, Harry Jürgensen: "Esta semana comienza a someter a debate y votación en el plenario el trabajo de dos comisiones. Va a indicar una señal clarísima de lo que va a ocurrir con el resto", dijo.

El ex intendente de Los Lagos, quien participa en la Comisión de Forma de Estado, Ordenamiento, Autonomía, Descentralización, Equidad, Justicia Territorial, Gobiernos Locales y Organización Fiscal, afirmó que en ese ámbito ha presentado propuestas de normas, las que "por razones de mayoría circunstancial, han sido todas rechazadas". Algunas de las que no fueron aprobadas son las iniciativas de sostenibilidad, ruralidad, la figura de defensor del pueblo y la de control de mérito. Lamentablemente, tampoco quedan para plenario (como las que comienzan a analizarse esta semana), donde llegan sólo las aprobadas en comisiones, las que en un 90 % provienen de la izquierda más radical que está instalada en la Convención".

En el caso de su comisión, especificó que "para nosotros hay muy pocas disposiciones para aprobar, porque la mayoría de las nuestras fueron rechazadas. Hay tres o cuatro normas, artículos que sí vamos a aprobar, del contenido de los 36 artículos. Pero, en prácticamente 30 artículos estoy en absoluto desacuerdo".

Uno de ellos es el Artículo N° 1, que se refiere al Estado Plurinacional e Intercultural. "Se rompe el concepto de Estado unitario. Está escondido detrás y no sé por qué no se dice claramente que se avanza con mucha fuerza hacia un Estado federal, con autonomía absoluta de las regiones. Es absolutamente inconveniente para por lo menos diez regiones, porque no tienen la capacidad económica y económica para poder sustentarse. Esa inconveniencia va a generar que esas regiones administren pobreza, no riqueza".

Jürgensen adelantó su voto en contra del Artículo N° 2 sobre un Estado Regional Autónomo. "Todavía no se sabe qué es la autonomía territorial indígena, si van a ser tipos de regiones que se van a manejar política, fiscal y administrativamente en forma independiente. Incluso, pretenden esta independencia a nivel judicial".

-Otras iniciativas de origen popular se han presentado a la Convención, algunas irrisorias. ¿Cree que esa situación le quita prestigio al trabajo de esta instancia?

-Efectivamente, hay varias situaciones graves que están causando mucha frustración a las personas que le tenían confianza a la Convención. En primer lugar, el proceso de audiencias públicas, en las que no participó ni el 15% de las instituciones y personas que se inscribieron; entonces, un 85% de ellas quedó fuera. Después, se abrió la participación a las iniciativas populares de norma, que se presentaron cinco mil y tantas; sin embargo, sólo cien aproximadamente, consiguieron las firmas, porque el plazo que se dio fue muy corto. Entonces, quedaron cinco mil instituciones frustradas con la oferta de participación popular que se les hizo. Y estas cien que están en comisión, la mayoría está siendo rechazada en primer trámite, sin mayor discusión. Lamentablemente, el trabajo de la Convención está con una imagen muy negativa, porque la participación popular se presenta muy fracasada.

-La última encuesta Cadem dio cuenta que respecto al plebiscito de salida, la disposición a aprobar la nueva Constitución bajó de 56% a 47% y el rechazo subió de 33% a 38%. ¿Qué le parecen esos resultados?

-No me aventuro a anunciar nada, por cuanto no estoy en la posición de rechazo, todavía. Tengo confianza en que predomine la cordura, que los dos tercios hagan retirar muchas normas aprobadas por las comisiones y que no es lo mejor para Chile (…). La verdad es que la Convención no ha hecho un trabajo para que la gente se sienta representada. Al contrario, todas las votaciones de temas importantes, han sido negativas a eso. Y ahí se está instalando una refundación total del país, que la mayoría de los chilenos no quiere. O se está instalando una autonomía indígena. Algunos pretenden hacernos vivir a todos los chilenos con una cosmovisión indígena, la que por supuesto debemos respetar, pero no tenemos que estar obligados a vivir en función de esa cosmovisión. Lo que se reconoce en la aprobación de una comisión, es que Chile reconoce a través de la Constitución, el genocidio histórico a los pueblos preexistentes, la deuda y la compensación de esos daños. Me parece que se está redactando en esas condiciones una Constitución que no tiene ningún futuro mejor para la vida de los chilenos.

-¿Cree que se completará el trabajo dentro de los plazos?

-Nosotros estamos elegidos por un año de trabajo. Mi período de trabajo termina a principios de julio de este año y no estoy de acuerdo en postergarlo. Hemos perdido mucho tiempo en discusiones que no sirven para nada, en salidas y viajes, en suspensiones de reuniones... El país no comprendería que no seamos capaces de hacer una Constitución en el plazo requerido. Nosotros, una minoría por cierto, estamos por una Constitución corta, que contenga principios fundamentales, que entregue los mandatos al legislador para que instale las ideas centrales. Si fuera así, el plazo da de más. Hay una mayoría, de la refundación, que quiere hacer una Constitución larga, muy reglamentada. Si quieren hacer una Constitución de mil artículos, es probable que el tiempo no alcance. Para los que estamos por una Constitución de 300 artículos, el tiempo alcanza.

"La Convención está con una imagen muy negativa, porque la participación popular se presenta muy fracasada".