La Convención Constitucional avanza en planes para cambiar la forma de administración del país. Y una de esas modificaciones debe hacerse en las municipalidades, que tienen la misión de relacionar las políticas públicas con la comunidad. Pruebas irrefutables de esas misiones dieron tras el llamado "estallido social", cuando fueron las primeras en promover la realización de acuerdos y, luego, con el manejo de la pandemia, a través de la cual asumieron la "primera línea" de la atención de adultos mayores en cuarentena, escolares en clases telemáticas, salud primaria reconvertida a testeo y trazabilidad, entre otras.

Ahora, las 345 comunas chilenas están expectantes respecto del futuro. Su meta es avanzar hacia convertirse en verdaderos gobiernos locales, con más atribuciones, menos centralización y mayores atribuciones en áreas sensibles de la vida comunitaria como la vivienda, organización territorial, seguridad; también en fomento a la participación ciudadana.

Todo ello ya estaba presente en la Propuestas para un Chile Mejor, elaborada en 2013 desde la sociedad civil (Grupo RES Pública) y en la cual se hablaba de crear una nueva institucionalidad para los barrios, con capacidad real de coordinación y de ejecución de proyectos. En una palabra, descentralización.

En agosto, la Asociación de Municipalidades se reunió con la entonces presidenta de la Convención Elisa Loncón, a quien planteó la urgencia de reforzar los cambios. "Esperamos que los municipios dejen de ser administradores y pasar a verdaderos gobiernos locales, con atribuciones y financiamiento", indicó la alcaldesa de la capital de Los Ríos Carla Amtmann sobre el tema.

Entre los desafíos que viene está la desmunicipalización de la educación y sobre la cual hay muchas dudas: Daem, infraestructura, contratación docente, pertinencia cultural de la enseñanza.

La discusión constitucional estas materias recién se inician. Y estos temas se cuentan entre los cruciales para el futuro local y nacional.

Los gremios agrícolas de todo Chile estamos en alerta. La aprobación por la Comisión de Medioambiente en la Convención Constituyente, de la propuesta que establece la caducidad de "los derechos de aprovechamiento de agua" entregados por el actual Código, hecha por tierra el trabajo ya desarrollado en el Congreso para perfeccionar y construir un nuevo Código de Aguas y pone en jaque a miles de agricultores en todo el territorio, que no saben cómo continuarán sus labores agrícolas sin el acceso a este insustituible elemento para la producción de alimentos.

A su vez, vemos que ante las últimas y radicales propuestas nacidas de estas comisiones, tales como terminar con la autonomía del Banco Central, suprimir la independencia del Poder Judicial, nacionalizar todos los recursos mineros, eliminar todos los tratados internacionales y retirar a Chile del Ciadi, se han levantado críticas transversales provenientes de todo el espectro político y mediático; y si bien aún deberán pasar por el quórum de los 2/3, instalan profundas dudas sobre la capacidad de la Convención para sopesar el impacto de sus relevantes decisiones en la sociedad y los sectores productivos, generando un gran daño a la credibilidad y seriedad del órgano constituyente.

Desde los gremios recogimos el sentir de miles de ciudadanos, quienes aspiran a una constitución que garantice el derecho a la agricultura y a la seguridad alimentaria, que reconozca que el agua se transforma en alimento para todos nuestros compatriotas, que defienda el derecho a la propiedad privada, que declare la urgencia de mejorar la calidad de vida de los habitantes de las zonas rurales, entre tantas otras necesidades impostergables, las que sin embargo están siendo ignoradas, ante visiones dogmáticas que buscan desterrar todo lo construido en dos siglos de vida republicana.

Nos sumamos a la Sociedad Nacional de Agricultura, a los gremios agrícolas del sur y a todos los chilenos que buscan una Constitución para todos, haciendo un llamado a la moderación e invitando a escuchar la voz de millones que piden a los convencionales estar a la altura de este histórico desafío, por un mejor futuro para Chile.

Marcos Winkler, presidente de Aproleche Osorno y Fedeleche