Desvarío
Si acaso la mayoría de los convencionales constituyentes persistiere en el desvarío que han venido mostrando al proponer cambios disruptivos e innovaciones radicales -que llaman a destruir el orden existente y la institucionalidad actual- y normas quiméricas apartadas del sentido común, inviables, incoherentes, pueriles (en la Convención "reina una locura infantil" señaló Evelyn Matthei) y con una lógica totalitaria, es probable que en el plebiscito de salida los ciudadanos rechacen el texto de nueva Constitución propuesto por la Convención Constitucional.
Hay personas que dicen que en caso de fracasar el proceso constituyente en curso o de ganar el "Rechazo" en dicho plebiscito, Chile sería arrastrado "hasta un oscuro punto sin retorno" y que "el país quedaría en tierra de nadie".
Discrepo con tales asertos, ya que en tales casos continuaría vigente la Constitución actual, Carta Magna que podría ser reformada por el Congreso, que es el titular del poder constituyente derivado y que nunca ha perdido ni ha renunciado a tal potestad. Podría reformar el artículo 142 que se refiere al plebiscito de salida y establecer alguna norma que suprima la rigidez de las alternativas "Apruebo" y "Rechazo" a las que estarían constreñidos los ciudadanos en dicho plebiscito.
Adolfo Paúl Latorre
Iniciar un negocio
Es posible considerar los primeros meses del año como el momento propicio para iniciar la aventura de emprender, sin embargo, no hay que dejar de lado aspectos importantes que se deben tener en cuenta para que la decisión de dejar todo por iniciar un emprendimiento sea más dulce que agraz.
Antes que todo, se deben hacer cálculos importantes. El primero, es realizar una proyección de las cantidades que se pretende vender, siempre con total realismo, recordando que todo negocio, cuando parte, es totalmente desconocido en el mercado, por lo tanto, se iniciará vendiendo pocas unidades y creciendo paulatinamente, además se deben evaluar las estrategias comerciales que se apliquen.
El segundo cálculo se orienta a proyectar los ingresos del negocio, que son la cantidad de ventas definidas en el punto primero multiplicado por el precio de venta. También se debe considerar que los ingresos que genera el negocio no son los del dueño ni de su familia, por lo que se deben restar a todo lo recibido el total de costos, que son el precio de fabricación o compra del producto, arriendo, gastos básicos, impuestos y todo lo que se desembolsa para mantener el negocio funcionando, quedando como utilidad todo lo que sobra de esta resta, que sigue siendo no toda del dueño.
Tercero, garantizar el financiamiento para el crecimiento de la empresa. Para ello se reservan parte de las ganancias acumuladas, lo que permitirá este desarrollo. Cuarto, el remanente de todo lo anterior -ahora sí - son los ingresos del dueño.
Finalmente, se debe comprobar si los ingresos potenciales de ventas son suficientes para generar la utilidad que tu negocio y el emprendedor requieren. Si no es posible lograrlo, queda repensar cómo poner mejores atributos al producto para lograr mayores ingresos (innovación), y si aún así no se logra, analizar un mejor negocio que cumpla con los puntos señalados.
Óscar Gutiérrez, académico Escuela de Negocios U. de Las Américas
Importancia de las pymes
Si hace 3 años nos hubieran dicho que viviríamos una pandemia, nadie habría creído y pensaríamos que esto solo pasa en las películas o en la antigüedad. En especial para quienes nos ha tocado trabajar en directa relación con quienes más se han visto afectados por el coronavirus: las pymes.
Lo cierto es que la pandemia del covid-19 llegó para quedarse, instaurando nuevos paradigmas en diversos mercados, hundiendo a muchos, pero también haciendo que otras puedan nacer o surgir. Y sí, uno de estos volátiles mercados fueron las pymes, quienes se han visto fuertemente damnificadas por todo lo que involucra una pandemia. No obstante, hay quienes supieron sacar lo mejor de esta situación, destacando lo trascendental que es tener un buen financiamiento.
La importancia que tiene una pyme en el mercado económico de cada país es enorme, ya que agiliza y hace circular a la economía local, permitiendo un desarrollo constante y certero. Con el cierre o paralización de éstas, la economía se vio fuertemente estancada, impulsando una bola de nieve y un deterioro generalizado en las actividad de las pequeñas y medianas empresas. Por lo mismo, creemos que es muy importante que las pymes reciban el financiamiento que necesitan, ya que en caso contrario una gran cantidad de actores se ven perjudicados, afectando directamente a las personas.
Las pymes son como una gran red que necesitan estar firmes y conectadas unas a otras, ya que si una se corta y desaparece, comienza a afectar a las demás, produciendo una ralentización en la economía. Los chilenos últimamente, e impulsados por la pandemia, prefieren comprar productos nacionales, justamente para ayudar al mercado y su funcionamiento circular. Así lo evidenció un estudio que realizó la consultora Accenture sobre "El nuevo consumidor chileno en el contexto del covid-19", y que arrojó que el 57% de los chilenos prefiere comprar en tiendas del vecindario más cercano; y el 54% comprar productos de origen local. Esto, a modo de apoyar el comercio local y generar un repunte tras dos años en picada.
Sabemos la importancia de las pymes y su impacto en el empleo, las microeconomías y el desarrollo del país. Estos últimos años nos ha tocado ayudarlas, para mantener vivos sus sueños y por un repunte en las condiciones macroeconómicas de Chile.
Tenemos la responsabilidad de apoyar a la pequeña y mediana empresa de Chile a través de nuestras tecnologías y productos, como el financiamiento directo, confirming y pago anticipado, entre otras, para que sigan operando y siendo el aporte que han sido durante los últimos 20 años.
Nicolás de Camino
El cuento del tren...
La promesa de la vuelta del tren del sur debe ser la más usada en todas las últimas campañas electorales.
Vuelve el tema de la vuelta del tren, pero el del sur entra en pausa, ahora es el tan esperado entre Santiago y Valparaíso, que funcionó entre 1863 y 1986 (se cerró por grave accidente) y que desde el año 1992 se viene intentando resucitar, pero rieles de más, rieles de menos, nuestras "Penélopes porteñas", las de la canción de Serrat, han esperado el tren, elección tras elección, y nada, el tren se hizo humo. Raya para la suma, nuevamente despertar el sueño de un tren rápido de Santiago a Valparaíso se agradece, pero por todas las horas, días y años que los porteños lo siguen esperando en las estaciones, tienen todo el derecho de pensar que podría ser otro "volador de luces político".
Luis Soler Milla