El pasado 2021 fue el cuarto año más seco de nuestro país desde que hay registros, tras los reportes de 1968, 1998, y 2019, completando 13 años de crisis hídrica y de sequía, según informó esta semana el Ministerio de Obras Públicas, en lo que fue el balance hídrico del presente año.

En un detallado documento, se informó que, por ejemplo, en la Región Metropolitana durante este año han caído 114 milímetros de lluvia, cuando lo normal es que sean más de 300 milímetros, argumentando que la Región ha registrado solo un tercio de las lluvias que se esperan normalmente.

En ese contexto y dentro de la compleja situación hídrica, el ministro Alfredo Moreno sostuvo que lo más preocupante es la situación actual de los caudales, porque se trata del agua disponible para usar en el consumo.

El informe detalló que, en materia de embalses, estos se hallan al 45% de capacidad en promedio, lo que refleja un déficit de 36% respecto al registro histórico. En cuanto a la nieve, la situación es aún peor: hoy se tiene un déficit superior al 50% en la cantidad de nieve en todas las regiones de la zona centro sur y centro norte.

Uno de los puntos clave son los proyectos de Agua Potable Rural, que responden a la necesidad de llegar con el vital elemento a las zonas de difícil acceso, pero que requieren apoyo en recursos para ser desarrollados.

Considerando esta situación, el Gobierno ha asegurado que se han tomado las medidas de corto y largo plazo para asegurar el consumo humano en las ciudades.

La crítica situación se suma a los pronósticos de temperaturas por sobre los rangos normales durante este verano, tendencia que se viene dando desde hace varios años producto de que los efectos del cambio climático, complican más la situación y se suman a otras problemáticas, como los incendios forestales.

Por ahora, se llama a moderar el consumo de agua, ya que llevamos seis meses consecutivos de aumento en el consumo en las distintas ciudades y la meta es continuar sin necesidad de racionamientos en ninguna ciudad de Chile.

La pandemia del covid-19 nos permitió romper con los estereotipos negativos asociados al desarrollo tecnológico, que para muchos separaba a las personas en lugar de unirnos. Perdimos el contacto cara a cara y lo reemplazamos por la virtualidad, siendo justamente las diferentes tecnologías las que tendieron puentes de comunicación en tiempos de aislamiento físico.

Y es increíble cómo la vida y la pandemia nos han enseñado a valorar cosas tan básicas como abrazarnos, mirarnos a los ojos, o simplemente disfrutar un paseo por la calle, situaciones que son irremplazables para nuestra emocionalidad y salud mental.

El vínculo afectivo que se transmite a través de la proximidad física es fundamental, hoy más que nunca sabemos cuánto necesitamos del otro. Este año, que recién comienza, quizá es el momento propicio para revalorizar aquello que habíamos perdido.

Como sociedad esperamos que 2022 permita retomar nuestra cotidianeidad en espacios laborales y también en las aulas, y al mismo tiempo repensar nuestras relaciones a todo nivel; de cómo estamos trabajando nuestros vínculos afectivos y círculos de pertenencia, una dimensión tan importante de nosotros mismos. Este punto es aún más relevante para jóvenes y niños, pues sabemos que viven con mayor intensidad este difícil contexto que aún no acaba.

Dicho lo anterior y conscientes de la importancia de incentivar la cercanía en tiempos de pandemia, Inacap como institución formadora -y con el estudiante al centro de nuestro quehacer- desarrolla el Programa de Bienestar y Salud Mental, haciéndonos parte del acompañamiento, orientación y entrega de herramientas en materia de salud mental, bienestar, autocuidado, actividad física y hábitos.

Estas instancias fueron abordadas por especialistas, dando cuenta de nuestra preocupación y compromiso con nuestros estudiantes.

Para el presente año seguiremos impulsando a nivel nacional y local iniciativas que van en dicha línea, con clara conciencia de que la pandemia generó cambios en los comportamientos de las personas, y por supuesto en nuestros jóvenes. La invitación es a repensar nuestras relaciones y a sintonizar con nuestro entorno social, como aprendizaje de este difícil periodo; pero pensando que con la llegada de un nuevo año también se nos abren nuevas oportunidades.

Fabiola Salinas, Directora de Asuntos Estudiantiles en Inacap sede Osorno