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desde los cambios estéticos, la apariencia física del candidato, hasta su programa.

-Ahora ni siquiera habla de refundación de Carabineros.

-Yo diría que ninguno de los aspectos fundamentales del programa de Boric se mantiene. En todos ha cambiado el espíritu de lo que quiere hacer. De hecho, en la entrevista de TVN citó a Briones y luego a Ricardo Lagos, al menos tres veces. Y en la tarde ya había presentado un programa económico que recordaba esta idea de Lagos del 99, ese del eslogan "crecer con igualdad". Hay muchos guiños hacia un mundo más de centroizquierda, socialdemócrata. Ese fue un mundo que él descartó. De hecho, los cimientos del Frente Amplio están construidos sobre la noción de que "no son 30 pesos, sino 30 años", una crítica al sector político que los antecede. Por eso para él fue muy difícil, porque siempre fue muy crítico del sistema, incluyendo a todos los jugadores políticos que estuvieron antes que él y, ahora, está apelando no solo a ellos, sino que a ese electorado y citándolos como ejemplo y referentes. Es una señal importante de moderación.

-Se ha dado la paradoja de que los partidos renegaron de Kast en primera vuelta y ahora lo apoyan, y con Boric es al revés, que renegó de los partidos, pero ahora los trata de sumar.

-En el caso de Kast siempre sentí que ese sector político, entre Sichel y Kast, era un bluff tremendo. Uno no sabía exactamente cuántos votos tenía Sichel y pasaron muchas cosas durante esa primera vuelta. Hubo debates que cambiaron la dirección de las preferencias electorales y el problema de cambiarse entre Kast y Sichel siempre tuvo que ver con la idea de que no se sabía que si Kast le podía ganar a Boric. No se sabía si se iban a cambiar suficientes personas o si la división de la derecha iba a producir un triunfo de Boric en primera vuelta; eso es lo que se pensaba. Había un factor sicológico de no votar por Kast. Pero una vez que fue claro que este había pasado a Sichel, muchas personas comenzaron a cambiarse. El tema de Kast es que muchos son rápidos en calificarlo de extrema derecha, lo que me parece correcto, pero no por las razones que están dando, porque en realidad viene de un partido político que siempre ha estado posicionado ahí. O sea, Kast es representativo del ADN de la UDI. No se ha movido tanto de esa posición del comienzo. Yo creo que en ese sentido es mucho más fácil para los votantes de ese mundo, para las elites en particular, apoyar a Kast. No es ningún problema. Y en el caso de Boric, el problema es un poco más complicado, o yo creo que esa la sensación antes de la primera vuelta, porque si uno pensaba en esto, iba a ser muy difícil para Boric emitir un discurso unificador, ya que fue extremadamente crítico con todos los partidos de la Concertación. Sin embargo, lo que hizo muy bien fue entender que no había tiempo para perder con su 25 o 26 por ciento. Tenía que hacer una transformación inmediatamente y fue notable cómo salieron las banderas chilenas la noche de esa celebración. O sea, la bandera chilena nunca figuró en esa campaña. Había banderas negras, mapuches, de todo tipo, de los equipos de fútbol incluso, pero no la chilena. Y esa misma noche sí aparecieron. Yo creo que con eso Boric demostró que estaba dispuesto a hacer todos los cambios que fueran necesarios, aunque fuera tildado de voltereta.

-En estas tres semanas, ¿cuáles han sido los aciertos de cada uno?

-Boric y Kast entendieron en el momento preciso que tenían que hacer ese cambio. Kast ha incluido incluso más mujeres en su candidatura y ha entendido que si no toma posiciones más liberales o progresistas, o al menos es un poco más complaciente con aquello, no tiene ninguna posibilidad. Esos son como los dos factores. Pero, evidentemente, todo esto está atado a la percepción de la gente. Da lo mismo si es que estos candidatos hacen lo que tengan que hacer para irse al centro, si es que la gente no los percibe como genuinos.

-¿Y los errores?

-Creo que también los dos cometen el mismo. En el fondo, cuando uno va a al centro uno espera algo un poco más material, más concreto, y yo creo que mucho de lo que ellos han hecho es estético. Desde no escribir en piedra estos cambios. Por ejemplo, Boric incluye muchas personas que vienen de la centroizquierda, como Andrea Repetto, quien es un muy buen nombre. Pero ¿qué posición juega ella en ese comando? ¿Qué posición puede jugar en el futuro? La veo como un nombre escrito dentro de esa campaña, pero no me queda claro que tenga algún poder ni si estos cambios puedan ser percibidos como algo permanente, sino que sólo como estrategia. Es más claro incluso en el caso de Kast. En la entrevista que le hizo Don Francisco, en temas como del progresismo y liberalismo que tiene Chile. Es cierto que Chile es un país católico, pero que también es tremendamente progresista y liberal, y que va avanzando rápidamente en esa línea. Kast demostró también que es un conservador que no está acorde con los tiempos. No puede haber un contraste más alto que ver a la familia de Kast cantando canciones religiosas y ver lo que pasó el 18 de octubre de 2019. Ahí hay un puente tremendo. Yo creo que él no está dispuesto a apoyar de corazón o de puño y letra en el papel, cosas como el aborto o el matrimonio igualitario, y así simplemente no se va a ver como un candidato que pueda representar a todo Chile. Va a tener dificultades para pararse en el medio.

-La duda es saber cuánta convicción hay en ambos al hacer estos cambios.

-Claro, si la convicción es para ganar la elección o es para gobernar los próximos cuatro años con la misma fuerza.

-Pero, más que convicción, puede ser una muestra de realismo de ambos.

-Es una muestra de realismo, eso no lo descarto. La pregunta es si están dispuestos a hacerlo o no. Van a tener que ponerse de acuerdo con un Congreso. Por ejemplo, si sale electo Boric, todos los partidos que se consideran progresistas no son mucho más de lo que tuvo Bachelet en su segundo gobierno. Y con un Senado incluso más adverso. La gran paradoja de esta elección es que sea quien sea el que gane, va a tener que gobernar en la medida de lo posible, que es lo que se critica mucho en el caso de Gabriel Boric, sería volver al gobierno de Aylwin.

-¿La negativa de Boric de ir a "Bad boys" (el programa de Franco Parisi en YouTube) es acierto o error?

-En general, siento que Boric está haciendo bien casi todas las cosas en la campaña. Yo creo que tomarse el tiempo de ver dónde está parado, luego de un par de días, reaccionar, esperar, quizás para algunos pueda verse como un cálculo demasiado político, pero si hubiera ido, las noticias y las repercusiones a partir de eso tengo la sensación de que le pudieron haber hecho más mal que bien. Es una decisión acertada. En general Boric está avanzando con mucho cuidado sobre una cuerda floja y lo ha hecho bien. No ha tenido un tropezón grande. Obviamente que todo esto está amarrado a la percepción de la gente y con respecto a si sus cambios son genuinos o no. Pero hasta ahora está identificando las debilidades y está tratando de repararlas los problemas que tuvo en la primera vuelta y avanzando sólido.

-¿Estando tan cerrada la lucha, qué debieran hacer los candidatos en estos últimos siete días: arriesgar o no arriesgar?

-Lo que ha mostrado este ciclo electoral es que todo es posible. La cantidad de sorpresas que hemos tenido ha sido tremenda. Partiendo por los dos candidatos que llegaron a la segunda vuelta, la gran derrota de los sectores tradicionales, la entrada de Franco Parisi en tercer lugar, ganando incluso en varias regiones en el norte. Está lleno de sorpresas y muchas de esas sorpresas se definieron en el período de campaña, lo que es algo irregular. Normalmente las preferencias son mucho más estables. Creo que en esta pasada los distintos datos-hechos que han ido ocurriendo han ido cambiando el curso de la elección. Incluso en la semana previa a la primera vuelta tuvimos la votación de la ampliación del estado de emergencia en el sur, la del cuarto retiro, la acusación constitucional, y todos estos punteos permiten que los candidatos se vayan posicionando en distintos lugares para apelar a los votantes. Entonces, en esta semana puede pasar algo similar. Los debates son algo decisivo para algunas personas.

-¿Cómo va a ser Chile desde el 20 de diciembre? ¿Va a ser más polarizado?

-No debiese pasar, soy más de la idea de depositar confianzas en que quien resulte elegido, sea quien sea, debiese propender a la unificación. Lamentaría mucho que alguno de los dos sectores no lo viera así. Chile ha pasado por momentos muy difíciles los últimos dos años, inciertos, tumultuosos y lo que necesita es estabilidad. Incluso, con el proceso constituyente en curso, nadie sabe qué podría pasar en los próximos dos años. Quien gane en esta elección no acaba con la inestabilidad. Una Luna de miel con el nuevo Presidente va a ser importante para darle la oportunidad de que pueda gobernar. Cualquiera de los dos que gane se merece la oportunidad de poder gobernar en paz, en tranquilidad y si no lo hace y el otro sector se lo hace difícil, yo creo que simplemente va a seguir la inestabilidad y va a ser una muy mala noticia para la democracia y el país. Pero de nuevo, creo que en lo que queda para la elección, siete días, es una eternidad. Pueden pasar varias cosas que den vuelta todo.

"Los debates son algo decisivo para algunas personas", dice Bunker, en vísperas del último cara a cara antes del balotaje.

"Ninguno de los aspectos fundamentales del programa de Boric se mantiene. En todos ha cambiado el espíritu de lo que quiere hacer. De hecho, en la entrevista de TVN citó a Briones y luego a Ricardo Lagos, al menos tres veces".

"Kast ha incluido incluso más mujeres en su candidatura (de cara a segunda vuelta) y ha entendido que si no toma posiciones más liberales o progresistas, o al menos es un poco más complaciente con aquello, no tiene ninguna posibilidad".