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Susana Soto junto con una amiga decidieron probar suerte en el mundo de los juguetes sexuales en noviembre del año pasado y crearon su emprendimiento por Instagram llamado @tocameltimbre_osorno. Hasta el momento confiesan que ha sido una gran experiencia.
"Siempre tuve la curiosidad de emprender con un negocio de este tipo para ver qué tal nos iba, porque no había muchos. El año pasado, antes de partir, busqué algunos lugares para ver si había, pero no encontré ningún local, por lo que le propuse el tema a una amiga y me dijo que sí", indicó la emprendedora osornina.
Si bien el negocio comenzó lento, a medida que se fue masificando, las ventas aumentaron de manera considerable. Reconoce que existe pudor aún en probar cosas nuevas, pero a medida que los clientes toman confianza, van probando diferentes artículos para el goce sexual.
"Existe un poco de vergüenza, porque aún es tabú, pero de a poco los clientes se van acercando, consultan sobre los diferentes productos que tenemos y los orientamos también.
En nuestra página de Instagram subimos los productos que ofrecemos y existe interés, porque los clientes preguntan y muchos compran", comentó la emprendedora osornina.
Sobre lo que más se vende, Susana Soto detalló que los clientes adquieren succionadores de clítoris, aceites, consoladores o dildos, anillos para el pene, lubricantes, plug (dilatadores anales con cola), entre otros.
Aclara que tiene compradores de diferentes edades: "tenemos personas jóvenes y adultos también, como de 50 años y más. En el caso de los plug, los compran principalmente mujeres extranjeras como venezolanas o colombianas, mientras que las chilenas son un poco más recatadas".
Agregó que no sólo le interesa el tema de las ventas, sino también conocer cuáles son las necesidades que tienen las parejas, porque todos tienen historias diferentes.
"Es interesante conversar con los clientes, tanto hombres como mujeres, para saber qué necesitan y lo que están buscando al utilizar este tipo de juguetes, porque todos tienen inquietudes distintas. Uno también los va orientando en relación a lo que buscan", apuntó la emprendedora osornina.
Un negocio diferente
Hace tres años que Lorena Pinda abrió su local llamado Grado 3, ubicado en el local 32 del edificio Rombocol de calle Ramírez, en pleno centro de la ciudad. Junto a sus hijos decidió emprender este negocio, porque vio un nicho que estaba poco explorado en Osorno.
"Faltaba un local diferente, porque todo es ropa, juguetes y relojerías. Pensamos en ver qué tipo de negocio podríamos instalar en la ciudad y se nos ocurrió el sex shop. Empezamos a averiguar y al final nos decidimos", dijo la comerciante osornina.
En un comienzo la gente entraba con cierto temor, sin ser vistos por nadie, porque les daba vergüenza comprar juguetes sexuales o eróticos. "Sabíamos que al principio la gente iba a entrar un poco temerosa, porque era casi la novedad, pero con el tiempo se fueron soltando y ahora entran hombres, mujeres, parejas y van preguntando sobre los productos que tenemos", relató Lorena Pinda.
En su local venden diferentes tipos de artículos, como consoladores, disfraces, lubricantes, aceites y vibradores.
"La gente compra diferentes productos, no es que tengamos uno en particular que sea el más vendido, porque las necesidades son diversas. El perfil de los clientes también es variado, porque tenemos personas de 25 años, aunque también parejas o matrimonios que pasan los 60 años. Los clientes preguntan bastante sobre los artículos y les vamos explicando. En este rubro uno sólo es comerciante, sino también algo así como sicólogo u orientador", señaló.
Sobre el nivel de ventas, la emprendedora osornina dijo que se mantienen estables, agregando que no es para hacerse millonario, pero existe una demanda importante y con una clientela que acude habitualmente.
"Se han abierto varios emprendimientos ligados al sex shop, pero la verdad eso no nos ha afectado en las ventas. Alcanza para todos los que nos dedicamos a la venta de este tipo de artículos del placer", afirmó Lorena Pinda.
Salir de la monotonía
Gerardo Pacheco junto a su hermana comenzaron a incursionar en la venta de juguetes y artículos sexuales en marzo de 2019, a través de la tienda virtual llamada Sex Shop Osorno, que hasta la fecha tiene 39 mil seguidores en Instagram.
El dueño del local dijo que justo un año antes de la pandemia se registró un aumento importante en las ventas, doblando incluso los ingresos en comparación a una época normal.
"Con este tema varias personas tuvieron que reinventarse por diferentes motivos y aparecieron emprendimientos de sex shop, pero en lo personal eso no ha incidido en las ventas, porque tengo una clientela amplia, así que por ese lado estoy contento", indicó.
Pacheco atribuye el alza de las ventas por el encierro en pandemia, por lo que muchas parejas han querido experimentar cosas nuevas en casa y la vida sexual juega un rol fundamental para fortalecer las relaciones.
"Los clientes quieren salir de la monotonía y buscan probar cosas nuevas, también en el plano de la vida sexual, donde las parejas quieren experimentar. Y es ahí donde nosotros los vamos orientando y junto con mi hermana les entregamos consejos para ver qué buscan y lo que les podemos recomendar u ofrecer", comentó el emprendedor Gerardo Pacheco.
"Los clientes quieren salir de la monotonía y por lo mismo comenzaron a probar cosas nuevas".
Gerardo Pacheco, Dueño de Sex Shop Osorno
"El perfil de los clientes también es variado, porque tenemos personas de 25 años, aunque también parejas o matrimonios que pasan los 60 años".
Lorena Pinda, Dueña del local Grado 3