Mascarillas: Desechos que pueden convertirse en un "desastre medioambiental"
PANDEMIA. La falta de orientación para la correcta eliminación de este elemento de protección personal ha alertado a las autoridades, pues se está convirtiendo en otro factor de gran contaminación de los océanos.
Redacción
Son más de 129 mil millones de mascarillas las que se usan mensualmente en todo el mundo desde que llegó la pandemia del coronavirus, indica el proyecto español Libera, que busca gestionar este tipo de desechos, pues si bien el uso de este elemento de protección aumentó, se han dado pocas orientaciones sobre cómo reciclarlas de forma segura. De no mejorar este detalle, "lo que se nos avecina es un desastre medioambiental", asegura el director de Revolutions Plastics de la Universidad de Portsmouth (Reino Unido), Steve Fletcher.
En un estudio realizado por esa casa de estudios, se concluyó que los residuos de mascarillas crecieron 9.000% solo entre marzo y octubre de 2020.
El estudio indica además que durante el periodo analizado se recogieron más de dos millones de piezas de ese tipo de residuos en 11 países, entre ellos España, Alemania, Australia, Estados Unidos y Reino Unido. Para realizar la investigación, los expertos se basaron en los resultados de dos bases de datos de código abierto, "Covid-19 Government Response Tracker", y una aplicación de recogida de basura llamada "Litterati".
La investigación que publicó revista Nature Sustainability muestra además una relación directa entre la aplicación de medidas de protección personal indicadas por los propios gobiernos y la aparición de residuos, los que incluían mascarillas y guantes.
Utilizando estas bases de datos, los investigadores pudieron trazar un mapa de las respuestas políticas de los países (severidad confinamientos, políticas de uso de mascarillas) y obtener una línea de las proporciones de utilización de esos productos desde septiembre de 2019 hasta los primeros seis meses de la pandemia.
Así, pudieron constatar un aumento "exponencial" de basura de mascarillas usadas desde marzo del año pasado, que creció 84 veces en octubre de 2020. "Hay una clara necesidad de garantizar que la exigencia de estos artículos vaya acompañada de campañas de educación para limitar su liberación en el medio ambiente", indicó el investigador principal Keiron Roberts, de la Universidad de Portsmouth.
El estudio indica que entre marzo y mayo del año pasado, cuando se dieron los confinamientos más severos, el vertido de mascarillas fue escaso, pero entre junio y octubre, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó su uso para facilitar la interacción social y se relajaron los confinamientos, la proliferación de estos artículos "aumentó drásticamente".
Un nuevo desastre
Para Fletcher, "a pesar de que se ha dicho a millones de personas que usen mascarillas, se han dado pocas orientaciones sobre cómo eliminarlas o reciclarlas de forma segura. Si no se mejoran las prácticas de eliminación, se avecina un desastre medioambiental".
La mayoría de las mascarillas se fabrica con materiales plásticos de larga duración y, al desecharse, pueden persistir en el medio ambiente durante décadas o cientos de años. Estudios señalan que podrían tardarse más de 450 en descomponerse en microplástico, el que finalmente impactará de manera negativa en la vida silvestre marina.
Roberts indicó que hay que evitar que "esta basura pandémica se convierta en un legado duradero" y consideró que las nuevas políticas deberían contar con un asesoramiento bien estructurado y, sobre todo, con infraestructuras que ayuden a eliminar los residuos.
El equipo señala que la presencia descontrolada de mascarillas en el medio ambiente puede actuar, a corto plazo, como un vector viral potencial.
Además, los animales grandes pueden sufrir complicaciones si las comen o se enredan en ellas y asfixiar a organismos más pequeños y a la vida vegetal.
450 años tardan en descomponerse en microplásticos elementos como las mascarillas.