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Una de las entradas fijas que tenía este osornino era un local comercial ubicado en pleno centro, en calle Cochrane, sin embargo, sabía que la crisis en cualquier momento haría que sus arrendatarios lo dejaran y así sucedió.

"Me tuvieron que entregar el local y yo, viéndome en esa situación de pandemia, con muchas restricciones, no quedó otra cosa que hacerme cargo yo mismo, porque obviamente no lo iba a poder arrendar. Así que conversé con un amigo que es subdistribuidor de una marca de herramientas y le conté mi idea, le gustó la dirección del local y me dijo que me apoyaría con su empresa Aguatop. Mi señora me ayuda con la página de Facebook y la contabilidad", señaló.

Sin conocer mucho el rubro de la ferretería, Rodrigo Jaduri tomó este desafío en tiempos difíciles, sobre el que conocía algo por su gusto de hacer muebles, por lo que ha debido ir aprendiendo mucho en el camino y con la ayuda de sus mismos clientes.

"Muchas veces le pregunto a mis clientes, porque llegan maestros, entonces les voy preguntando y aprendo", dijo.

La ferretería abrió a fines de mayo y el primer mes fue de mucha venta. Después se ha ido manteniendo en el tiempo, con lo que su dueño ha podido generar más de lo que obtenía arrendando el local. No obstante, lo complejo ha sido encontrar stock para surtir esta ferretería.

"La verdad es que tengo más que nada herramientas eléctricas y manuales, y me ha costado un poco diversificar, porque para mi es una inversión importante, entonces los compromisos que ya tengo con Aguatop no me permiten tener mucha espalda para adquirir todavía más cosas de ferretería. Por ejemplo, me faltan pegamentos y siliconas, que me gustaría ofrecer. De a poquito voy surtiéndola con más cosas".

Sabe que en aquel rubro la competencia es bastante dura, sobre todo con ferreterías grandes o tiendas de retail, que es algo que Rodrigo está consciente, pero también aprovecha algunas ventajas que tiene, como su ubicación que es altamente transitada, entre Los Carrera y Ramírez, tener marcas buenas con precios bastante accesibles, pero lo más importante es la atención personalizada.

"Creo que la atención va fidelizando a los clientes, porque me he dado cuenta que en algunas ferreterías como que apuran a la gente y yo no tengo ningún problema en atender a un cliente por el tiempo que quiera. No apuro a nadie, en la medida que no tenga a otra persona esperando y así muchos vuelven. Tengo clientes bastante fieles y me siento bien cuando veo que regresan", contó Rodrigo Jaduri.

Empujados por la crisis

Acerca de la reinvención laboral obligada por la pandemia, el coordinador (s) del Centro de Desarrollo de Negocios, Cristian Durán, explicó que durante este periodo difícil se vio el surgimiento de dos tipos de emprendedores: algunos que vieron una oportunidad de negocio y otros que surgieron por necesidad.

"La pandemia hizo que muchas personas perdieran su trabajo o tuvieran dificultades económicas y nació mucho emprendimiento informal, varios de los cuales finalmente se formalizaron. Son personas que traían una idea de negocio desde antes de la pandemia y, en esos casos, la crisis fue el impulsor y la necesidad los hizo desarrollar la idea", precisó.

En el Centro de Negocios han observado que muchos de los que llegaron de esa forma a pedir una asesoría, no volverán a sus antiguos trabajos, ya que descubrieron que el negocio funcionó en medio de un periodo complejo y ahora seguirán desarrollando su trabajo.

"No apuro a nadie, en la medida de que no tenga a otra persona esperando y así muchos vuelven. Tengo clientes bastante fieles y me siento bastante bien cuando veo que vuelven"

Rodrigo Jaduri, Emporio del Ferretero