Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv

(viene de la página anterior)

E-mail Compartir

y que consiste en un programa de manejo holístico e integral, a cargo del grupo Tánica y que permite descomplejizar la administración del campo y tomar decisiones que consideren aspectos económicos, sociales y ambientales de manera simultánea.

El administrador de Agrícola Fundo Puyehue, perteneciente el grupo Tánica, Patricio Donoso, explicó que con este sistema se demuestra que la aplicación de técnicas más respetuosas con los animales y el medio ambiente, son mucho más eficientes en bajar costos; y con estas prácticas se está logrando cumplir un triple impacto, tanto económico, como medioambiental y social.

Además, la experiencia ha permitido mantener la carga animal respecto al método tradicional de ganadería, disminuyendo los costos de producción en 50%, así como también la carga laboral del equipo productivo.

Esta iniciativa, que se emplaza en un predio que colinda con la actividad hotelera y la producción de agua mineral del grupo Tánica, está centrada en la recuperación de la fertilidad de los suelos y la restauración de los ciclos de nutrientes, de energía y del agua.

El tratamiento, que se base en aprovechar el ciclo propio de la naturaleza, permite activar los procesos ecosistémicos, mejorando la actividad biológica del suelo, lo que da como resultado una mayor fijación de carbono en el suelo, aumentando la retención de agua y la mayor disponibilidad de nutrientes para las plantas y los animales. Ello, a su vez, mejora la calidad de los productos.

Energía limpia y barata

La sustentabilidad se hace cada vez más normal en algunos predios lecheros. Tal es el caso de Alejandro Schilling productor del sector Crucero, en la comuna de Purranque, quien es parte de un consorcio de sustentabilidad.

El agricultor explicó que en su caso tiene un proyecto fotovoltaico de 230 kilowatt, que genera energía suficiente para la lechería y también para regar; a ello sumó otro proyecto de 150 kilowatt, que sustenta el funcionamiento de la lechería y la administración de la sala. Ambos permiten que la cuenta de luz sea prácticamente cero peso.

Además de esto, le dan un doble uso a los techos: este agricultor hizo un patio de alimentación donde los paneles fotovoltaicos fueron aprovechados como cobertura, es decir, doble propósito a las instalaciones.

"La gracia que tiene esta planta es que funciona sola. Me resulta interesante una inversión donde no se dependa de nadie y que haga producir a más bajo costo. Está garantizada por 25 años y después de ese período igual sigue generando, nada más que empieza a perder un poco de eficiencia, pero seguro que de aquí a 25 años habrá sistemas mucho más eficientes", destacó.

Los costos de una planta de este tipo varían según los requerimientos, pero se debe calcular que para generar un kilowatt el precio es de un millón de pesos; y en el caso de una lechería pequeña se necesita alrededor de 50 kilowatt para su funcionamiento.

El agricultor enfatizó que cada día los sistemas productivos en las lecherías son más eficientes y limpios, aclarando que la ganadería no es la práctica contaminante que muchos creen.

"En el campo podemos producir nuestra propia energía y además con el pasto descontaminamos. Hay un grupo de agricultores que estamos enfocados en ello.

Una planta fotovoltaica colabora bastante en la estabilidad del voltaje con que trabaja la lechería, un aspecto que es fundamental, sobre todo cuando la experiencia ha demostrado que la electricidad en el campo muchas veces se corta o baja su intensidad, sobre todo en el invierno", explicó.

"La gracia que tiene esta planta es que funciona sola. Me resulta interesante una inversión donde no se dependa de nadie y que haga producir a más bajo costo".

Alejandro Schilling, Productor lechero de Crucero

Un millón de pesos es la inversión en infraestructura para producir un kilowatt de potencia en una planta fotovoltaica, pero luego el costo de la energía es cero.

2 regiones del país son las principales zonas ganaderas y que producen la menor cantidad de gases de efecto invernadero: Los Lagos y Aysén.

Sin costo de electricidad trabajan las lecherías que han incorporado sistemas de paneles fotovoltaicos, generando además un impacto positivo en el medio ambiente.