Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv

(viene de la página anterior)

E-mail Compartir

nuestra misma edad. Las clases virtuales no son del todo malas porque dan más tiempo para hacer otras cosas, como compartir en familia, más aún si los padres también están en teletrabajo. Creo que todos nos dimos cuenta que la vida es frágil y lo que creemos será siempre igual puede cambiar drásticamente en segundos", argumenta.

Conocernos más

En el establecimiento The Mission College cursan cuarto medio las alumnas Millaray Molina (17 años), Tyare Panqueco (18 años), Rocío Naguil (18 años), Millaray Montecinos (17 años), Jeanette Paidil (17 años) Javiera Guerrero (17 años) e Isleby Barria (18 años). Se concentran en especialidades como administración mención recursos humanos y gastronomía mención cocina.

El grupo de jóvenes estuvo todo el año 2020 sin clases presenciales donde reconocen que hubo dificultades con las conexiones a internet, tanto de los docentes como los alumnos, lo que en algunos casos generó cuadros de ansiedad y ataques de pánico. Si bien el colegio realizó la entrega de tablet para apoyar a los alumnos, en algunos casos igual se compraron nuevos equipos sumado a tener que cambiar lentes ópticos por el desgaste que significó estar muchas horas en pantalla.

"En febrero de este año me contagie de covid-19, estuve en una residencia sanitaria (Hotel García Hurtado) pero estuve con secuelas cerca de dos meses, no podía caminar bien. Lo pasé realmente muy mal y me asusté mucho. En general la pandemia ha sido complicada, porque estar en la casa con clases online no es fácil, se pierde el contacto con las amistades. Sin duda poder volver a clases presenciales es algo impagable y que ahora tiene un valor distinto para mí. En general siento que nos faltan muchas cosas por vivir no sólo en el colegio, sino en esta etapa de mi vida, pero bueno veamos el lado positivo y tendré mucho que aportar en 40 años más", manifiesta Jeanette Paidil.

Las estudiantes durante la pandemia diversificaron sus formas de entretenimiento como tejiendo, tocando instrumentos musicales como el ukelele, o iniciando algún emprendimiento como Isleby Barría, quien junto a su hermana crearon una página de Instagram estética para extensiones de pestañas.

"Quienes somos más introvertidas hemos tenido momentos complicados, porque producto del confinamiento nos aislamos aún más. Es complicado salir y estar en medio de una multitud. En algún momento tuve ataques de pánico, porque la ansiedad por las clases virtuales que no siempre eran completas porque perdía la conexión o por el propio temor a la enfermedad fueron factores gatillantes. Ahora que estoy en el colegio presencial y me siento mucho más tranquila", añade Javiera Guerrero.

Todas coinciden que están a punto de egresar de Cuarto Medio pero sin haber vivido como esperaban y soñaban. Durante los dos años de pandemia perdieron los aniversarios, actividades extraprogramáticas, entre otras actividades que ya no serán parte de sus recuerdos.

"Por eso estamos ilusionadas con nuestra licenciatura y gala, porque realmente queremos vivir ese cierre de ciclo de vida, ya no seremos más escolares. Son hitos que la gran mayoría de las personas tiene en su vida y no queremos ser la excepción", asegura Tyare Panqueco.

Tanto los alumnos coinciden en la importancia del proceso de vacunación para poder superar la pandemia, no obstante añaden como el factor más negativo durante estos dos años la falta de empatía entre las personas, principalmente al momento de respetar las medidas sanitarias y las restricciones como cuarentenas, donde hubo grupos que simplemente privilegiaron su individualidad por sobre el bien común. Esto, principalmente en aquellos que no creen en la pandemia ni sus efectos.

Todos esperan con ansias la primera semana de diciembre cuando deberán rendir la Prueba de Transición para la Admisión Universitaria e iniciar el proceso admisión a las universidades 2021.