Hace un año comencé a escribir la editorial del aniversario número 38 enumerando una serie de hechos que habían cambiado la forma de ver la vida a millones de personas en el mundo con la aparición del covid; a ello, en el plano nacional, se sumaba el denominado "estallido social", que trajo consigo una serie de modificaciones económicas y sociales, que actualmente nos tienen pensando en la nueva Constitución; mientras en Osorno, en tanto, habíamos sufrido el masivo corte de agua a raíz de un derrame de combustible en Essal.

Ahora, sin embargo, la esperanza es la palabra que marca y cruza tanto a este medio informativo como a las siete comunas que conforman la provincia de Osorno. Y es que cada día disminuyen los casos de personas contagiadas con coronavirus, lo que aleja la posibilidad que retornen las "temidas" cuarentenas, pues nos obligaban a encerrarnos en las casas y, de paso, daban cuenta de la permanencia de la alerta sanitaria.

Y si en el plano sanitario estamos mejor que hace un año, en este aniversario 39 también queremos destacar la fuerza y decisión de las personas que conforman esta provincia, ya que todos han tratado -desde cada área de acción- de colaborar por salir adelante y no tener que lamentar más muertes por la pandemia. Por eso como diario hemos buscado resaltar y destacar las acciones positivas de la ciudadanía en la pandemia, tal como el alto porcentaje de personas vacunadas y el retorno a clases presenciales, entre otros ámbitos.

Sin duda, uno de los rubros más golpeados en estos casi dos años de emergencia sanitaria ha sido el comercio, tanto el área de ventas, productos gastronómicos, como el turismo y hotelería, los que sin embargo han sabido seguir en pie, ya que al ser Osorno una ciudad de servicios, es necesario que los visitantes cuenten con locales que satisfagan sus demandas.

En este año, previo a los festejos por las cuatro décadas, también es necesario reconocer el trabajo del capital humano de esta casa periodística, que tal como muchos trabajadores, siguieron en pie en esta emergencia, siempre con la clara misión de mantener informada a la ciudadanía.

El pasado martes fuimos testigos de una hermosa caravana de gente de campo, que fueron parte de una potente demostración del amor y respeto por las tradiciones rurales de nuestra zona. Un aspecto interesante es que este tipo de manifestaciones se han ido repitiendo de norte a sur y en distintas localidades de nuestro país, siempre con una importante, y para algunos impensada, participación y apoyo de parte de la ciudadanía.

En el caso de la caravana por las tradiciones rurales realizada en Osorno, participaron cerca de mil personas ligadas al campo, entre las que había trabajadores, arregladores de caballos, criadores de perros galgos, folcloristas, entre muchos otros, quienes a pesar de la lluvia tuvieron las ganas de marchar por las calles de Osorno, en una actividad impecable, sin mayores perturbaciones al desplazamiento de los transeúntes y automovilistas.

Esta actividad, junto a otras realizadas en el país, no son otra cosa que la demostración que las tradiciones rurales, que son parte de la identidad nacional, tienen un fuerte apoyo de la ciudadanía, lo que por cierto se contrapone con algunos discursos que, basados en la ideología y la falta de conocimiento de algunos citadinos, se trata de imponer como una verdad a medias.

Lamentablemente, pocos dimensionan la importancia de nuestras tradiciones, así como las oportunidades que éstas generan en cuanto al desarrollo de la identidad cultural de la gente. Tampoco valoran las posibilidades de desarrollar oficios como la artesanía, talabartería, el herraje y un sinfín de otras actividades que hoy tienen una interesante demanda. La mal llamada "modernidad" ha dejado en un segundo plano a estas actividades que siguen siendo requeridas en el sector rural.

No hay dudas que el campo chileno es la cuna y reservorio de muchas costumbres bien arraigadas en nuestra sociedad y que tienen la gracia de ser muy diversas, dado lo extenso del territorio nacional. De ahí la importancia de cuidar la actividad agrícola y valorarla como una alternativa de desarrollo personal y profesional, lo que por cierto pasa por dotar al sector rural de buena infraestructura, conectividad, educación y reglas claras en cuanto al uso de sus suelos.

No podemos dejar de agradecer y felicitar a los organizadores de la caravana, por haber traído a la ciudad una interesante muestra del campo a nuestro país.

Pauline Engler T.,directora de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (Sago)