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Osorno para no olvidar: el carnaval de la alegría llegaba con la primavera

En 1917, un grupo de estudiantes primarios y secundarios osorninos dio inicio a la festividad, con gran algarabía y entusiasmo. Los festejos por el renacer de la naturaleza incluían coloridos disfraces, música, bailes, pasacalles y la elección de una bella reina. Participaba toda la comunidad en un evento que fue tradicional en el pasado.
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Los dirigentes de la Federación de Estudiantes de Chile viajaron en 1915 a Montevideo, Uruguay, para asistir a los conmemorativos de Héctor Miranda, precursor del primer congreso estudiantil de Sudamérica.

Manuel Barahona, uno de los integrantes de la delegación, rememora que al regresar de Uruguay se dirigieron rumbo a Buenos Aires, en Argentina, donde "nos tocó asistir a las fiestas con que los estudiantes de medicina celebraban el día de ellos. Allá son fiestas netamente estudiantiles i se realizaban en locales cerrados, donde no tienen acceso nada más que los estudiantes i profesores. Así nació la idea de realizar nosotros también fiestas primaverales".

La Federación de Estudiantes de Chile encomendó a Marcial Mora, Manuel Bianchi, Ernesto Morales y Manuel Barahona, entre otros, para que se aboquen a organizar las fiestas de las primaveras.

Después de vencer una serie de obstáculos e inconvenientes y prejuicios sociales como: "Nadie creía en la posibilidad de conseguir que a las tres de la tarde se disfrazase un solo santiaguino", se programaría una matiné, onces y bailes.

Así, en 1916, comenzaba a celebrarse en Santiago la primera Fiesta de la Primavera en nuestro país.

A celebrar en Osorno

En 1917, los estudiantes osorninos se desafiaron también a organizar las fiestas primaverales. Una crónica del extinto diario La Prensa se refiere a aquella primera versión de esas festividades: "Los estudiantes de Osorno también la celebraron este año, i aunque fue improvisada a última hora, resultó mui lucida. Fueron más de doscientos alumnos del Liceo, Instituto Alemán, jóvenes i niñitos que, disfrazados con vistosos trajes, mantuvieron en continua alegría calles i paseos públicos. Como en todas partes, se hizo… también aquí con la más completa corrección en todas las manifestaciones estudiantiles, lo que hizo que el público acogiera con simpatía esta fiesta".

Así, la apacible ciudad de Osorno se vería sacudida por la algarabía de las comparsas estudiantiles. Lo anterior, obviamente, causaría más de algún asombro y sorpresa en los transeúntes, porque no era habitual observar aquellos coloridos carnavales en las calles.

Aunque a menudo se realizaban fiestas de máscaras y disfraces, más bien se circunscribían al ámbito privado.

Con las fiestas primaverales, aquellas manifestaciones propias de los salones de residencias particulares y clubes sociales, se convirtieron en actividades de índole público y cotidiano.

Alegres ritmos

La Fiesta de la Primavera se programaba para la segunda quincena de octubre. Los festejos se iniciaban el viernes, extendiéndose durante el fin de semana.

El comité organizador, integrado por estudiantes de los liceos de Hombres y de Niñas, asesorados por sus profesores, se reunió en agosto de 1918 con la misión de preparar con antelación una nueva versión de esas festividades, que estaba despertando variadas expectativas en los jóvenes osorninos.

Aunque las inestables condiciones climáticas obligaron a reducir las actividades a dos días, ello no fue impedimento para que los estudiantes manifestaran toda su alegría y jolgorio. Encabezado por una banda de músicos y al ritmo de ras, ras, ras, chin, pun: "Cientos de estudiantes disfrazados recorrieron las calles i paseos públicos formando desfiles, farándula i algazaras que divertían de buen agrado al público".

Los disfrazados iniciaban su alegre comparsa en el Liceo de Hombres, para posteriormente dirigirse al "Liceo de Niñas a recojer a las estudiantes de este establecimiento i de la Escuela Superior de Mujeres. De aquí ira a la Gobernación, pasar después por la calle Eleuterio Ramírez para saludar a 'La Opinión', torcerá por Cochrane i después por Mackenna para presentar su saludo a la Municipalidad, doblará por Matta deteniéndose frente a 'La Prensa' para saludar a este diario, luego tomará por Carrera, doblegado por O'Higgins para enfrentar al 'Diario de Osorno' i seguir después por esa misma calle hasta el Liceo de Niñas. Bajará por Bilbao a saludar a 'El Osorno' y subirá después por Bulnes hasta el Cuartel de Zapadores. De ahí bajará a la plaza donde a esa hora habrá retreta".

Para la comunidad

Aunque los principales protagonistas de las fiestas primaverales eran los estudiantes, existía en los organizadores el ánimo de sumar a toda la comunidad. De ahí que las comparsas estudiantiles, en su recorrido por las calles de la ciudad, visitaban a las autoridades provinciales, comunales, medios de comunicación, militares, entre otros, invitándolos a participar en las actividades programadas para la ocasión.

Cada año los estudiantes secundarios y primarios demostraban un vivo interés en participar en las comparsas de disfraces. En 1921 "…no menos de 300 jóvenes pasó a saludar a las autoridades i a los diarios locales. Esta farándula iba encabezada por una murga infantil formada con instrumentos de los más orijinales".

Así, desde gitanas, geishas, bailarinas orientales, piratas, cowboys, duendes, payasos y caracterizaciones de personajes locales y nacionales, cantaban y bailaban espontáneamente saludando el renacer de la naturaleza.

"Cientos de estudiantes disfrazados recorrieron las calles i paseos públicos formando desfiles, farándula i algazaras que divertían de buen agrado al público". "Los estudiantes de Osorno también la celebraron este año, i aunque fue improvisada a última hora, resultó mui lucida. Fueron más de doscientos alumnos del Liceo, Instituto Alemán, jóvenes i niñitos que, disfrazados con vistosos trajes, mantuvieron en continua alegría calles i paseos".