Los accidentes cerebrovasculares (ACV) son la primera causa de muerte en Chile, además de dejar con discapacidad a una parte importante de pacientes que han sobrevivido a la enfermedad, sobre todo en los mayores de 65 años. De ahí que la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó que cada 29 de octubre se celebre el día internacional de esta emergencia médica, con el fin de alertar a la población respecto de sus consecuencias.

Estadísticamente, uno de cada seis chilenos, sobre todo adultos mayores, se ven afectados alguna vez por un ACV, que consiste en la pérdida repentina de una función neurológica producida por la obstrucción o rotura de un vaso sanguíneo cerebral, y que se manifiesta en la pérdida de fuerza en un lado del cuerpo, la alteración del lenguaje, que se hace incomprensible o bien la persona no entiende lo que se le dice; una baja de la sensibilidad y dolor de cabeza muy fuerte. No obstante, los especialistas afirman que si el paciente recibe atención oportuna en un servicio de urgencia, se le puede retirar el coágulo alojado en la arteria.

Si bien cualquier persona puede sufrir un ACV, hay factores de riesgo o comportamientos que lo propician, como la hipertensión arterial, la edad avanzada, el tabaquismo, el colesterol elevado, la diabetes mellitus y el sedentarismo, entre otras. De ahí que los médicos recomiendan prevenir los accidentes cerebrovasculares mediante un control adecuado de los riesgos, llevando una vida más saludable, con actividad física, una alimentación que sea equilibrada, baja en sal y azúcar, y evitando el alcohol y el cigarrillo.

Es fundamental que las personas se informen sobre la prevención de los accidentes cerebrovasculares, con el objetivo de tomar medidas de resguardo, estar atentas para un diagnóstico oportuno y acceder así a una atención que puede salvar vidas y evitar las secuelas que dejan estos accidentes. Esta información incluye el derribar mitos, además de entender los orígenes y la necesidad de conductas saludables que pueden ayudar a evitar el mal.

El ACV se puede prevenir, se puede tratar en urgencias, es una patología que no sólo puede afectar a adultos o adultos mayores y que en la medida que haya una adecuada y oportuna detección, puede tener una buena recuperación.

Toda acción que ejecutamos en el diario vivir, genera un impacto. No es algo por descubrir, es una realidad. Cada vez que encendemos un auto, calefaccionamos nuestro hogar o usamos agua, estamos generando un efecto en nuestro entorno. Y debemos verlo de forma aún más amplia, pues nuestro comportamiento social también es un factor de cambio.

Múltiples estudios indican que la convivencia social, afectiva y colaborativa, tiene impactos positivos en nosotros, a tal nivel que, incluso, favorecen nuestra salud física y mental. Es en esto que son tan importantes las organizaciones sociales y cualquier fuerza viva de nuestra comunidad, porque en esto radica la responsabilidad que estas tienen en la construcción de nuestra Región de Los Lagos.

Estas dos dimensiones de desarrollo (la sustentable y la social), resultan ser nuestras principales herramientas para poder entregar a las generaciones futuras, un espacio territorial y una sociedad donde las oportunidades no signifiquen, intrínsecamente, el devorar nuestro ecosistema.

La estructura social sobre la base de organizaciones involucradas en el quehacer de su territorio, nos llevan a que los habitantes de cada provincia de la Región, tenga la información necesaria para que su actuar busque siempre tener un impacto positivo en los demás. Así dejamos de lado el "yo" y ponemos en el centro al "nosotros".

En esta oportunidad he querido escribir sobre este tema, pues parece ser que la pandemia y su cruce con los tiempos del cambio climático, nos han llevado a trabajar con fuerza y conciencia en impregnar la sustentabilidad en todas las actividades posible; pero al mismo tiempo nos hemos visto obligados a alejarnos unos de otros y se ha puesto a prueba nuestra capacidad de trabajar en asociatividad.

No podemos perder el foco en esto y pensar que la construcción de nuestra región y el nuevo "rayado de cancha" para el cuidado de nuestro medioambiente, es sólo tarea de las instituciones. Aquí todos jugamos un papel. Algunos fiscalizan, otros proponen y unos ejecutan, pero a fin de cuentas el aire, agua y el cultivo de la tierra, es la vida para todos.

Patricio Vallespín, gobernador regional