Una campaña para ofrecer cinco mil empleos lanzó el ministerio de Agricultura, con el objetivo que ayudar al sector a enfrentar la escasez de mano de obra que vive desde 2020 y que se estima llegará a la falta de casi 150 mil trabajadores para la época de cosechas que se avecina.

La iniciativa se llama #Súmatealagro y su meta es vincular a 38 empresas, de 15 regiones del país, con personas que quieran emplearse en labores del ramo. La oferta es por sueldos que bordean -aseguran- los $450 mil mensuales.

Quienes estén interesados en participar deben acceder a través la página de la Bolsa Nacional de Empleos (bne.cl) y realizar una preinscripción para el proceso, que se verificará durante una feria laboral virtual entre el 25 y el 29 de octubre. En la actividad colabora Odepa (Oficina de Estudios y Políticas Agrarias) y también Sence, a través de cursos de capacitación, como el de Control de Calidad de Procesos Agroalimentarios que se ofrece desde esta semana a nivel local.

Sin duda, #Súmatealagro es una acción importante, considerando que la pandemia acentuó la baja de empleados en este rubro, hecho que se viene evidenciando hace varios años. Ya en 2017, un estudio de redagricola.com indicaba que solamente uno de cada diez trabajadores del país se dedicaba a labores silvoagropecuarias y que cada vez se hacía más difícil la retención.

Aquí se requiere, entonces, un importante apoyo para que más personas se mantengan en esta área, la cual tiene un marcado sello estacional y demanda un promedio de 39 horas de trabajo semanales (observatoriolosríos.cl).

Es de esperar que la propuesta ministerial tenga éxito, pues la producción de alimentos es una de las más importantes para la vida del país. Sin embargo, también es necesario que desde una campaña ocasional se proyecte una política de formación técnica y profesional de más largo plazo, a través de la cual se permita una constante vinculación de jóvenes y de nuevos trabajadores con este sector clave para la economía regional. De este modo no solamente habrá una oferta eventual, sino una constante.

Hace algunos días, conversábamos en reunión de trabajo, respecto del cambio de paradigma que significa una nueva administración, gestión y cuidado del agua potable en nuestra Región. Conjugando la mirada del mundo académico y sus especialistas con la nuestra, se reafirmaba mi convicción como gobernador regional, de que debemos tener la capacidad de entregar mejores herramientas a las comunidad, para que sean estas quienes vayan más allá de la buena administración de sus nuevos sistemas de acceso al agua y actúen con el objetivo de cuidar la fuente desde donde proviene el vital elemento. Debemos concentrarnos también en los caudales de agua y su futuro.

Nuestro diseño de trabajo se ha concentrado en hacer el sistema más eficiente en razón al largo y burocrático camino que debe recorrer la gente y los municipios para obtener infraestructura relacionada al abasto de agua, pero resulta clave avanzar en una nueva mirada que profundice en la cadena virtuosa y empodere, especialmente a las personas que habitan en sectores rurales, respecto del respeto y gestión de los lugares desde donde extraemos el recurso hídrico.

Para eso, ya pensamos en un plan especial de acompañamiento en nuestra región, donde no sólo logremos un sistema óptimo para dejar de depender de camiones aljibe en materia de acceso al agua, si no que, además, oriente en el buen uso del vital elemento y promueva el cuidado de la fuente. El ideal es lograr que la comunidad proteja sus recursos, basados en asumir la crisis y dar un paso importante para contrarrestarla.

Pero esta nueva cultura del APR no puede venir como un llanero solitario a combatir el problema sin más que su ímpetu. Debemos ser capaces, quienes planificamos el desarrollo del territorio, de instalar las condiciones adecuadas para fortalecer las buenas prácticas.

Repensar el uso del suelo, estudiar porcentaje y optimización del agua utilizada para producción debiese ser algo que detonen pronto las autoridades responsables, siendo un factor estructural para este repensar de la administración del agua.

Patricio Vallespín, gobernador regional