Los emprendedores del rubro gastronómico del Mercado Municipal de Osorno tuvieron sus puertas cerradas durante más de un año y tres meses, producto de la pandemia. Y si bien algunos se atrevieron a vender para llevar o a través de delivery, finalmente desistieron, porque las ganancias eran escasas, ya que el público que acude a deleitarse con sus platos, lo hace durante el día y de pasada.

La situación de los más de 30 restaurantes y cocinerías que funcionan en este tradicional espacio de calle Errázuriz fue crítica, porque si bien recibieron el apoyo del municipio en el sentido que les condonaron los pagos por concepto de arriendo de sus locales, de igual manera tenían que mantener sus hogares y, sin generar ventas, ello se volvió complicado.

El panorama era desolador hasta hace algunos meses en este lugar. Y si bien en otros puntos de la ciudad los restaurantes y locales podían abrir en fase 2 para llevar o por pedido, los locatarios del mercado tuvieron que quedarse de brazos cruzados, incluso cuando las autoridades de salud permitieron atender en esta fase, pero en terrazas, lo que para ellos no era factible, porque no cuentan con este espacio.

Muchos tampoco recibieron alguna de las ayudas que entregó el Gobierno, porque no calificaban por lo que se encerraron en sus casas a esperar que esta situación pudiese cambiar. Mientras algunos se reinventaron para generar ingresos, otros literalmente se comieron los ahorros de toda la vida.