Unos comen y otros miras
El informe que reveló los requerimientos que ha sostenido la Mesa Directiva de la Convención, como almuerzos, servicio de cafetería y transporte privado, pareciera que no causó tanta impresión en los sectores de Elisa Loncón y Jaime Bassa. Lo extraño es que por semanas algunos constituyentes se han quejado de la supuesta precariedad de las instalaciones y de la falta de comida, y que a raíz de eso algunos han bajado de peso.
Me pregunto ¿por qué, ante esta información, no existe el mismo énfasis para cuestionar los privilegios que ha tenido la mesa, o será que el tema no involucra al Gobierno para criticarlo?. Mientras tanto la mesa seguirá comiendo, y muy bien por lo que sabe.
Alonso Salazar
Doble estándar de Loncón
El término "doble estándar" hace referencia a la aplicación de diferentes conjuntos de principios para situaciones similares. Un término perfectamente aplicable a los dichos que ha emitido la presidenta de la convención constituyente, Elisa Loncón.
Llamar a la paz y luego catalogar a un sector como privilegiado. Recriminar los actos de violencia ocurridos en el "estallido social" y manifestaciones, pero no cuestionar los atroces actos de violencia en La Araucanía y vandalismo en la Región Metropolitana. Lo discutible es que sólo llevamos un mes de convención y nada hace presagiar que estas contradicciones no sigan ocurriendo.
Diego Ormazábal.
Y se subieron los sueldos...
Al inicio de la convención eran múltiples los discursos sobre que los constituyentes estaban apartados de los cuestionamientos a los altos sueldos que se perciben en el Congreso. Sin embargo, al enterarnos que la Comisión de Presupuesto aprobó aumentar de los actuales 1,5 millones de pesos máximos mensuales por convencional a más de 4 millones de pesos, no sé dónde quedaron esos discursos.
Lo insólito es que, dentro de las cuatro propuestas, existían otras dos que eran por sobre los cuatro millones doscientos mil y que sólo Chile Vamos propuso mantener el millón y medio por convencional. Parece que estando dentro las percepciones cambian y los discursos también.
Pablo Fuenzalida
Podemos vencer al covid-19La disciplina es parte de nuestra vida diaria, es un trabajo complejo para muchos y su desarrollo simplemente no es fácil. La podemos definir como un conjunto de reglas o normas cuyo cumplimiento de manera constante conducen a cierto resultado. La disciplina es un hábito que se genera en base al compromiso, es autocontrol, es orden, pero sobre todo podría decir que la disciplina es tener clara la tarea y los objetivos.
Creo que el primer desafío que tuvimos en pandemia fue quedarnos en casa y pasar repentinamente al teletrabajo. Lo que siempre habíamos querido, trabajar desde casa, se hacía realidad, y nos dimos cuenta que no era tan fácil. Necesitábamos disciplina, levantarnos a una hora definida, con una planificación, con tiempos acotados, en un espacio definido, con tiempos de descanso, colación, vestirnos adecuadamente, tener el rigor de presentarnos física y mentalmente a través de una ventana desconocida llamada Zoom, Meets, Teams y otras similares.
Lo que parecía posible estar en pijamas, y hacer las cosas sin orden alguno, no era posible. Pero aprendimos, algunos ya están en un nivel casi profesional y actúan desde su casa como si estuvieran físicamente en el lugar de trabajo.
Esa misma disciplina es la que necesitamos para convivir con el coronavirus. Ya sabemos que Chile es un país ejemplar en la vacunación de emergencia, pero esto no significa que los vacunados no contagien. La vacuna apunta a lograr que el resultado no sea tan severo y evitemos los tratamientos intensivos , de emergencia o la muerte. Pero con vacuna podemos portar el virus, enfermar y contagiar a otras personas.
Para convivir de forma adecuada con el virus, necesitamos disciplina, una coordinación de actitudes que busque conseguir orden para desarrollar actividades específicas y conseguir resultados de vida positivos lo más pronto posible, para eso necesitamos autocontrol, poner normas, objetivos, reglas; para eso necesitamos de una mascarilla adecuada que se use de forma correcta sin excepción, necesitamos de una distancia física mínima, de lavados de manos y de desinfección de superficies y ropas, con una ventilación aceptable, de lo contrario la tarea no será posible cumplirla, simplemente porque no fuimos disciplinados.
Ya hemos visto que mucha gente es reticente a las exigencias y normas, porque simplemente atentan contra la libertad individual. Las normas hay que entenderlas como auto impuestas, necesarias para tener éxito.
Luis Carrasco, académico del Departamento de Prevención de Riesgos y Medio Ambiente de Utem