Diversas han sido las reacciones nacionales por el nuevo plan Paso a Paso, el cual busca avanzar hacia una reapertura gradual del país a través de cambios en las restricciones de movilidad, reunión y trabajo, junto con mayores libertades a las personas que cumplan con su esquema de vacunación completa, en todas las comunas independientemente de la fase en que se encuentren.

Para los sectores productivos los anuncios son avances importantes hacia la reactivación y recuperación del empleo, en tiempos que la pobreza se ha multiplicado preocupantemente. Para otros gremios, como el Colegio de Profesores, se trata de "un error"; sobre todo la medida incluida para el regreso presencial a clases de los escolares. Los médicos, por su parte, ya han expresado antes inquietud y una mirada completamente distinta a la oficial, plasmada en su propuesta de "cortocircuito epidemiológico".

Los que cuestionan el nuevo plan también han manifestado dudas por la forma en que se aplicará y fiscalizará, considerando que el control ha sido el eslabón más débil hasta ahora. Sobre todo -dicen- hay aún falta claridad en la facultad que se entrega a las regiones para regular sus toques de queda. Otro punto que requeriría clarificación es apertura de parques y áreas protegidas, tema que ha sido planteado por un grupo de deportistas, organizaciones y empresas.

La directora del Departamento de Salud Pública y académica de la Universidad de Talca, Erika Retamal, indicó que cree que aún no es el momento para relajar las medidas implementadas. "No por lo menos antes de tener una secuenciación adecuada, para saber cuál es el porcentaje real de la variante Delta en el país, ya que todavía no tenemos certeza", afirmó.

Y agregó que a esto se debe agregar la generación de criterios más estructurados y estandarizados para permitir que las personas salgan del país y así impedir realmente el paso de nuevas variantes.

Todo se aplicará desde el 15 de julio y, más allá de las polémicas, su eficacia dependerá de la responsabilidad y cooperación de la ciudadanía.

El 4 de julio pasará a la historia como un gran día de la vida republicana de nuestro país, día de la ceremonia de envestidura de los convencionales constituyentes y la elección de la presidenta y vicepresidente de la Convención.

Las manifestaciones no lograron opacar una ceremonia con simbolismos importantes, de una convención paritaria, con representación de pueblos originarios y la elección de la presidencia de la convención recayó en Elisa Loncón una mujer mapuche, profesora de estado en mención inglés de la U. de la Frontera y actual académica de la U. de Santiago de Chile, con estudios de postgrado en México, Holanda y la U. Católica en Chile.

En su discurso, tras ser elegida, sumó a todo el territorio y a todos los habitantes, habló que debemos ampliar la democracia, ampliar la participación y convocar hasta el último rincón de chile.

Los inconvenientes que siguieron para lograr la primera sesión, son inexcusables y fueron catalogados de obstruccionismo, negligencia, boicot o torpeza, que alude al Gobierno. A pesar de ello, se conoció rápidamente el compromiso adoptado por rectoras y rectores de las Universidades Estatales que en su sesión del 30 de junio, plantearon estar al servicio del trabajo de los convencionales y ofrecieron todas sus instalaciones a lo largo del país para facilitar sesiones en regiones.

Desde el estallido social las universidades del Estado de Chile han tomado un rol relevante, poniéndose a disposición de los diferentes movimientos sociales, para recoger y sistematizar ideas, brindando espacios para el diálogo y la reflexión, cimientos indispensables para poder avanzar, junto a la ciudadanía, hacia un país más justo y equitativo.

El apoyo de las Universidades Estatales que ponen a disposición sus sedes para sesionar y garantizar el funcionamiento de la convención es: 1) parte del compromiso permanente como instituciones públicas en la discusión constituyente; 2) nuestro compromiso con la democracia y la defensa del derecho a la educación pública; y 3) como un factor fundamental en lograr una buena conexión con las regiones para la generación de una nueva constitución que permita efectivamente, establecer los derechos sociales que hoy día no están presentes en la actual Carta Magna.

Óscar Garrido , rector ULagos