En Chile, alrededor de cinco millones de personas mayores de quince años no tienen escolaridad completa y que tampoco siguen estudiando. Asimismo, cerca de 500 mil no saben leer y escribir o tienen muy baja escolaridad. Es por ello que resulta destacable el programa "Compromiso País", destinado a mujeres, que pretende acortar esas brechas.

La primera dama, Cecilia Morel, ha señalado que el objetivo de esta iniciativa ha sido contribuir a que mujeres adultas que han desertado el sistema educacional finalicen su educación a través de nivelación y validación de estudios, entregando herramientas en el ámbito de estrategias de aprendizaje, métodos y hábitos de estudios, a través del apoyo telemático de tutores voluntarios. El programa comenzó de modo piloto con 204 mujeres en las regiones de Atacama, Valparaíso, del Biobío, La Araucanía y Los Lagos, y luego se extendió a todo el país. En el año 2020 participaron poco más de dos mil mujeres, de las cuales el 90% completó el plan de estudios, mientras en el presente año se inscribieron dos mil quinientas que tienen clases a distancia como parte del programa.

Respecto de la educación de adultos, hay que considerar que, por una parte, es necesario abordar la situación de personas que no lograron terminar su instrucción básica o media, y por otra parte, están aquellos chilenos que son analfabetos. De acuerdo a la Encuesta de Caracterización Socioeconómica (Casen), se considera analfabetas a las personas mayores de 15 años que no son capaces de leer y escribir un párrafo breve de forma coherente y progresiva.

Las personas jóvenes y adultas que no han iniciado o terminado sus estudios de educación básica y media tienen la oportunidad de hacerlo en distintos centros educativos regulados por el Ministerio de Educación. En Chile, 813 establecimientos imparten educación para jóvenes y adultos. El aumento de los niveles educativos de la población permite mejorar la productividad, la movilidad social, la reducción de la pobreza, la construcción de la ciudadanía y el fortalecimiento de la cohesión social.

El pasado 4 de julio vivimos un momento histórico en nuestra historia republicana, se produjo la instalación de la Convención Constitucional, órgano mandatado por el pueblo de Chile para elaborar una nueva Constitución. No estuvo exenta de polémicas ni de disturbios, que en las primeras horas de la mañana amenazaron con enlodar este hito, sin embargo, con el transcurso de las horas vimos cómo el liderazgo y templanza de doña Carmen Gloria Valladares, abogada y secretaria relatora del Tribunal Calificador de Elecciones, hizo que esta ceremonia se efectuara sin mayores inconvenientes.

Dejando de lado su currículum, quien es abogada de la Pontificia Universidad Católica de Chile, con postgrado en Derecho Constitucional y cuenta con una impecable carrera que ha transcurrido entre la Corte Suprema, Tribunal Constitucional y actualmente en el Tricel, lo que más cabe destacar en esta instancia es su capacidad de diálogo, aun cuando fue increpada en duros términos por algunos constituyentes; su capacidad de mantener la calma en todo momento, sin exaltarse; su capacidad de escuchar y aunar posiciones, a fin de resolver el conflicto; de detener tan importante ceremonia, a fin de gestionar las peticiones que, de buena o mala manera, le efectuaron los constituyentes.

Siguiendo en esta línea del poder femenino, se procedió a la elección de su presidenta, doña Elisa Loncón Antileo, perteneciente al pueblo mapuche, una mujer activista, luchadora, defensora de la cultura de nuestros pueblos originarios, quien desde la vereda de la academia, la ha dejado en alto.

Es profesora de Inglés de la Universidad de la Frontera de Chile, magíster en lingüística, con dos doctorados, docente de la Universidad de Santiago, abocándose a la investigación sobre la enseñanza del mapudungun y su persistencia en el contexto contemporáneo. Una mujer que ha tenido que luchar contra los prejuicios de, primero, ser mujer y, luego, ser mapuche.

No me cabe duda de que llevará a cabo esta labor de manera impecable, no exenta de contratiempos, ataques, polémicas, etc., pero como siempre, confío en la capacidad que, como mujer, más allá de los estudios y los títulos profesionales, tenemos cada una para superar cualquier bache en el camino y salir airosas, aun con viento en contra.

Daniela Urquieta, directora Colegio de Abogados de la Provincia de Osorno A.G.