Redacción

Luego de 10 años en pantalla, el matinal "Bienvenidos" de Canal 13 dejará de emitirse en los próximos meses, según informó ayer la estación televisiva, que pertenece al empresario Andrónico Luksic.

A través de un comunicado de prensa, la compañía planteó que "el actual matinal de Canal 13 ha acompañado a los telespectadores durante más de diez años y ha sido el proyecto matutino más exitoso e importante en la historia de nuestra casa televisiva, marcando pauta con sus contenidos, conectando con los requerimientos de la audiencia y logrando sintonizar fuertemente con el público".

Programa de actualidad

Según se informó a través del mismo texto, una vez que "Bienvenidos" salga definitivamente de la parrilla, las mañanas se volcarán a un nuevo programa de actualidad.

"Este tendrá un renovado formato, será con un fuerte eje informativo y la conducción recaerá en dos reconocidas periodistas: Mirna Schindler y Ángeles Araya. La producción ejecutiva del proyecto estará a cargo de Mariano Gallardo, actual productor ejecutivo del Área de Realidad de Canal 13", detalló la estación.

Para ello Schindler deberá dejar su actual participación en el canal La Red, donde es una de las conductoras del programa periodístico "Pauta libre".

La idea de Canal 13 es adquirir el acento informativo que han tomado otras propuestas de esa franja horaria y salir a competir directamente con "Contigo en la mañana", de Chilevisión, actual líder de sintonía en el bloque.

Fin de una era

"Bienvenidos" comenzó con sus transmisiones en marzo de 2011 bajo la conducción de Martín Cárcamo y Tonka Tomicic, quien llegó específicamente a este espacio tras convertirse en exitoso rostro del matinal de Televisión Nacional "Buenos días a todos".

Cárcamo optó por otros proyectos televisivos en la estación y Tomicic se mantiene al aire con el programa, acompañada actualmente por Amaro Gómez-Pablos y Sergio Lagos.

El equipo fue informado de estos cambios tras el final de la emisión de ayer, alrededor de las 13:00 horas. Ahí también estuvo el director ejecutivo de la estación, Maximiliano Luk-sic, quien aclaró que "esta transición de programas no significa un plan de salida ni externalización de equipo".

Tonka Tomicic seguirá con un fuerte protagonismo en el canal, ya que tiene contrato hasta 2024. Estará a cargo junto a Emilio Sutherland del venidero espacio "Los 2000, un zapping al pasado", en el que recordarán los personajes y los hechos más relevantes de esa década. También se espera que sea el rostro de otros programas en los próximos meses.

Amaro Gómez-Pablos y Sergio Lagos, en tanto, continuarán en la señal con otros proyectos, que aún no están definidos, informó la estación.

La gran diva de la televisión italiana Raffaella Carrà, fallecida el lunes a los 78 años, recibió ayer el último gran aplauso en su funeral, como los que solía suscitar en todos los espectáculos con los fascinó al mundo entero.

Las exequias tuvieron lugar en la iglesia de Santa María in Ara Coeli de Roma y congregaron a unas doscientas personas, entre amigos y autoridades, dentro del templo, así como a otros cientos de admiradores en la calle.

El féretro, expuesto en los últimos tres días en la capilla ardiente en el palacio del Campidoglio, sede municipal de la capital italiana, entró en la iglesia tras haber hecho un último recorrido en un auto escoltado por los Foros Imperiales.

La ceremonia hizo caer algunas lágrimas entre los asistentes, entre ellos su pareja y amigo, Sergio Japino, pero un largo y sentido aplauso rompió la solemnidad del momento, recordando de algún modo la estrella que fue.

"¡Qué gran mujer, artista y persona, ha sido un símbolo que ha cruzado un siglo y un milenio. Quizá solo ahora vemos todo lo que fue, un regalo. Este aplauso es todo para ti", proclamó desde el altar la presentadora Lorena Bianchetti.

El funeral fue vivido como un acontecimiento nacional, reuniendo a autoridades, amigos, colaboradores, bailarines o seguidores, y, de hecho, fue transmitido en directo por el primer canal de la televisión pública, la RAI.

La iglesia de Santa Maria in Ara Coeli, una de las más bellas de la capital, en lo alto de una de sus colinas, se engalanó con flores amarillas, el color preferido de la artista, y sus fotos más icónicas.

El estadounidense Matt Damon siempre quiso ser actor. Después de más de tres décadas de exitosa carrera profesional, reconoció en el Festival de Cannes que el cine puede ser un negocio "fantástico, pero también brutal".

El intérprete, de 50 años, señaló que dejará la actividad cuando pierda el entusiasmo por ella, pero en su conversación ante el público del certamen no dio atisbos de que ese momento esté cerca.

"Me gusta mucho hacer esto. Siempre me ha gustado. Cuando postulé para la universidad, mi primera frase decía que desde que tengo memoria he querido ser actor", dijo al presentar fuera de competencia "Cuestión de sangre" de Thomas McCarthy.

El actor demostró por qué pese a su estatus de estrella lo siguen viendo como a un tipo normal: "Lo que vende es el sexo y los escándalos, y todo el mundo sabe que estoy casado y que soy padre. Estoy relativamente libre de polémicas. A los medios no les compensa esperar frente a mi casa".

Su carrera despuntó con "En busca del destino" en 1997. Llevaba ya una década en roles menores, pero ese proyecto junto al desde entonces inseparable Ben Affleck les dio a ambos el Oscar al mejor guión.

Un privilegio

Pasada la fase en la que aceptaba cualquier cosa con el fin de trabajar, el actor asegura que elige las películas en función del director. Estuvo con Martin Scorsese en "Los infiltrados" (2006), Christopher Nolan en "Interstellar" (2014), Steven Soderbergh en "Contagion" (2011) y Clint Eastwood en "Invictus" (2009).

"Ha sido un verdadero privilegio. Si tuviera que trabajar solo con los que ya lo he hecho, consideraría que tengo suerte, aunque hay tantos directores con los que me gustaría trabajar", añadió Damon.

La superestrella también dijo haber estado cerca de dirigir varias veces, como en "Tierra prometida", pero todas las oportunidades se cayeron por estar comprometido en otros proyectos, una lealtad por la que su chequera no es tan grande como hubiera podido ser.

"James Cameron me ofreció el 10% de 'Avatar', pero estaba trabajando en (la saga) 'Borne' y me dije que no podía abandonar la posproducción. Nunca van a conocer a un actor que haya perdido más dinero", bromeó Damon.