Votos sin información
Luego de vivir uno de los procesos electorales más importantes en la historia de nuestro país, el cual actualizó distintos cargos municipales y sumó por primera vez a quienes escribirán la nueva constitución. Nos hemos podido dar cuenta que la ciudadanía no vota informada, vota porque el amigo le dijo, pertenece a cierto sector o simplemente vota por el candidato que sonó más, sin incluso haber leído sus propuestas.
La poca o nula educación cívica en nuestro país ha permitido que disminuya la participación al momento de votar, total las personas piensan y creen que sus vidas seguirán igual con un gobierno de derecha o izquierda. El problema se genera cuando la institucionalidad no es respetada y aparecen líderes que llegan a vender discursos populistas, no reales, y se convierten en falsas esperanzas, que dan inicio a revueltas sociales, como el llamado "estallido social".
Es por eso que los partidos políticos deben reorganizarse, fomentando la confianza de los ciudadanos en el sistema político, escuchando de manera real las demandas legítimas que nos acarrean hace décadas y convertirlas en proyectos que tengan resultados a corto, mediano y largo plazo, o si no simplemente nos veremos destinados al fracaso.
Silvio Rivera Gallardo, estudiante Administración Pública de la Uach
Desperdicio de alimentos
Un tercio de los alimentos producidos para el consumo humano se desperdicia, lo que a nivel mundial representa mil 300 millones de toneladas de comida al año, según lo que indica la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Estas pérdidas repercuten fuertemente en la seguridad, nutrición y sostenibilidad de los sistemas alimentarios, debido a la gran cantidad de recursos que se utilizan para producir alimentos que no son consumidos y que podrían ser utilizados para cubrir las necesidades calóricas de millones de personas que sufren hambre.
Las causas varían desde la producción agrícola inicial hasta el consumo final en los hogares. En países de menores ingresos, las mayores pérdidas se dan en las etapas de procesamiento y distribución, en tanto, en países de altos ingresos, esto sucede en la etapa de consumo.
En esta lógica es crucial concientizar a la población respecto a que nuestros recursos naturales son limitados y que producir alimentos que no se consumirán implica un elevado impacto ambiental. Actualmente, la producción de comida genera alrededor del 30% de gases de efecto invernadero, deforestación y pérdida de biodiversidad, y representa el 70% del uso de agua dulce, además de ser una causa importante de su contaminación. Por ello, resulta de suma importancia generar un cambio para optimizar la utilización de recursos, pues de esto depende la producción actual y futura de los alimentos.
En nuestro país, gran parte de los desechos de alimentos se producen a nivel consumidor, por tanto, las medidas que se pueden implementar para reducirlo son, por ejemplo, planificar el menú de la semana antes de ir de compras, teniendo en cuenta lo que está disponible en el hogar; no ir al supermercado con hambre, así disminuye la adquisición de productos innecesarios; si se lleva algo próximo a vencer, priorizar su consumo; también se pueden almacenar los alimentos con la fecha de vencimiento a la vista, guardando los más frescos atrás; y refrigerar o congelar la comida preparada sobrante (rotulada con fecha de preparación). Así, con pequeños cambios podemos lograr grandes resultados y contribuir a disminuir el desperdicio de alimentos en nuestro país.
Karla Cárdenas académica Escuela de Nutrición y Dietética de la U. de Las Américas
Materias en la Carta Magna
Luego de la aplastante victoria de los independientes sobre los partidos tradicionales en las elecciones de constituyentes, la lógica partidista que siempre ha funcionado en Chile parece haberse alterado y aquello que resulte de la deliberación política en la nueva constitución da mucho en qué pensar.
Una de las preguntas que surgen ante todo esto es la existencia de bases mínimas en la nueva Carta Magna: ¿tendremos una separación de poderes tan fuerte como la que existe ahora?, ¿se mantendrán independiente las instituciones clave para el funcionamiento del país (Poder Judicial, Banco Central)?, ¿Las decisiones importantes seguirán teniendo quórums altos?, ¿Existirá espacio para la democracia directa en algunas cosas?, ¿Seguirá existiendo Carabineros de Chile?.
Esto y mucho más será materia de discusión en los próximos dos años y dependerá en gran parte de los independientes y sus respuestas a estas interrogantes el que nuestro país pueda seguir gozando de cierto grado de estabilidad política y económica.
Renato Chavarría