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Aldea Campesina: vecinos temen por la salubridad debido a la acumulación de residuos y aguas servidas

LA UNIÓN. Acusan lento avance para lograr una solución definitiva. Actualmente se construye un colector como plan B para mitigar el problema. Hace unos días reventaron tres cámaras por el gas butano.
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Ricardo Cifuentes

Unas 500 personas, de las cuales un 80 por ciento son adultos mayores, soportan a diario el calvario de vivir en un ambiente tóxico por las aguas servidas que afloran y contaminan el entorno de la población Aldea Campesina de La Unión, lugar donde viven con sus familias. Pese a ello, mantienen la esperanza de encontrar una solución, según detalló la profesora Rosa Ulloa Martínez, presidenta de la población en la capital del Ranco.

Más de 150 familias residen en la población, entregada en los años '60 a través de una donación del gobierno norteamericano, en el marco de ayuda al sur del país tras el megaterremoto de 1960.

Plan b

Han pasado seis décadas y ninguna autoridad consideró a estas familias como parte del progreso y la urbanización de la ciudad, que con el paso de los años y por el aumento de los habitantes, generó problemas sanitarios que hacen insoportable la vida diaria.

El ingeniero Pedro Delgado, alcalde subrogante de La Unión, explicó que avanzan en un plan B, que considera una inversión de 90 millones de pesos para la construcción de un colector que sirva a la red instalada, "pero estamos buscando que se aumente el volumen de la obra, considerando que se requiere nuevas pruebas hidráulicas. Recurrimos al Gobierno Regional de Los Ríos para que se complementen los recursos municipales, en atención a la urgencia que afecta a las familias de Caupolicán Alto y la Aldea Campesina".

No hubo más oferentes que la empresa unionina "Osvaldo Arriagada", que salió al paso de las críticas de algunos dirigentes que cuestionaron su participación en las obras, pese a que registra 65 por ciento de avance de los trabajos asignados.

Confesó que es difícil creer que este problema, que se arrastra por más de 50 años, pueda resolverse este año. El plan B debe concluir en junio y considera la entrega de colectores y la conexión de las cámaras interiores de los sitios, donde existen 3 o más viviendas de las 48 originales de este núcleo poblacional.

Existe una diferencia de nivel en las calles, por lo que analizan la instalación de Plantas Elevadoras de Aguas Servidas, que facilitarían la conexión a la red de alcantarillado público, que será el fin último de este esfuerzo, aunque deben llegar a un acuerdo con la empresa Essal.

$900 millones

Se necesitan 900 millones de pesos para solucionar los problemas de las aguas servidas de la Aldea Campesina y Caupolicán Alto, que tienen complicaciones parecidas; además de la pavimentación del eje que significa la calle Carlos Martel, que demandará una inversión cercana a los 350 millones de pesos. Para ello la municipalidad unionina trabaja en un proyecto que será presentado al Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) para obtener los recursos.

El profesional agregó que acepta las críticas que han hecho, las entiende, "no obstante, deben aceptar que es primera vez en años que se hace algo en favor de todos los vecinos y ahora existe una esperanza cierta de solución".

La presidenta de la unidad vecinal, Rosa Ulloa, recordó que lleva 3 años de trabajo en el cargo, con muchos dramas como el de la empresa que quebró y que agravó los problemas existentes.

"Hemos solicitado que ahonden el colector de Santa Teresita, hasta que comience a funcionar el plan B, con el colector de Claudio Arrau con Ricardo Boettcher, que se supone será mayor. Es lógico que el alcantarillado destinado a 48 casas quedó sobrepasado con las 150 casas actuales. Los reclamos siguen sucediéndose tras la quiebra de la empresa García Gross de Temuco", dijo.

La lluvia registrada recientemente inundó el pasaje Torrijos y parte de la calle Carlos Martel, que en la conexión con Ricardo Boettcher recibe a quienes ingresan a la ciudad, con agua y olor fétido.

La dirigenta recordó que en días anteriores reventaron tres cámaras por el gas butano acumulado, que se genera por los sólidos que no se han evacuado, "y seguimos a la espera de lograr una solución prometida por candidatos y autoridades. Somos parte de esta ciudad y merecemos que atiendan nuestros problemas sanitarios. De lo contrario, tendremos que volver a las manifestaciones públicas, tal como las que hicimos hace unos meses con carteles", anunció la dirigenta vecinal.