Salud mental
Otra pandemia, de la cual poco se habla, es aquella que afecta a la salud mental. En una encuesta realizada por IPSOS a 30 países en relación con la salud mental y emocional de sus habitantes, a un año de la pandemia, Chile figura como el segundo país de los encuestados, sólo superado por Turquía, con peor salud mental durante la pandemia, donde un 56% de los encuestados indicaron que efectivamente su salud mental y emocional empeoró. Y hoy, con el 90,93% de la población confinada, es de esperar que si no se toman las medidas preventivas indicadas, esta situación siga empeorando. Hay que revisar lo que se está haciendo, lo esperado y sus resultados, contrastarlos y tomar decisiones basadas en evidencia, si se sigue o no con estos planes de prevención en los cuales se indican y recalcan a diario, su paso a paso, pero en vista de los resultados, da la impresión de que estos no avanzan.
Herman Durán Urra
Franja deportiva
La franja deportiva se ha tomado los medios y la opinión pública durante las últimas semanas, a raíz de diversos cuestionamientos al horario, a la fiscalización y principalmente porque los niños no han sido considerados en este lineamiento gubernamental. Pero lo cierto es que, por donde se le mire, la opción de tener 3 horas para hacer actividad física es muy buena y si se aprovecha bien, puede traer múltiples beneficios.
Y más allá de las críticas y de los problemas que han surgido en torno a esta iniciativa, me quiero concentrar en lo positivo que resulta para la salud- física y mental- tener la posibilidad de salir a caminar, trotar, andar en bicicleta, hacer deporte en las plazas, etc., y así empezar el día con una energía distinta, con más ánimo y motivación. Por supuesto, hay temas que se deben mejorar, como la seguridad y el respeto entre todos, por ejemplo, para que así podamos superar esta pandemia de la mejor forma, asegurando la continuidad de este tipo de actividades que nos sirven a todos.
Otro tema relevante que se debe tener en cuenta para mantener esta iniciativa, son los índices de sobrepeso y obesidad que tenemos en Chile, tanto en adultos como en niños. De hecho, los últimos datos de la Organización para la Cooperación de Desarrollo Económicos (OCDE) indican que el 74,2% de la población adulta de Chile sufre de estas dos patologías, situándonos en segundo lugar, después de México. Sumo a esto el mapa nutricional que develó la Junaeb, donde se refleja que la mitad de los niños de nuestro país presentan cuadros de sobrepeso u obesidad.
Estos datos son clave para entender la necesidad de fomentar la vida sana, el deporte, la recreación, sobre todo en medio de una crisis sanitaria mundial que nos mantiene confinados desde hace más de un año.
Muchos ya se motivaron durante el 2020 al entrenamiento en casa y creemos que es vital sumar el entrenamiento en las calles para grandes y chicos, tomando por cierto, las medidas correspondientes y, lo más importante, cumpliendo con el autocuidado y cuidando a los demás.Tomás Ruiz
La cocina chilena
La gastronomía es parte importante de la cultura y patrimonio de un país, le entrega una característica única e irrepetible, dando pistas de cómo viven sus personas, cuáles son sus tradiciones, en qué geografía se desarrollan. Ello, en el caso de Chile se multiplica, gracias a ser un territorio con una gran diversidad climática y de recursos alimentarios que nos posibilita tener un menú atractivo en cada ciudad o comuna, con un toque propio u origen autóctono.
Así nos encontramos con versiones distintas de guisos, empanadas, pebre, con productos propios de los pueblos andinos, de la tierra campesina, del sur chilote, con una diversidad cultural que nos enriquece, pero que recién fue reconocido en 2009, cuando se institucionalizó el 15 de abril como Día Nacional de la Cocina Chilena, con la finalidad de recuperar el orgullo de la ciudadanía por sus raíces y su legado cultural.
Pensar en cazuelas, humitas, empanadas, porotos, charquicán, caldillos, curantos, chapaleles, milcao, chilenitos, empolvados, barros jarpa, barros luco, chemilico, entre tantas preparaciones, sin olvidar la diversidad de tragos y bebidas, nos invita a concebir y practicar la creatividad e innovación gastronómica.
Ante la realidad que vivimos con una nueva ola de contagios por covid-19, impactando al rubro fuertemente impidiendo la atención en los locales, cocinar en casa se ha transformado en una actividad que nos rememora lo que vivíamos hace años atrás, esos denominados rituales reunidos en torno a los platos caseros que preparaban nuestras abuelas, madres, padres o alguien de la familia, con la alegría de compartir.
Fernando de la Fuente, director Escuela de Gastronomía, Hotelería y Turismo AIEP